Foro Derechos culturales. 2004. Soberanía y diversidad cultural: ALCA / ALBA

Foro 

Derechos culturales

Una plataforma institucional y jurídica para la transformación cultura

 

 

Soberanía y diversidad cultural: ALCA / ALBA

Aram Aharonian, Edgardo Lander, Eduardo Samán y Judith Valencia 

Moderador: Joaquín López Mujica

Miércoles 10 de noviembre de 2004, 5:00 PM, Sala C, Fundación Celarg

 

  

De izquierda a derecha: Joaquín López Mujica, Edgardo Lander, Eduardo Samán, Judith Valencia y Aram Aharonian

 

 

Vista general de la sala

 

  Resumen

 Edgardo Lander describió la relación entre los proyectos estratégicos globales y la diversidad cultural y advirtió que era necesario comprender las dimensiones culturales que implica el ALCA porque contribuye a la consolidación de un sistema mundo de valores productivistas que favorecen el individualismo, dejando de lado los valores sociales de orden colectivo. Las prácticas que pertenecen al orden de la vida y no corresponden al valor del capital, tienden a ser borradas. Lander aclaró que estamos frente a una guerra cultural que trata de imponer un patrón de vida único, de naturaleza mercantil que mide todo bajo esa lógica y que tiene como objetivo la instauración de un orden jurídico global que afecta las soberanías nacionales y por ende, la diversidad cultural. Actualmente los procesos de concentración de la riqueza y del poder asumen dos direcciones: lo que hace posible la vida y el patrón único que privilegia los valores del capital. La intervención de Aram Aharonian enfatizó en el poder actual de los medios masivos de comunicación que se han apropiado del poder de discusión pública de lo político para favorecer el ámbito del capital representado por los dueños de estas trasnacionales. Mostró preocupación por la visión de los comunicadores sociales que egresan de las universidades desconociendo la realidad de su contexto. Existe la tendencia a manejar la información, la publicidad y el entretenimiento como un mismo mensaje, de estructura breve y directa, con elementos de dramatización que apuntan directamente a despertar estados emocionales sin dejar posibilidades para activar la inteligencia. Frente a esta la batalla por las ideas, quienes aspiramos a vivir en un mundo más equitativo, debemos luchar con las mismas armas tecnológicas pero en América Latina y en nuestro país, todavía esto no se asume como política de estado. Comenta que muchos comunicadores han perdido la palabra debido a que han debido abandonar los medios masivos para agruparse en pequeños nichos con la finalidad de no sucumbir ante las exigencias del mercado comunicacional y sostener una ética contextualizada en la realidad histórica regional. Debemos cambiar los paradigmas y enfrentar la batalla con las mismas herramientas. Eduardo Samán agregó que el ALCA más que un tratado, es una constitución a nivel continental que aspira controlar la producción de saberes más allá de las soberanías nacionales. Aclaró que el ALCA asume el derecho de propiedad intelectual como sinónimo de los derechos de explotación de las empresas por sobre los potenciales valores locales y por ello, se opone a la Declaración de derechos humanos que concibe la propiedad intelectual como parte de los derechos sociales y contempla a los productores como a los consumidores. Judith Valencia complementó los planteamientos asumiendo que estamos frente a una guerra global que tiene como objetivo el aprovechamiento territorial y que el ALCA es un proyecto que ha venido estructurándose desde hace mucho tiempo. Afortunadamente se han activado diversas resistencias que han posibilitado dilatar la concreción del acuerdo. Frente a la lógica del ALCA, el presidente Hugo Chávez ha creado el ALBA como una nueva lógica que debería ir socavando ese modelo único que se quiere instaurar. El ALBA representa la unión de los pueblos conscientes de que son ocupantes de un territorio deseado y por ello, estos pueblos deben reconocerse, con herramientas como la alfabetización, porque estamos en el tiempo de la letra. Este reconocimiento identitario es un esfuerzo de orden endógeno que incluye una conciencia histórica debidamente contextualizada. Para cerrar, Judith Valencia planteó que el ALBA se hace día a día, con nuestra acción soberana.

 


Sesión completa

 

Moderador: Hoy damos apertura a la séptima sesión del Foro sobre derechos culturales. En sesiones anteriores hemos abordado la Ley de Cine, la Ley de Derecho de autor, la protección y defensa del patrimonio cultural, la defensa de los haberes indígenas. Hoy nos corresponde hablar sobre el tema de la soberanía y la diversidad cultural, un tema trabajado ampliamente por los ponentes que aquí se encuentran: Aram Aharonian, Edgardo Lander, Eduardo Samán y están prevenidos el profesor Rigoberto Lanz y Judith Valencia. Esperamos que lleguen en cualquier momento y se incorporen a esta discusión.

Hoy, si no me equivoco, es la conmemoración de la caída del muro de Berlín, que representó de alguna manera nos invoca problemas como: crisis política, bloque soviético, ideología neoliberal, recesión económica, modelos de integración, modelos de globalización; son temas fundamentales y de amplia discusión en momentos actuales, en la sociedad contemporánea. Creo que los ponentes están sumamente facultados para darnos estos aportes. Agradecemos la presencia de ustedes acá, que nos han dado realmente una agradable sorpresa a los organizadores, tanto al Celarg, como al SAPI - Servicio Autónomo de Propiedad Intelectual e Industrial y al Colectivo Cultural Pueblo Soberano del cual formo parte. Vamos a dar la palabra acá al profesor Edgardo Lander, quien es profesor titular de la Universidad Central de Venezuela, docente investigador en el Departamento de Estudios Latinoamericanos de la Escuela de Sociología. Es profesor en el Doctorado en Ciencias Sociales de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. Miembro del Concejo Editorial de la Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales de la Universidad Central de Venezuela. Profesor del programa de Doctorado Estudios Culturales Andinos, Universidad Andina Simón Bolívar, Quito. Modernidad y Universalismo. Pensamiento crítico: un diálogo interregional 1, (Editor) 1991; Neoliberalismo, sociedad civil y democracia. Ensayos sobre América Latina y Venezuela, 1995; La democracia en las ciencias sociales latinoamericanas contemporáneas, 1997; La colonialidad del saber: Eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas (compilador), 2000; y otras que yo conozco y que él humildemente no quiere expresarlas acá, pero que sabemos pues, de su amplia trayectoria. Bueno con ustedes Edgardo Lander, el primer ponente del Foro. Queda luego el orden de la siguiente manera: luego viene Aram Aharonian y el doctor Eduardo Samán. Gracias.  

 

Edgardo Lander: Buenas tardes, muchas gracias a los organizadores del Foro por abrir espacios de debate, de discusión, de intercambio de ideas. Sobre el tema general del foro: “Soberanía y diversidad cultural: ALCA / ALBA”, que es el anuncio temático del día de hoy, yo quisiera acotar -ya que se trata de un panel donde hay varias personas que van a hablar sobre temas interrelacionados- referirme a algo más acotado, pero de todas maneras amplio, por lo tanto sólo serán unos brochazos de las relaciones entre los proyectos estratégicos globales expresados en los acuerdos, negociaciones institucionales mercantiles y la diversidad cultural, esto es, los temas de OMC, ALCA, los TLC, o sea el conjunto de negociaciones, institucionalidad de este nuevo orden jurídico internacional mercantil que se viene consolidando en todo el planeta a partir de la creación de la Organización Mundial del Comercio, en el año 1994 y los temas de la diversidad cultural.

Es frecuente oír hablar del ALCA, de los TLC o los OMC, en términos mercantiles, en términos de las implicaciones que tiene desde el punto de vista económico, e inclusive como proyecto político. Quisiera no referirme a esos temas sino referirme a las implicaciones que tiene desde el punto de vista cultural.

Para referirme al tema desde el punto de vista cultural quisiera comenzar por una breve referencia al tema de las categorías con las cuales nos referimos a la cultura, las categorías con las cuales pensamos la noción de diversidad cultural y la relación de esto con los debates en torno al llamado multiculturalismo. Hoy, desde hace ya bastante tiempo. Está, digamos, de moda, está legitimado, aparece como necesario reconocer la diversidad de culturas y la necesidad de conocer las diferencias. Lo que quisiera comenzar por plantear acá es que no basta con hablar de las diferencias, no basta con hablar de diversidad cultural porque no está claro en esta construcción a qué nos referimos por “cultura”. Me explico. Dentro de la tradición liberal hay un acotamiento de concepción de la naturaleza humana, un acotamiento de la concepción universalista de cómo es y cómo debe ser la sociedad, una noción -a pesar de que el liberalismo diga lo contrario- propiamente teleológica de una dirección camino de la humanidad hacia el llamado “fin de la historia de la sociedad liberal del mercado”. Y esto es un patrón cultural extraordinariamente intolerante de otros patrones culturales, a pesar de que el liberalismo se precia precisamente de la tolerancia. Entonces cuando hablamos de la tolerancia y del multiculturalismo liberal, ¿de qué tolerancia y de qué multiculturalismo estamos hablando? Dentro del liberalismo la tolerancia es posible, promovida, celebrada al interior de un patrón cultural muy estrecho; patrón cultural que podríamos llamarlo de muchas formas. Podemos llamarlo el patrón cultural del individualismo posesivo como patrón, como concepción de naturaleza humana, que le otorga la prioridad absoluta del individuo sobre la comunidad; la noción de la preexistencia del individuo y sus derechos antes de la construcción del orden social, la concepción de progreso, de avance de fuerzas productivas, de ciencia, tecnología; de este patrón de conocimiento montado sobre la predicción, control, manipulación, transformación de la naturaleza en función de una identificación de la felicidad humana con el bienestar material creciente. Todos estos asuntos forman parte del patrón Liberal. ¿Cuáles son las diferencias del multiculturalismo liberal? El multiculturalismo liberal se refiere principalmente a aquellos ámbitos de la vida colectiva que pueden ser sacados de la controversia pública que divide, para ser convertidos en asuntos privados. En la historia del Liberalismo el hito que consolidó en Europa el orden liberal llamado “tolerante”, fue precisamente el sacar las guerras religiosas del ámbito estatal-público para convertir el hecho religioso en un ámbito de la vida privada, y colocado como ámbito de la vida privada podía hacerse relaciones públicas estatales políticas, seculares. Entonces, lo que quiero decir con esto es que la construcción de la pluralidad cultural dentro de este concepto de multiculturalismo liberal, se refiere fundamentalmente a ámbitos de diferencias, de diferencias de lengua, de creencias religiosas, de identidades, de formas de vestirse, de formas de comida, de una cantidad de tradiciones identitarias muy diversas, pero al interior de un orden donde las dos dimensiones constitutivas de la sociedad liberal, esto es: trabajo y ciudadanía, están pensados en términos “universalistamente liberales”. Entonces acá estamos construyendo un patrón de supuesta diversidad y pluralidad cultural en la cual hay una forma de ser en la política, que es la  ciudadanía, una forma de ser en la producción, que es el trabajo productivo, que tiene como patrón idealizado el trabajo asalariado y tiene una forma de conocimiento, que es el conocimiento científico. Entonces, si se asume en la escuela este patrón de conocimiento, si se asume en la vida pública este patrón de ciudadanía, si se asume en los patrones productivos propios de la sociedad capitalista liberal, los otros ámbitos son ámbitos donde puede existir la pluralidad. Yo lo que quiero decir es que esto no es “pluralidad de culturas”, éstas son variaciones al interior de una lógica común.

Entonces, relacionando esto con los temas de los acuerdos mercantiles, a pesar de que tenemos 500 años de avance y consolidación del sistema mundo capitalista mundial, todavía una parte importante de la experiencia cotidiana de una significativa proporción del planeta no está sometida plenamente a la lógica mercantil. El proceso de expansión de esta lógica mercantil, de esta noción que caracteriza Marx con la idea de que el capital es una especie de ácido que va disolviendo todo lo sólido y convirtiéndolo en aire, esta noción de mercantilización, que es capilar y que se va metiendo a todos los ámbitos de la vida colectiva como imposición de un patrón de vida, es algo que a pesar de 500 años de sistema mundo colonial moderno, todavía no ha tenido el éxito que nos permita reconocer hoy la vida colectiva plenamente sometida a esta lógica mercantil. Y precisamente, consecuencia de las resistencias de los sujetos, de las prácticas, de las relaciones con la naturaleza, de otras formas de conocer, de otras formas de vivir, nos encontramos que hay resistencias y estas resistencias que son de identidades, de tradiciones, de culturas, de formas de conocer, de formas de percibir, de otros imaginarios, otros patrones culturales, otros modos de vida, otras formas de ocupación territorial, de relación de ser en la naturaleza, constituyen precisamente la existencia hoy en el planeta de multiplicidad de experiencias culturales; multiplicidad de experiencias culturales que no son experiencias aisladas, que no son experiencias esencialmente diferentes, que no son experiencias no conectadas, son experiencias en movimiento, en resignificación, en procesos de reconstitución, en procesos de alimentación recíproca, pero de ninguna manera un solo patrón de vida común para toda la humanidad.

Cuando a partir de la década de los 70 comienza en los centros hegemónicos del poder del capital, lo que propiamente puede ser llamado, como dice Aníbal Quijano: “la contrarrevolución del capital” en que se convierte en proyecto estratégico superar las barreras, en las limitaciones que tiene el capital en el acceso a territorios, recursos, mercados, fuerza de trabajo en el conjunto del planeta y se busca superar aquellas barreras que hacen que ámbitos de la vida colectiva por razones religiosas, por razones culturales, por razones de conquistas democráticas, se considera que no son parte del ámbito de la valorización del capital, sino que son otros ámbitos, ámbitos de la vida, ámbitos de los derechos sociales, culturales, que no son los ámbitos de la valorización, que no son cosas a ser sometidas a la mercantilización, se trata a partir de esta gran ofensiva, de esta contrarrevolución del capital, de precisamente borrar todos estos limites. Son limites entonces que son geográficos, territoriales, de expansión hacia todo el ámbito de las áreas del planeta que no están sometidas a esta lógica plenamente, pero también en la propia sociedad capitalista todos aquellos ámbitos al interior, inclusive de las sociedades liberales anglosajonas que todavía presentan extraordinarias limitaciones a los ámbitos de la valorización en la medida en que la población tercamente insiste en que hay “derechos al agua”, “derechos a la educación”, etc., etc., o que “la vida no puede ser patentada”, son ámbitos en los cuales que están fuera de la valorización y el sometimiento a ésta lógica.

Entonces esta es propiamente una guerra cultural, una guerra cultural donde un patrón de vida único y este patrón de vida, es el patrón de vida que se puede caracterizar como el patrón de vida de la sociedad del mercado total. La sociedad del mercado total es la sociedad en la cual cada uno de los ámbitos de la vida colectiva está organizado, sometido, subordinado, evaluado desde la lógica mercantil. Esto es, el criterio para la toma de decisiones y asignación de recursos simbólicos, materiales, etc., es prioritariamente  el criterio de naturaleza mercantil y este proceso de subordinación de otros ámbitos de la vida colectiva, es la extensión de esta lógica de mercantilización. Nos encontramos hoy con que esa lógica de mercantilización, que tiene más de 500 años, hoy forma parte también de un proyecto político, estratégico, militar, geopolítico, ideológico, teórico que se está impulsando en forma de proyecto estratégico. Cuando digo “proyecto estratégico”, estoy insistiendo sobre su carácter de “proyecto” y de “estratégico”. Con lo de proyecto estratégico lo que quiero decir fundamentalmente es que no nos encontramos ante el camino, así de especie de inexorable, natural, de la globalización, como una especie de proceso natural, ni nos encontramos tampoco hoy en el mundo en un mundo postmoderno, donde no hay sujetos, no hay estrategias, donde las cosas pasan sin sentido, donde no hay metas de relatos, porque por el contrario yo diría que nos encontramos en el mundo de la hiper modernidad, donde esta lógica en posición de la lógica mercantil es más fuerte que nunca, con más resistencias que nunca, igualmente, pero igualmente como proyecto, como proyecto teórico–político, que puede ser leído en los documentos que permiten ver cómo se ha ido planteando en estos términos propiamente estratégicos.

Entonces, dentro de esto, de las dimensiones políticas, teóricas, ideológicas, militares, geopolíticas, etc., los acuerdos mercantiles, después de un avance extraordinariamente grande en estos procesos, que son los procesos de las políticas de ajuste estructural, los procesos de derrotas de los movimientos populares, el colapso del Muro de Berlín, etc., etc., las dictaduras  militares del Cono Sur, o sea, todos los diversos procesos que caminan en la dirección de aplastar las resistencias a este modelo, llega el momento de intentar constitucionalizar esta nueva lógica neoliberal en un orden que pretendidamente se convierta en irreversible. La idea de la constitucionalización expresada por estos acuerdos precisamente eso, tratar de crear un orden jurídico internacional extraordinariamente potente, de obligatorio cumplimiento -y aquí está el tema de la soberanía-, que vaya encima de las normas e instituciones propias de cada experiencia nacional particular para establecer un orden jurídico transnacional, repito, de obligatorio cumplimiento, que en principio sea irreversible y en este sentido una especie de orden constitucional, sin vuelta a atrás. Esto es lo que representan estos tratados, es lo que presenta la OMC, es el intento del ALCA, es lo que está en juego cuando están negociando los tratados de libre comercio. Entonces, no hay ámbito de las dimensiones de la vida colectiva de los patrones, modos de vida que no estén siendo afectados. Cuando hablamos de “cultura” o cuando hablamos de “diversidad cultural”, no en el término del multiculturalismo neoliberal, sino de la posibilidad de que efectivamente reconozcamos la existencia de diferentes modos de vida y “modos de vida” significa modos diferentes de conocer, esto es: el conocimiento el científico no asumido como conocimiento universal objetivo y patrón superior de conocimiento, sino como una forma de conocer, entre otras formas de conocer; relaciones diferentes con la naturaleza, a diferencia de este patrón que es característico del desarrollo de la cultura de Occidente en sus formas hegemónicas, que es esta noción planteada inicialmente por Bacon, de conocimiento como parte de una guerra del ser humano contra la naturaleza por el control y el sometimiento de la naturaleza a otras formas de ser en la naturaleza. Un conocimiento donde el ser humano está dentro de la naturaleza, que significa, desde el punto de vista de cosmovisión y de acción en las relaciones con los otros seres vivos o no vivos, diferentes a esta noción de guerra; significa otros patrones de noción de tiempo, de producción, de riqueza. Significa otras nociones respecto a la propiedad, significa otros patrones en relación a los temas de la salud y la curación, para dar un ejemplo del tipo de asunto que está en juego, quisiera referirme a la relación entre el patrón civilizatorio que está formulado a partir del modelo agrícola, impulsado desde estas organizaciones que tiene como patrón la noción de la actividad agrícola como actividad fabril y la agricultura campesina, como ejemplo polar de modos diferentes. No estoy diciendo que hay dos modos de vida, estoy diciendo que hay una pluralidad de los modos de vida, pero aquí podemos ver en términos muy claros un contraste radical en un asunto que parece por una parte científico tecnológico, en otros asuntos parece de naturaleza normativo, porque tienen que ver con derechos de propiedad intelectual, o sea, tiene que ver con muchos campos y sin embargo, forma parte de lo que es propiamente una guerra cultural que avanza en la dirección de imponer un patrón. ¿Cómo es este patrón? Una alta proporción de la actividad agrícola del planeta, hoy no está sometida a la lógica del capital en forma plena. Hoy hay una alta proporción de la producción agrícola que es plural, variada, que tiene que ver con conocimientos diversos, que tiene que ver con nichos ideológicos variados, que tiene que ver con la utilización extraordinariamente amplia de diversidades, de variedades genéticas diferentes en la producción, no sólo en la producción de diferentes cultivos sino  variedades dentro del mismo cultivo, etc., etc., que hace que no exista un patrón común estandarizado, homogeneizado que permita la organización capitalista plena de esta producción.

La forma en la cual el conocimiento del capital, esto es la ciencia contemporánea, que es el conocimiento del capital, el modo de producción del conocimiento del capital es la ciencia, este modo de producción está hoy al servicio de los procesos de estandarización y control de la actividad productiva. Es un proceso de transformación como norte, como norma, como criterio de direccionalidad de un modelo diverso, no controlable, extraordinariamente fraccionado, en el cual los productores tienen una corporeidad de conocimiento extraordinariamente diverso a lo que es propiamente una transformación taylorista de apropiación, estandarización del conocimiento y la imposición de un patrón estandarizado, único, más allá del conocimiento del productor, más allá de las condiciones particulares de cada nicho ecológico. Y esto es precisamente lo que se trata de hacer por la vía de los organismos genéticamente modificados y la estandarización, en la reducción drástica de la diversidad genética, reducción drástica de los patrones diversos de producción y el sometimiento a patrones comunes, únicos de organización de la producción sobre la base de contratos de tecnología que obliguen a un solo patrón de organización. Entonces, aquí lo que está en juego es la autosuficiencia alimentaria, la diversidad cultural, la diversidad biológica, el control de los campesinos sobre su propia vida, la diferencia entre producir alimentos de auto consumo y para mercado local por producción de bienes a ser exportados, no como alimentos, sino como insumos para animales o para otras cosas. Significa realmente un proceso que expresa hoy quizás el lugar donde esté más clara la forma en la cual los procesos de concentración de la riqueza, concentración del poder avanzan en los procesos de polarización del planeta que son, no son sólo una pugna entre seres humanos, sino también una pugna entre patrón productivo y de conocimiento de seres humanos y las condiciones que hacen posible la vida en esta relación propiamente de guerra. Estos son algunos de los temas que están en juego bajo la apariencia de negociaciones mercantiles y de negociaciones de naturaleza jurídico institucional. Muchas gracias. 

 

Moderador: Continuamos con el foro, a parte de eso damos la bienvenida a la profesora Judith Valencia, quien la lluvia la dejó libre para nosotros, como siempre. Tiene la palabra Aram Aharonian, periodista uruguayo. Ejerció su profesión en Uruguay, en Argentina, Colombia y Venezuela. Fue presidente de la Asociación de la Prensa Extranjera en Venezuela y dirige actualmente los semanarios Question, y Question Latinoamérica, el semanario económico Quantum, la Agencia Latinoamericana de Información y Análisis 2 o Alia2 y es presidente de la Asociación Latinoamericana para la Comunicación Social. Adelante.  

 

Aram Aharonian: Generalmente se empieza los escritos con alguna frase famosa, de algún académico, de algún pensador. Yo voy a cambiar un poquito las reglas hoy y empezar con una frase que no es famosa sino que es un graffiti leído en Buenos Aires que dice: “nos mean y los diarios dicen que llueve”. Esto es un poquito como introducción al tema que quiero tocar dentro de este foro que es el tema de la comunicación, de la información, del acceso de la información, de los medios de comunicación, de los intentos de cambiar aquella viejas dictaduras  militares de América del Sur por las nuevas dictaduras mediáticas, de todos estos temas que quizá no lleguemos a comprenderlos bien. ¿Por qué digo esto?, Porque esta Ley de Responsabilidad Social de los medios que ha presentado CONATEL es un verdadero mamarracho y lo vuelvo a repetir, es un verdadero mamarracho, mal redactada y que deja en manos de los grandes propietarios nuevamente todo el lomito. Se habla de producción independiente pero no se normaliza cómo debe ser esa producción independiente, no hay un instituto fomentador, no hay un instituto que estimule todo esto. Hay una cantidad de vacíos. No se va hacia la democratización de los medios de comunicación, no se va hacia la democratización del acceso a la información. Hay una cantidad de lagunas muy grandes y creo que este llamado de atención que ha hecho en parte también el Ministro de Información y Comunicación sirve para que esto se revise un poquito. Es una ley que la han mantenido totalmente cerrada y que van entregando artículo por artículo para que los diputados levanten la mano. Es algo tan malo como la Ley de Telecomunicaciones que todos aplaudieron y que es la entrega neoliberal más grande que se ha hecho en América Latina en los últimos años.

Entonces, para hacer un poquito de contexto, estamos en medio de unos cambios estructurales, de una Revolución Bolivariana y que todavía tiene muchos problemas de comprender cuál es la realidad mundial, tiene problemas para entender qué es la cultura y para qué sirve la cultura. Seguimos creyendo que la cultura es la expectación, es la creación de otras personas o ver un espectáculo de ballet o cambiemos el ballet por el Grupo Madera. Eso no es cultura. Cultura tiene que ser el vehículo para cambiar la sociedad, para formar el hombre nuevo, para poder tener cambios culturales que garanticen un cambio revolucionario, sino lo único que estamos haciendo es repitiendo con nuevos nombres los viejos esquemas.

Vamos por parte. La prensa y los medios de comunicación fueron durante décadas los contralores de los tres poderes del Estado. Sirvieron para eso durante las democracias formales que teníamos en el mundo. Eran controladores del poder ejecutivo, del poder legislativo y del poder judicial, pero desde hace unos tres lustros, y a medida que se iba acelerando esto que llamamos la globalización, la globalización neoliberal o la globalización liberal, este supuesto “cuarto poder” se fue convirtiendo realmente en el poder principal. Perdió ese sentido de contrapoder, lo que hace necesario, imprescindible y perentorio la formación de un “quinto poder” que pueda controlar, fiscalizar a los cuatro poderes. En el caso de Venezuela son más poderes ¿cuántos son? Cinco los poderes del Estado, más uno más, serían seis los poderes y ese es el poder justamente.

Nos sorprende, por ejemplo, que desde hace cinco años, seis años, un gobierno revolucionario, haya insistido permanentemente en la necesidad de las radios comunitarias, obviamente digitadas desde arriba para abajo, no que surgen de la comunidad para arriba, pero no habla de los medios masivos. Los medios masivos los deja en manos del enemigo. Las radios comunitarias, las televisoras comunitarias y alternativas, los medios alternativos de comunicación significan en América Latina el 5% de la audiencia o de la lectura. Abandonamos los medios masivos de comunicación, nos refugiamos en pequeños nichos. Durante treinta o cuarenta años hemos perdido la palabra, hemos abandonado la palabra, se las hemos dejado en manos de los dictadores, de los políticos y de los técnicos, de los tecnócratas, de los expertos. El presidente dice: “hay que devaluar” y el experto explica: “hay que devaluar con las condiciones macroeconómicas #$&/?¡!, porque el fondo monetario #$&/?¡...!” y ¡ya! ¡y nos convenció eso!.

Hace treinta años que nuestros pensadores abandonaron los medios de comunicación. Hace treinta años que no había respuestas al neoliberalismo. Hace pocos años que empezamos a pensar, desde nuestro propio punto de vista, viendo la realidad con los ojos latinoamericanos. Pero todavía no tenemos como divulgarlo, tenemos muy pocos espacios y no tenemos medios masivos para comunicar eso. Seguimos atrapados en nuestras propios nichos y para estar en nuestros propios nichos quizá también logremos financiamiento de unas ONGs holandesas, canadienses, gringas porque quieren que nos quedemos en los nichos. Ahí no jodemos a nadie. Cuando nos unimos, cuando mostramos que tenemos fuerza, ahí nos empiezan a combatir.

Para poder estar en la guerra o en la batalla de las ideas necesitamos usar las mismas armas que el enemigo y saberlas usar mejor que ellos. Y las mismas armas del enemigo son la tecnología, las nuevas tecnologías. Los precios de esas tecnologías ya han bajado mucho, ya están al acceso de casi todos. Pero tenemos que pensar en grande, no podemos seguir pensando como enanos, porque entonces nos van a seguir pasando por encima y pensar en grande significa atacar y asaltar los medios masivos de comunicación. ¡No estoy diciendo que vayan a tomar Globovisión¡ ¡Cuidado, calma radicales!, simplemente digo que hay que pensar en grande e inventar las posibilidades de tener medios masivos de comunicación. Ahí anda el presidente Chávez y el Ministro de Información y Comunicación hablando de Telesur, que es un proyecto que venimos trabajando desde hace muchos años, que tiene una televisora masiva por cable y por aire, que pueda llegar a ser una información alternativa a la no información o la desinformación del enemigo. Si nosotros no entendemos que los medios de comunicación, la industria cultural  es una forma de penetración y es una forma de aniquilamiento del pensamiento nuestro, no vamos a entender cómo nos están dominando, cómo nosotros estamos aplaudiendo que nos dominen, cómo nosotros estamos participando pasivamente en esa dominación. Si nosotros no tenemos formas de conocernos, si no tenemos formas de saber qué piensan nuestros hermanos, difícilmente podemos seguir hablando de integración. Si nosotros no podemos dar nuestras ideas y mostrar lo que hacemos, tampoco podemos hablar de integración, ni podemos hablar de crecimiento, ni podemos hablar de desarrollo y cada vez vamos a seguir el ejemplo que nos están dando o la imposición que nos están dando desde el imperio, que es dividirnos, dividirnos cada vez más: “usted no se dedique a luchar por la gente, dedíquese por favor solamente a defender el área de Imataca, pero no se vaya de ahí, siga en su nicho, esta es la lucha que hay que hacer”. O vamos a defender nada más que el derecho de los gays, pero no hablemos del derecho de la gente. O vamos a tener un pequeño periódico en la parroquia de la Vega y no coordinar con nadie. Yo no digo que no sea importante. Los medios alternativos, los medios comunitarios son los medios más importantes para formar ciudadanía, pero no sirve para un mensaje masivo. Y si nosotros no cambiamos los paradigmas, si no cambiamos nuestra forma de pensar, nos van a pasar por encima.

El proyecto liberal, el proyecto neoliberal, el proyecto de imposición de la OMC, del ALCA es justamente el proyecto que están aplaudiendo todos los días los dueños de los medios de comunicación, porque es el proyecto de ellos, de las grandes empresas, de las transnacionales de las comunicaciones y del entretenimiento. Si nosotros no tenemos formas de pelear con eso, nos estamos entregando antes que nos dominen. Creo que de repente puede sonar dramático. Yo creo que es muy real. Es una lucha que tenemos que emprender y salir de nuestros propios nichos, no morir o quedarnos a morir en nuestros nichos y salir a pelear esta guerra ideológica, esta guerra cultural, pero primero entender que es una guerra cultural, que es una guerra ideológica y que para eso tenemos que hacernos de las armas del enemigo y tener nuestras propias armas y salir a pelearla. Ahora los dejo con gente que sabe, gracias. 

 

Moderador: Bueno, enseguida continuamos con esta jornada. Eduardo Samán Director General del Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual (SAPI). Farmacéutico. Especialista en Análisis de Medicamentos y Química Medicinal. Profesor de la Facultad de Farmacia de la Universidad Central de Venezuela a tiempo convencional. Ex asesor de la Organización Panamericana de la Salud en Venezuela. También se desempeñó como Jefe de Control de Estudios de la Facultad de Farmacia de la UCV. Asesor del Ministerio de Salud y Desarrollo Social en el Área de Medicamentos, y a quien agradecemos pues el apoyo que nos ha permitido realizar esta larga jornada, a través del SAPI. Tiene la palabra Eduardo Samán. 

 

Eduardo Samán: Gracias al Colectivo Cultural Pueblo Soberano, en verdad gracias. Yo lo que hice fue patrocinar un afiche y fíjense, me pusieron a hablar con Edgardo, con Aram, me sentaron al lado de la profesora Judith Valencia. Agradezco mucho. Hay algo que no se incluyó allí. También soy negociador por Venezuela en el grupo de negociación sobre propiedad intelectual en el ALCA. El SAPI es el organismo que tiene la competencia sobre propiedad intelectual y nosotros somos los negociadores. Entonces es un poco hablar de la experiencia del ALCA porque miren, yo me supongo que esta asistencia masiva es porque la gente quiere escuchar ALCA y quiere escuchar ALBA, porque hay una gran interrogante de ¿y qué es el ALBA y dónde esta el ALBA? Y la gente busca el  folletico del ALBA. Hay una gran curiosidad de esto. Y también ¿qué es el ALCA?, porque ese  tratado que está en negociación, y esperamos que muera. Lo que pasa es que esto es un cadáver, es un cadáver un poco peligroso y es como en las películas, cuando mueren los malos, los monstruos, que mientras se están besando los protagonistas, de repente vuelve a revivir y saca un brazo, y bueno así está el ALCA. Está agonizando pero al mismo tiempo está mutando en los Tratados de Libre Comercio que ha firmado Estados Unidos con Centro América, con República Dominicana y los que están propuestos para la firma con Ecuador, Perú y Colombia, son mutaciones de ese acuerdo, de ese tratado, que la profesora Judith seguramente va explicar que eso va mas allá de un tratado. Entonces, cuando uno este empieza a ver ese tratado, que eso va más allá de un tratado, es una Constitución Continental. Cuando uno analiza el capítulo de propiedad intelectual, que eso debe ser un capítulo corto, que debe regular nada mes el intercambio lo que afecta la propiedad intelectual en el intercambio comercial, o sea, debería ser una cosita de cuatro páginas. Sin embargo, es un capítulo que tiene como sesenta páginas, o sea, es una súper ley en propiedad intelectual, es una súper ley que va para todo el continente, y raso. Agarran y cortan todo con una misma ley. Además que hay que respetar ese tratado, están la remisiones que hacen a otros tratados internacionales, que es donde lo hace terrible y donde hace que atente contra la soberanía. Cosas como otorgar una patente, que es un derecho que otorga el Estado y que vale en un territorio, eso nos obliga a entrar por ejemplo en tratados internacionales donde ese derecho lo vamos perdiendo, poco a poco, donde vamos a un sistema donde, a un sistema de armonización de patentes donde el derecho lo va a otorgar una organización mundial. Es crear un estado global a expensas del estado nacional, lo que es estado-nación. Es crear el estado global y que te va quitando la soberanía, como en pellizcos pero te va despojando de la soberanía.

Entonces los tratados, o ese capítulo del tratado es bien terrible porque además que obliga a los estados nacionales a que se respeten los derechos, no obliga a los países industrializados a ceder tecnología, o sea, no compromete a los países desarrollados a ceder tecnología, a transferir tecnología para corregir las asimetrías. El tratado no dice que debemos establecer, “debemos” con verbos vinculantes, o sea, los países deberán establecer medidas de observancia de fronteras, para cuidar la propiedad intelectual, pero en ninguna manera hay verbos vinculantes para los países industrializados donde los obliguen a transferir las tecnologías de manera de poder corregir las asimetrías que existen en el continente de los países industrializados y los que no estamos industrializados. Hay algo importante  en el capítulo del ALCA que primero empieza definiendo los derechos de propiedad intelectual, dice “derecho de propiedad intelectual es todo”, entonces todo mete la propiedad industrial, marcas patentes, el derecho de autor, los conocimientos tradicionales, recursos genéticos, basados en esos conocimientos tradicionales etc., etc., etc.; o sea, una cantidad de cosas se meten en un paquete de “como propiedad, como formas de propiedad”. Actualmente se discute si el derecho de autor es o no es una forma de propiedad, por ahí un jurista español, Sánchez Almeida, publicó un artículo muy bueno, que fue, que lo reprodujo, se publicó en  Rebelión y luego en Aporrea, donde cuestionaba, decía: ¿por qué el derecho de autor tiene que ser una forma de propiedad? Porque el derecho de autor está consagrado en el artículo 27 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Derecho a la Propiedad se consagra en el artículo 17, o sea, hay una parte donde dice: “todas las personas tenemos derecho a la propiedad y nadie podrá ser despojado arbitrariamente de su propiedad”. Pero los derechos de autor están en un artículo que está compuesto por dos párrafos. Uno dice: “toda persona tiene derecho a integrarse a la vida artística, cultural y a gozar de los avances científicos” y “toda persona tiene derecho a recibir una protección moral y material producto de su trabajo como autor”. En realidad ese artículo 27 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos equilibra establece un equilibrio entre el derecho de los usuarios a la cultura, así como un compositor tiene derecho a recibir una protección  moral y material producto de su trabajo como compositor, producto de su actividad intelectual; ese mismo derecho es tan legítimo que tenemos todos nosotros de poder apreciar esa poesía, de apreciar esa canción. Ese derecho es muy legítimo. Lo que pasa es que el lobby que han hecho en las industrias basadas en la propiedad intelectual -que son las industrias que les generan ganancias a Estados Unidos como la industria farmacéutica y de biotecnología, la industria del software y la industria del entretenimiento- que son las que le generan ganancias y que ellos llaman industrias basadas en propiedad intelectual. Se han creado entonces unos mitos alrededor de la propiedad intelectual, y derecho de propiedad intelectual se vuelve sinónimo de protección de los autores y de los inventores, que ya esos derechos tampoco ellos los tienen sino que los tienen las disqueras, las editoriales, las empresas, etc., etc. Lo que se ha buscado es volver eso sinónimo de protección, pero es tan legítimo el derecho a la vida, el derecho a gozar de los beneficios de un nuevo medicamento, ese derecho es tan legítimo como el derecho a la ganancia, de obtener una ganancia, una protección, un inventor o un autor. Entonces, ese artículo 27 donde consagran los derechos de autor, está entre los derechos sociales, no está entre los derechos de propiedad. Esto significa que está entre los derechos relativos al acceso a la educación, etc. En la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el derecho de autor esta seguido de esos artículos, o sea que es considerado más un derecho social que un derecho de propiedad. Y además Sánchez Almeida dice: “¿por qué? ¿qué tipo de propiedad?”, porque el derecho de autor lo tiene mientras está vivo el autor y una vez muerto, pasa a los herederos pero por 60 años. Por ejemplo en nuestro país y luego eso entra en el dominio público. Él dice: “¿qué forma la propiedad tiene que tener todas las características? y que la propiedad no se puede perder, se tiene que transferir indefinidamente. Se está cuestionando que esto pueda ser una forma de propiedad, pero él dice: “¿por qué quieren convertir al derecho de autor como una forma de propiedad?”. Y por otro lado, eso lo vemos más claro con los conocimientos tradicionales indígenas y todo esto: ¿Por qué quieren que los conocimientos tradicionales indígenas sean convertidos en una forma de propiedad? Lo que ellos llaman la protección de esos conocimientos, nosotros lo llamamos la defensa de esos conocimientos porque consideramos que son cosas diferentes, porque eso se puede defender defendiendo el idioma, el territorio, respetando el territorio indígena y todas estas cosas y no patentando los conocimientos tradicionales o indígenas, no estableciendo patentes, entonces: ¿por qué se quieren llevar los conocimientos indígenas a una forma de propiedad?, ¿cómo se ha llevado el derecho de autor? “Hay una sola razón -dice Sánchez Almeida-, para poder traficar con ellos”. Para poder traficar, es decir que estos conocimientos se llevan a una forma de propiedad para crear los mecanismos de compra-venta para allanar los mecanismos para poder comprarlos y venderlos, o sea, para poder negociarlos. Entonces hay una serie de cosas que necesitaría los 15 minutos multiplicados por cuatro para decirles lo nocivo que es sólo el capítulo de propiedad intelectual en el ALCA, sin nombrar la parte de agricultura, lo de libre competencia y todas esas cosas. Fíjense, si nosotros firmamos el capítulo de libre competencia, tal cual como está planteado, nosotros tendríamos que salir de la OPEP. Nos obligarían a salir de la OPEP porque consideran que la OPEP es un cartel donde hay no se que más… Imagínense lo grave que es para Venezuela. Cualquiera que ve el ALCA, cualquiera que piensa y que tiene corazón, que tiene sentido de patria, que le duele, que tiene sentido de nación, sabe que eso no es lo que nosotros queremos ni lo que nos va resolver nuestros problemas, ni tampoco es una iniciativa de nosotros los latinoamericanos. Es una iniciativa que fue hecha por Estados Unidos, por el padre del actual presidente; una iniciativa y que se mantuvo mucho tiempo en secreto, o sea, que se negociaba a escondidas de casi todos y ahora es, cuando estuvo a punto de morir, es que se han fugado los documentos porque los hemos fugado pues. Hemos fugado los documentos de la negociación pero los documentos todos dicen “confidencial”, etc., etc. Y es una negociación donde no entra la prensa, donde sólo van los delegados y es una negociación muy cerrada y que es una negociación que va a afectar la vida de todos los que estamos en este continente. Entonces, cualquiera que ve lo del ALCA dice: “¡esto no puede ser, tiene que haber una alternativa!” Y el presidente cuenta en público y muchos lo hemos escuchado, que él estaba en una reunión, en una cumbre del ALCA en Margarita y se asomó y vio el amanecer y dijo: “bueno, aquí lo que necesitamos es el ALBA”. Y entonces lanzó esto del ALBA, pero no dijo más nada sino que era una alternativa a esto que no podía ser. Nosotros no queremos el ALCA pero sin embargo, estamos en la negociación. Eso fue una muy buena estrategia y ayudó a la sepultura, a la agonía del ALCA. Pero uno no puede estar allí y decir de una vez que no se quiere eso. Aunque en lo cerrado de las negociaciones, uno conversaba con los delegados andinos, por ejemplo, porque Venezuela no negocia solo, se negocia por bloque y tenemos que ponernos de acuerdo los cinco delegados de la comunidad andina y hay un vocero y uno es el que habla. Eso es algo así como los tres chiflados, más o menos así es más o menos así es la negociación. Entonces, cuando uno habla en privado con ellos y uno les dice: “fíjense que esto perjudica, esto perjudica, ¿cómo ustedes están de acuerdo?”. Entonces ellos dicen y confiesan: “Mira, nosotros tenemos una situación difícil, Venezuela es el único país que puede decir las cosas como son, que puede rehusarse a eso, porque tienen petróleo y Estados Unidos tiene que comprarle obligatoriamente el petróleo, pero nosotros, por ejemplo no, porque estamos atados al ATPA, que son los Acuerdos de Preferencia Arancelarias etc., que tienen los países. Entonces usan eso como un chantaje, y cualquier señal que nosotros demos en contra de los acuerdos de propiedad intelectual, bueno perdemos la preferencia arancelaria etc., etc.”. Entonces fíjense que se negocia bajo una gran presión y los mismos negociadores, cuando uno se para y dice algo que, muy duro muy fuerte en la negociación, ellos en tono de broma les dicen a uno: “oye, ¿pero tus hijos conocen Disneylandia?, ¿y tú tienes visa para Estados Unidos?, porque olvídate que después de esto vas a tener visa para Estados Unidos”. Entonces, cómo la gente va negociar con una pistola en la cabeza, y ahí a lo que se va es a entregar la soberanía, a entregar a los países.

Entonces, surge esto del ALBA y es como una propuesta que hay que construirla, y todo el mundo empieza a trabajar en la construcción de eso, de qué es eso, cómo nos comemos el ALBA. Hay unos principios bolivarianos de integración de la construcción de la patria grande, y otros buscan el folleto para ver si es que el ALBA es una propuesta que es alternativa, que si por ejemplo el ALCA dice: “que vamos a patentar los medicamentos”, el ALBA va a decir “no, sólo algunos”. A mi forma de ver yo creo que el ALBA no es eso, no es un documento alternativo o es una negociación ventajosa. Pero entonces ¿qué es ALBA?, ¿es una comunidad andina? o sea, ¿es ir a un proceso de integración y firmar con los andinos del MERCO SUR?, más o menos. El ALBA, en mi opinión, va mas allá. El ALBA no es un tratado regional de comercio que implicaría no negociar con los Estados Unidos, pero sí con la comunidad Andina. No se puede interpretar el ALBA como eso porque fíjense que la Comunidad Andina, tal como está concebida,  eso es un proceso, son miniglobalizaciones, tal y como está ahora y la legislación de la Comunidad Andina es una miniglobalización, muy diferente a lo que se puede entender de lo que es el ALBA.

Estuvimos con un núcleo de desarrollo endógeno en Valle de la Pascua, con una experiencia que después fue fallida, o sea que fracasó, pero yo creo que se aprende más de las experiencias que fracasan, que de las que son exitosas. Ahí tuvimos la experiencia, pero muy breve, de vivir algo que es entregarle poder a la gente, o sea bajar poder, crear nuevos espacios de poder, generar desarrollo endógeno, tratar de construir un nuevo modelo socioeconómico, que no es el que usa la tecnología de punta de las multinacionales, etc., etc., protegido por su legislación en propiedad intelectual. Ahí empezamos y dijimos: “el ALBA tiene que ser esto, un modelo socioeconómico, de desarrollo endógeno, que surge y se multiplica, se irradia para todo el continente americano, un poco en el concepto de la construcción de la Patria Grande de que hablaba nuestro Libertador”. Entonces el ALBA hasta ahora sigue siendo una propuesta que está abierta, una propuesta que tenemos que construirla  y que se tiene que construir con la experiencia, con la vivencia y desde esos espacios de poder, esos espacios populares. Y que no podemos esperar que el ALBA la escriban una serie de eruditos, de expertos, de intelectuales que se sientan y dicen: “el ALBA tiene que ser esto” y que nos dan una receta: “esto es el ALBA”, en un librito para que la aprendamos. A mi forma de entender podemos considerar que el ALBA es una propuesta alternativa opuesta al modelo neocolonial, al modelo neoliberal, opuesta, y que debe nacer desde adentro, desde abajo. Muchas gracias.  

 

Moderador: Muchas gracias al doctor Eduardo Samán. Quería señalar lo siguiente: aquí tenemos un material que se llama La República Bolivariana de Venezuela ante al ALCA, es un documento derivado de la reunión ministerial de Miami, pero solamente tenemos quince ejemplares, hemos querido premiar a los primeros quince que llegaron  temprano, que se supone serán los primeros de las filas acá, como el grupo de rock El Primero de la Fila o El último de la fila, no, entonces los demás materiales se los vamos a hacer llegar a través de sus direcciones electrónicas. 

 

Del público: Una pregunta, ¿el ALBA tiene alguna página web, está afiliada a alguna página web? 

 

Moderador: Hay un texto sobre el ALBA, en Aporrea: www.aporrea.org. Continuamos, para terminar, con la profesora Judith Valencia, quien es profesora titular de la Universidad Central de Venezuela. Docente activa de la Escuela de Economía, adscrita al Departamento de Economía Teórica de la cátedra de Economía Política. Acompaña al proceso revolucionario junto a un equipo en el Ministerio de Producción y Comercio, en los tratados multilaterales ALCA, CAN, G–3, MERCOSUR, ALADI, Organización Mundial del Comercio. Su última publicación Universidad Central de Venezuela, Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, fue El personaje capital (se) disuelve (en) su territorio, del año 2001. Con ustedes la profesora Judith Valencia y muchas gracias. 

 

Judith Valencia: Muchas gracias por la invitación y por la posibilidad de estimular un intercambio. Toda conversa que permita compartir los elementos o las vivencias que hemos tendido sobre el acontecer de estos últimos años es importante, porque todo acontecer es rico en acontecimientos, por eso es que todo acontecer tiene un contexto, o sea, no cualquier cosa es posible en cualquier tiempo. Pero indiferentemente que no cualquier cosa sea posible en cualquier tiempo lo que si ha sido permanente en todo lo que tiene que ver con los procesos, bien sea de integración o de desintegración, es que siempre se ha tratado de territorio, de territorio se trata. Del territorio que tiene recursos, que tiene riquezas, que tiene población y que en un tiempo pretendió también ser territorio soberano y de eso es que se trata, de territorio. La lucha es por territorio y ha sido por territorio. En este brevísimo tiempo voy a hacer un recorrido a vuelo de pájaro pero que se hace imprescindible. Voy a tocar en ese vuelo tres momentos, pero siempre, enfocados esos tres momentos, concientes o inconscientes -porque todo acto inconsciente es también intencional- que estamos en momento de guerra global, bien sea en guerra de baja intensidad, de desinformación, de ocultar la verdad, bien sea en guerra en caliente con bombas de verdad, bien sea en guerra con paramilitares de aquellos que se educan para matar y en esta guerra global que vivimos, yo diría que con fuerza, desde el tiempo contrarrevolucionario de las ultimas tres décadas del siglo XX, se trata de territorio y territorio con todo lo que contiene adentro y arriba.

Estos tres momentos que se hacen imprescindibles, o dos para poder entender el actual, es el tiempo de Simón Bolívar. Bolívar pelea por integrar territorio, dimensión de territorio. Porque en la dimensión del territorio estaba la riqueza y estaba la posibilidad de soberanía de los pobladores que habitaban ese territorio. Ese territorio era rico en aquellos productos que ya se reconocían en el mercado mundial, era rico en guano -que es el excremento de las aves del Pacífico-, era rico en sal -que era la posibilidad de la preservación de alimentos, de carnes específicamente-, era rico en azúcar, en caucho, en alimentos de tipo tropical, en vegetación exuberante. Esas eran las riquezas de aquel tiempo, y en el tiempo de Bolívar todavía no ha entrado aquello de la inversión que desintegra los territorios, porque hasta ese momento eran los préstamos entre estados. Bolívar lo que quiere es preservar ese territorio con sus riquezas y sus gentes para sentarse en la mesa ante el otro. Entonces es un tiempo de integración pero de una integración que tiene un conjunto de acontecimientos que lo contextualiza. Todavía es anterior a 1930 y podríamos decir que ese tiempo de Bolívar es ya derrotado con la fuerza, no de ese Estados Unidos que conocemos hoy, no, con la fuerza del norte que venía tratando de ganarle la pelea al sur, que sólo se la va a ganar 30 años después de muerto Bolívar, del norte y del sur del territorio que comprende Estados Unidos y era del norte, era de Boston, era de Filadelfia, en donde, de esas trece colonias, pretendían una expansión continental como bien versa su Primer Congreso, que es un Primer Congreso Continental de 1787, desde aquellos tiempos. Entonces he allí un tiempo preciso que hay que tener presente cuando hablamos o ponemos o juntamos los requisitos para la integración. Un otro tiempo históricamente reconocido es en 1960, es un tiempo también en donde, con mucha fuerza -que comienza ya en la década de los cincuenta, después de la segunda post guerra del siglo XX-, empeñados con la fuerza de la Organización de las Naciones Unidas que pregonaba los derechos de los estados económicos, culturales del hombre, de las poblaciones, de las culturas; en ese proceso se inscribe también otra propuesta de integración y una propuesta de integración que es interesante y es interesante solamente revisando las siglas. La primera sigla de esa integración es ALALC, Asociación Latino Americana de Libre Comercio, ojo, estaba presente el libre comercio pero limitado a Latino América, no entraba el norte, Asociación Latino Americana de Libre Comercio ¿que pasaba en 1960, que podían fundar una asociación de libre comercio, pero latinoamericana? Que la correlación de fuerza de los tiempos de las Naciones Unidas tenía que ver con ganarse y unir a las burguesías del continente, porque había una correlación de fuerza en donde no estaba claro el límite, entre unos y otros. ¿Por qué? Porque esa burguesía Latinoamericana también quería participar del proceso de expansión industrial del tiempo de la posguerra. Esa ALALC después va a ver nacer de su seno al Acuerdo de Cartagena, que va a nacer a finales de la década de los sesenta y va a corresponder a una correlación de fuerzas positivas, no hacia los pueblos digamos, porque aun no se hablaba de pueblos, pero hacia los países, porque país no es lo mismo que pueblo. Y aquí la burguesía nacional, unida con ciertos sectores nacionalistas, logra una decisión que es la famosa decisión 24 que le pone condiciones y condiciones fuertes a la inversión extranjera. No podían repatriar todo, no podían invertir donde les diera la gana, por supuesto, decisión que nunca va a llegar a tener lugar. Nunca va a poder practicarse, va a derogarse antes de entrar en la práctica. Entonces ese es otro tiempo también, pero un tiempo en donde el gran capital, lo que está es luchando por ganarse al capital continental y el capital continental está tratando de ser oído y entendido. Y de esta pelea va a nacer cosas bien interesantes en la década de los ochenta, cuando ya el imperio, viviendo un tiempo de crisis y de crisis por la ofensiva de los derechos humanos que tiene lugar en esa correlación de fuerza de las Naciones Unidas, va a dictar una estrategia contrarrevolucionaria que va a ir hacia el mundo, pero particularmente hacia América y el que va a ocupar la década de los setenta, ochenta y noventa del siglo XX. Esa ofensiva, es en parte militar, pero también de dispositivos estratégicos de instituciones y también de ganarse cómplices en Latinoamérica. Entonces va a ser una ofensiva que esta armada en lo militar, pero esta armada también institucionalmente con dispositivos estratégicos y esta armada en que va a ir logrando cómplices en los próximos gobiernos de Latinoamérica, cómplices que vienen a generar una situación de gobierno radicalmente “otra” a la que se vivió en los cuarenta, cincuenta, sesenta del siglo XX. En ese tiempo la ALALC ha de convertirse y se convierte por metamorfosis de las cosas en ALADI, asociación que sigue siendo latinoamericana, pero para el desarrollo de la integración ¿y de qué integración? De la integración que van a proponer un conjunto de órganos e instituciones que se van a ir llamando sistemas de integración. Ahora sucede que la correlación durante la década de los ochenta, no le es totalmente positiva, porque como todos los tiempos, todos los procesos históricos requieren de tiempo, porque las prácticas sociales son impredecibles y no son todas a la misma vez, hay diferentes ritmos y diferentes acontecimientos en ese acontecer, indiferentemente que sea un mismo tiempo y un mismo espacio. Entonces va a transcurrir ese ochenta, y sólo en los noventas, pretenden que todo esta listo, todo está listo pero para pedir territorio completo y en los noventa lanzan la iniciativa para las Américas de papá Bush. Esa iniciativa para las Américas nos dice mucho, porque pega comercio, inversión y deuda ¿Qué cosas tienen que ver? Si el comercio fue desde siempre, si la inversión fue desintegradora y más bien siempre estuvimos en contra y ha dejado huella de rebeliones y deuda ¿Qué es esto? ¿y la deuda no fue responsabilidad de los gobiernos corruptos e irresponsables? Entonces hace pensar esa iniciativa. Pero esa iniciativa que creía que todo estaba listo resulta que como que no lo tenía completo. Se toma su tiempo y pretende tomarse toda la década de los noventa. Pero en ese tiempo le va aparecer un MERCOSUR, que piensan que poco a poco van a tratar de ir logrando que sea el subregional dictado a la medida del proceso continental, que después no les va a resultar exactamente así. Recuerden ustedes a Argentina, que el modelo argentino era el modelo para todos, pero no les va a resultar exactamente así, porque las prácticas sociales no les permiten que la estrategia construida desde el poder se de exactamente igual que como ellos pretenden. Pero esta ofensiva, que está armada militarmente con dispositivos estratégicos y que tiene cómplices en Latinoamérica a nivel de gobierno, resulta ser que este compendio de cosas, no sólo se quedo allí, sino que en la década de los noventa la estrategia estaba dando saltos de gran dimensión. El primer salto es el de la Organización Mundial del Comercio, pero fíjense ustedes que el salto de la Organización Mundial de Comercio lo acuerdan en abril-mayo de 1994 para que entre en acción en enero del 1995. Y en diciembre del 1994, o sea, un mes antes de que el otro dispositivo estratégico entre en acción, firman la primera Cumbre de las Américas. Esta primera Cumbre de las Américas, que se ha dado a simplificar en ALCA, no porque el ALCA sea menos importante que la importancia que le hemos dado, no. Pero porque la Cumbre de las Américas no es sólo ALCA. El ALCA es el nudo final del tejido económico que venían elaborando, que venían tratando de tejer. Pero la Cumbre de las Américas es mucho más que eso, porque es la transformación total del sistema interamericano. Es tan total que ahora se habla de “comunidades”, no hay más Estados, hay únicamente comunidades y a eso hay que meterle el coco como se dice. Es una transformación del sistema interamericano que habla de las comunidades nacionales de las Américas. Así ha sucedido y avanzando el proceso de la estrategia, avanzando la OMC y avanzando lo que ellos pensaban que iba a tener pocos obstáculos, que era todo el compendio de la transformación del sistema interamericano que encerraba las cumbres, el acuerdo entre las Américas, resulta que eso se firma en diciembre de 1994. Ojo, pero ya en enero de 1994, o sea, nueve meses antes, Chiapas, había dado un grito, había dado un grito de alarma, ¿por qué? Porque Chiapas ya sabía de qué se trataba, porque el TLC de Norteamérica, ya le había dicho a los mexicanos que era una lucha por territorio y Chiapas pide tierra, Chiapas pide territorio. Y no es porque haya sido el primer grito, no, porque ese grito lo que va a ser es despertar todo lo que subterráneamente venía andando en el movimiento indígena y en el movimiento campesino. Ese grito lo único que hace es ponerlos es en alerta para que se esté pendiente de que es lo que se va a firmar en diciembre de 1994 y de lo que va a comenzar acontecer después de 1995, con la  OMC y con todo lo que tiene relación con el comercio que para ellos parece ser toda la vida de la gente. Entonces, en esa situación, resulta ser que comienzan a adecuar todos los subregionales. El Acuerdo de Cartagena se transforma en Comunidad Andina y al transformarse en Comunidad Andina, genera también su propio sistema de integración que son unos órganos e instituciones con expertos no electos, por supuesto si no, pagados, asalariados, contratados; con un conjunto de expertos que de allí para adelante van a tratar de, o van elaborar todo lo que tiene que ver con la estrategia a continuar a nivel de los gobiernos. Entonces, esa es la parte que corresponde, digámoslo así, a la pelea o a la lucha entre los gobiernos. El problema es que el proceso que aquí empieza en el 1998 conduce, primero a generar como una grieta que en vez de irse rellenando o cerrando, se va abriendo. Es una grieta en ese proceso que ya estaba listo, pero una grita que se va a ir abriendo porque las resistencias de todo el territorio latinoamericano van también ayudando con el eco de su solidaridad a que se abra, ¿pero qué pasa con este proceso? Este proceso es importante y por eso es que los ataques han sido tan fuertes, tan precisos y con una dimensión de gran inteligencia, porque el 2002 que nosotros pasamos algún día, cuando lo volvamos a ver con lupa nos vamos a dar cuenta que fue tejido con una gran inteligencia y se suponía que teníamos que sucumbir para el 2 de diciembre del 2002, pero no sucedió. Entonces, ser gobierno y generar espacios constituyentes soberanos, he allí el grandísimo problema. ¿Cómo se es gobierno? Se sienta en la mesa, como dice Eduardo y ¿qué se hace allí? ¿qué pasa con el ALCA y con la lógica del ALCA? Pero al mismo tiempo Chávez está saltando internacionalmente, generando y proponiendo espacios constituyentes, soberanamente, estando y tratando de estar en todas partes, para no dejarse atrapar en ninguna. Creo que eso es un parte de nuestra política internacional, que sin bien es cierto que no es compartida -ojalá fuera- por el conjunto de todos aquellos funcionarios que ejercen el servicio exterior, es una parte importante del proceso. Porque eso de querer estar en todas partes, que significa no dejarse atrapar en ninguna, pero permanecer en todas, que lo muestra un hecho de gran dimensión que es el 12 de julio de 2004, cuando Chávez les dice a los tres como los llamó: “los tres hermanos andinos” que le están pidiendo permiso a Venezuela para ir a los bilaterales con Estados Unidos, les dice: “Venezuela respeta la soberanía de ustedes y pueden irse al bilateral con Estados Unidos -Venezuela se los permite, porque tenían que pedir permiso a la Comunidad Andina de Naciones-, pero para que ustedes le respeten la soberanía a Venezuela”. Pero inmediatamente les dice: “Tenemos cuatro años en que somos permanentemente violados en esa soberanía por el imperio, ¿y yo quisiera saber dónde está la solidaridad de los hermanos?” Entonces, allí tenemos una lección en ese solo acto. Venían de Mercosur y aterrizaba en la CAN, con esa expresión. Esa es una expresión que hay que seguirle la pauta, hay que tomarle el pulso porque es una expresión que nos está diciendo “hacia donde” y “por donde”. Pero al mismo tiempo está pensando en ALBA. Al principio -y esa es una de la cosas interesantes de ese proceso, porque nos enseña a reconocer en el camino nuestras propias limitaciones errores y a corregir- Chávez es cierto que lo piensa como amanecer, pero inmediatamente lo traduce como la exigencia que le hace el mundo actual, supuestamente “en alternativa a”. Después vuelve de nuevo a corregir ¿Por qué? Porque se da cuenta que no es alternativa nada. No es que sea alternativa, es al mismo tiempo, no es “después de”, no es una lógica paralela a la otra, no es “tú sí y yo no”, no. Ese amanecer es total y radicalmente una “otra lógica”, entonces no es alternativa, es a la misma vez. No logra detener a lo otro, no, sino que logra caminar y como es en multitudes, porque significa pensar en grande, no es entre gobiernos, si no es “en multitudes”, es a la misma vez e irá socavando en el tiempo lo otro y lo dejará tendiendo sobre la tierra, pero no tocará tierra. Entonces el ALBA es la unión de los pueblos. Pero allí viene el problema. ¿la unión de qué pueblos? Porque no es la unión de esos pueblos que se sienten o que se identifican a la fuerza con la idea de país o con la idea de gobierno. Porque es la unión de los pueblos que tienen que irse dignificando, que tienen que ser ellos mismos, que tienen que reconocerse. El problema de la identidad allí es central y allí hay una pelea. La identidad es lo mismo que la ciudadanía, es ser ciudadano o es pertenecer a una cultura. Allí hay un debate. Yo digo que es la unión de los pueblos que se han de hacer alfabetos porque es el tiempo de la letra, de la palabra, de la escritura con un sentido de vivir y de vivir dignos, pero es un conjunto y una idea para elaborar, pero para elaborársela con el hacer cotidiano, y he allí lo difícil. ¿Cómo elaboramos algo con un hacer cotidiano tan complejo y tan diverso y entre multitudes? Por eso en estos días yo decía en un foro, que yo celebraba el despelote, pero un despelote que hay que celebrarlo desde adentro porque desde adentro uno reconoce la diversidad y ve el orden y las posibilidades de cada uno de los aspectos que comprenden ese despelote. Es decir, que no hay tal despelote, pero para el que lo ve con los ojos del analista, lo ve como un despelote, ¿por qué? Porque no se trata de cualquier cosa, se trata de una cosa demasiado grande, porque el ALBA es una visón de mundo desde nuestra América que no comulga con la lógica imperial del ALCA. Porque el ALBA se propone desde los pueblos coagular al ALCA a nivel de los gobiernos, dejarla suspendida en la práctica de los funcionarios y no dejar que toque tierra ni se apropie del territorio, dejarla firmada, pero que no toque tierra. ¿Por qué? Porque el ALBA es integrar la capacidad de los pueblos y de sus territorios partiendo de las necesidades de los pobladores de esas tierras, ¿pero cómo reconocemos las capacidades? ¿Cómo podemos escribir sobre tus necesidades? ¿Cómo puedes saber sobre las riquezas de tus territorios? ¿Cómo? Y es allí donde yo creo que hay una lección para el ALBA. Primero, haciendo un esfuerzo al interior de los territorios, con ese proceso endógeno en las entrañas de los territorios propios y soberanos de esos diferentes pueblos, porque son pueblos indígenas, son pueblos campesinos y son pueblos citadinos, ocupantes de un territorio que siempre ha sido deseado desde el tiempo de Colón. No es novedad que sea deseado, no es novedad que nuestras riquezas en aquel tiempo, cuando Colón llego, los aborígenes lo tenían guindando en la nariz, era el oro, era el metal y expresaban en su artesanía, en su trabajo sobre el metal, su capacidad. Entonces, siempre han sido riquezas deseadas en los diferentes tiempos de evolución de los últimos quinientos y por tomar los menos, los últimos doscientos de expansión de este territorio.

Por eso pienso que el ALBA tiene muchísimo que ver con unas cosas que leemos todos los días en la prensa y que dicen así: “¿Qué es ser lancero? ¿Qué es enterrar el latifundio y la ley de tierras es ley de vida? ¿Qué es y que no es una cooperativa? ¿Cómo se democratiza el crédito? ¿Cómo el gobierno Bolivariano ha ido bajando la deuda publica? ¿Cómo es la revolución en el agua? De eso se trata, de eso que aparece y parece ese despelote, en donde se dice una cantidad de cosas del “deber ser” y de “lo que no es”. Y si leemos lo que no es, nos damos cuenta que exactamente la cultura que han inyectado en todos los pobladores de estos territorios tiene más que ver con “lo que no es” que con “lo que es”. La pelea es una pelea en grande, pero cuando se entiende que es, entra por la piel y se contagia. Pero no puede ser comprendido, no puede ser apoyado por los gobiernos. Un ejemplo de ello es que todo esto es resultado del proceso constituyente, que la gente cuando anda en las calles manifestando contra el ALCA, lo que pide es la Constitución porque en la Constitución se siente muchísimo la identidad entre los pueblos, la unión, la relación entre esos pueblos. En cambio, Chávez acaba de plantear en Río de Janeiro, la posibilidad de que dejen que Haití se reconstituya, se constituya de nuevo. Imposible. Son los cuerpos militares de los propios gobiernos que coyunturalmente son alianza estratégica, entiéndase la complicación del asunto, son los coordinadores de la fuerza de ocupación, entonces no es cualquier cosa. Ni estamos viviendo en tiempos libres de minas, no, estamos pisando territorio minado, porque el Plan Colombia no es Plan Colombia, es Plan patriota y ya nos han dicho que es también nuestra guerra y que ya es de Ecuador y es de Perú, y que sólo faltamos nosotros por entender que esa es la guerra. Pero no sólo lo dicen allí, sino que tienen la película clarita, y dicen que es una guerra cultural que en Colombia ha de ganarse en Bogotá. Entonces lo que tenemos entre manos no es cualquier cosa. Es un tiempo complicado y complejo, como todos los tiempos. Si hubiese gente viva por allá por el siglo XV o XVI, nos echarían los cuentos de cómo es que sucedió la disolución de aquello que dejó a partir del XV y del XVI, pero como no hay ningún vivo que nos eche el cuento, hemos nosotros de seguir vivitos y tratando de elaborar el ALBA que sólo se hace con el día a día de nuestra acción soberana. Gracias. 

 

Moderador: Muy bien, agradecemos a los ponentes que nos han motivado sobre estos temas y les recordamos también al público asistente que para el próximo miércoles 17, tenemos como tema, Seguridad y defensa de la soberanía y estado con las siguientes personalidades, Oscar Battaglini, Armando Lares, Vladimir Lazo y  Eliézer Otayza. Vamos a comenzar ahora una ronda de preguntas. 

 

Juan Rivas: Quiero felicitar la intervenciones de los expositores de hoy. Realmente fueron brillantes las exposiciones del profesor Edgardo Lander, del camarada Eduardo Samán, de la profesora Judith Valencia, de Aram Aharonian. Hay dos reflexiones. Estamos concientes de la experiencia que hubo con el tratado latinoamericano de América del Norte, en la cual México fue la víctima de todo ese proceso de globalización, donde perdieron los derechos sociales, perdieron los derechos culturales, los derechos humanos como las regulaciones laborales y pare de contar. Esa es la primera experiencia de globalización donde México fue víctima del llamado ALCA y lo que significa aceptar las condiciones de un plan hegemónico de dominación de Estados Unidos a través de doscientas empresas multinacionales, significa hambre, miseria y depredación de nuestra vegetación, privatización, eliminación de nuestros estados, en el derecho de la propiedad intelectual soberana y todavía más. Eso significa esas dos imposiciones neoliberales del gobierno imperial, así de sencillo. Es una imposición imperial de recolonización de los pueblos, como lo explicó la profesora Judith Valencia, un modelo de conquista de territorio donde inclusive elimina los ejércitos y se habla de la propuesta que es el ALBA, que como decía el camarada Eduardo Samán, crear un modelo de integración basado en igualdad, en equidad, en la soberanía y basado específicamente en lo que hablamos, el desarrollo interno de los pueblos y luchar contra la exclusión social y el hambre, y respetando la asimetría de los pueblos. Son temas sumamente extensivos. Para explicarlos faltaría mucho tiempo, pero mucha gente no está informada de estos dos parámetros, ni lo que es el ALBA, ni lo que es el ALCA. Inclusive gente que está estudiando en la misión Sucre, en el interior, desconoce estos marcos conceptuales. Creo que a partir de hoy debe haber un comité operativo de movilización, algo así como “los amigos del ALBA” que se comprometan en el futuro a desarrollar estas conferencias, estas experiencias en los círculos trabajadores, en la Universidades, en el interior de la República. Y a la vez trabajar, como dijo la profesora Judith Valencia, una mesa técnica sobre cómo vamos a construir desde abajo el ALBA, que es el freno al ALCA. Ese ALCA que a pesar de estar moribundo, todavía estamos viviendo el peligro porque el gobierno de los Halcones continúa. Esa es mi reflexión. Muchas gracias. 

 

Andrea Coa: Buenas noches. Primero que nada gracias al Colectivo Cultural Pueblo Soberano por poder estar en presencia de un panel como éste que le enseña tantas cosas en tan poco tiempo. Afortunadamente dicen que la humanidad solamente usa un mínimo porcentaje de su cerebro, por lo tanto, en algún lugar de esos recónditos, que aún no hemos explorado, debe haber quedado, guardado eso. La otra cosa que quería hablar, es algo que he oído mucho y la profesora lo dijo: “¿Cómo vamos a construir el ALBA?” Yo cerré los ojos, cuando ella estaba hablando, porque tiene una voz tan armoniosa. Y cuando ella hablaba de que Venezuela abrió una grieta dentro de toda esa estructura que existía, una grieta revolucionaria, yo me imaginé una grieta en la tierra, mientras ella iba diciendo que esa grieta se iba expandiendo gracias al apoyo y al impulso de los pueblos, entonces comencé a imaginarme muchos seres pequeñitos saliendo por esa grieta y la grieta expandiéndose. De pronto me dio la idea de un parto, de un parto revolucionario y eso nos lleva al Che Guevara y todas esas cosas. Realmente ha sido una experiencia extraordinaria todo eso, gracias profesora. Ahora hay esto. Aquí está, en estos cinco equilibrios, aquí está lo que se llama la constitución originaria del ALBA. Aquí primero, la apertura de esa grieta se debe a que por fin alguien, al igual que ocurre en una gran represa, es necesario abrir una grieta, luego toda esa fuerza, se desencadena y termina derrumbando las represas. Nosotros hemos abierto las grietas y ese parto revolucionario se desarrolla. Aquí estaba leyendo algo, y en el plano político, territorial, internacional, social,… -casi me lo se de memoria, lo he leído muchas veces- aquí está el A-B-C del Alba y mientras alguien podría preguntarse cómo vamos a construir desde abajo el ALBA, el presidente Chávez está haciendo ese trabajo desde hace tiempo. Por ejemplo ¿qué gobierno más entreguista que el gobierno de Colombia? Uribe le limpia la suela de los zapatos al tío Sam con la lengua, virtualmente, es uno de los hombres más entregados de este continente junto con Alejandro Toledo y el Traidor de Lucio, de Ecuador, todos saben. Pero ¿quién es más traidor que Uribe? ¿Que además miraba con un arrojo homosexual a Chávez el día de ayer? Ustedes pueden verlo en la foto como le tenía la mano agarrada a Chávez, parecía una mujer enamorada. No es que me quiera burlar del traidor, es que de Chávez todo estamos enamorados, ahora. Pero ¿qué ocurre? Que ese tipo ha firmado un convenio bilateral con Estados Unidos. Incluso el mismo decía al tío Sam: “díganme ustedes que quieren que firmemos ahora mismo”. Ayer, en esa reunión que tuvo Chávez con Uribe, se acordó realizar un centro de desarrollo endógeno entre los dos países. Eso quiere decir que mientras en las mesas de discusión ellos lo están entregando, Chávez por debajo les está metiendo el ALBA. Y de esa misma manera es como se ha ido desarrollando en todas partes. Donde quieran que va el presidente, se comienzan a hacer convenios y esta misma fuerza ha estado despertando, esta misma fuerza de la grieta, nosotros, los seres minúsculos de la tierra salimos por fin a respirar el aire y a ver al sol de la revolución. Esa misma fuerza ha impulsado otra fuerza y eso va a dar más impulso al ALBA. Yo estoy segura que esa grieta abriéndose ayudó al triunfo, por fin, de los Tupamaros de Uruguay. Y esa misma fuerza ha logrado que los Sandinistas comiencen a levantar la cabeza después de que los aplastaron. Creo que esa es la construcción del ALBA. Nada que ver con un parapeto que hay que firmar, que los expertos…Yo estuve una vez en una reunión de las reuniones que se hacían del ALCA , coleada gracias a que el doctor Samán me lo permitió. Esa reunión fue en una sala del CONAC y era más pequeño que todo esto. La gente estaba toda bien apretada. todos los expertos con sus sacos, con sus trajes y con sus carpetas, pero resulta que los negociadores nuestros que estaban hablando ahí, hablaban del ALCA como si fuera la madre, la propia, y aparte de eso, dijeron: “primero había que ver las partes positivas y las partes negativas”. Dijeron seis aspectos positivos y hasta este momento estoy esperando los aspectos negativos del ALCA. Es cierto eso que dejó pasar la profesora sobre nuestros funcionarios. Ojalá que la gente nuestra del Servicio Exterior estuviese consustanciada con esto. Y no es cierto. Para el Servicio Exterior va la gente que está molestando mucho en el país y eso es un flanco. Sin embargo, nuestro presidente, parece ser que puede más que todos ellos. Y si, hemos estado construyendo el ALBA. Me gustó mucho cuando dijo Chávez sobre hacer un centro de desarrollo endógeno con Colombia. Y pensé: “perfecto, se los está metiendo”. Bueno, buenas noches. Gracias. 

 

Carlos Suárez: Porque uno viene de una cultura a contra corriente y me voy a poner a contra corriente. Por supuesto, ni por asomo quiero desvalorizar la figura de nuestro presidente, de nuestro estratega, de ninguna manera. Creo que cumple un papel importantísimo en este proceso, en cuanto a su liderazgo, a como ha ganado a partir de las emociones, de una emoción y de una conciencia que nos llevó a actuar el 12 de abril, el 13 de abril, a poner el voto en 1998, pero eso aclarado y forma parte de mi militancia política y de mi actuar cotidianamente. Pero quiero intentar, sobre todo con los jóvenes y compartir con todos esta reflexión. Es el papel de nuestro pueblo y el papel de nuestra inteligencia, de nuestros pensadores, de nuestros poetas, de nuestros escritores, de nuestros pintores. Hay un título interesante que ha sido introducido en Monte Ávila que se llama Memoria Resistencia, que van a ser dos o tres, porque una sola publicación no la abarca. Ese primer trabajo que lo hace Mario Sanoja, aborda cómo nuestras culturas primeras, nuestros tatarabuelos, no se sometieron. No sólo los intentaron dominar, sino que los martirizaron. Hubo un genocidio de nuestras culturas primitivas y no porque estaban sentaditos ellos, sino porque ejercieron una resistencia. Pero después, en esa otra historia, y uno tiene que hablar inevitablemente de la historia, ¿Por qué? Porque, creo que fue en el gobierno de Caldera que se llegó a cuestionar -cuando se revisaba el pensum de estudio, ya en la onda larga neoliberal- que si era necesario estudiar la historia. Solamente el plantear la cuestión, lo que implicaba eso. Cualquier maestro como éste que les habla, sabe que para los niños, la dimensión tiempo y la dimensión espacio son importantes. La dimensión tiempo la da la historia y la dimensión espacio, lo da el conocer el propio país, nuestro contexto de América Latina y el mundo. Si no estás ubicado en esos dos inicialmente y algunos otros instrumentos, estás fuera del juego cultural, estás fuera del juego de la reflexión, estás fuera del juego del conocimiento. Entonces quiero destacar el aporte de esas comunidades, pero después de lo que consideramos nuestra inteligencia. Por decir así, fuera de tiempo cronológico, un Martí que se muere con un fusil en la mano, combatiendo, y leemos a Martí, la simpleza esa de la Rosa Blanca que todavía para mí fue un enigma. Es un poema pequeñísimo y es un canto de amor al otro. O el chino Valera Mora, por hacer una referencia más nuestra. O cuando el asalto al cielo que fue evidentemente por un pequeño grupo en los años sesenta aquí. Entonces, toda esa historia protagonizada por algunos liderazgos de reflexión. Quien insurge en 1989 y da un sacudón enorme a las corrientes neoliberales, es el pueblo caraqueño, sin conducción política. Chirinos, uno de los comandantes le parece que la historia la comenzaron el 4 de febrero. Pero tuvimos que decirle en un auditorio: “pero compañero Chirinos, el 4 de febrero de 1989 a este pueblo lo masacraron en la calle”. Y desde 1992 hasta 1997, en esos cinco años, hubo una profundísima reflexión. Nuestro líder, junto con lo que llamamos la inteligencia, buscando cuál era el camino, si la abstención, la vía armada, la vía democrática. Fueron cinco años de trabajo interno para determinar un programa, determinar una vía de acceso al gobierno o al poder o al poder/gobierno. Entonces ese papel de esa inteligencia que está viva, pero que todavía no tiene un primer nivel de acción, porque después del 31 hubo sacudones contra ciertos acomodaticios que copan el burocratismo de Estado, que todavía los grandes juegos de las grandes decisiones, están puestas en manos como los consejos locales de planificación y de una constituyente que estoy llamando. Entonces todo ese juego, rico juego, valioso juego, juego de una inteligencia que hay que ejercitarla todos los días y por eso nos mantiene despiertos. Uno no lo quiere dar como un axioma, pero hay que darlo. El presidente Chávez es el referente, pero también hay un pueblo y una inteligencia que han cumplido y siguen cumpliendo, y debemos seguir cumpliendo cada día con las mayores exigencias que nos plantea este momento histórico que nos agarró aquí. Eso es todo. Muchas gracias. 

 

Héctor Sánchez: Buenas noches. Para quienes no me conocen, mi nombre es Héctor Sánchez. Soy estudiante de estudios jurídicos en la UBV. Estamos aquí acompañados por el profesor de la cátedra de nosotros, el profesor  Alex Díaz, quien nos convocó a un grupo bien reducido por cuestiones de espacio, pero la inquietud era para más de cinco aulas. Fuimos seleccionados apenas doce. Como estudiante de derecho y bajo las clases y la visón de la universidad, siempre nos hemos inclinado hacia el derecho social, que es uno de los derechos donde influyen tanto el derecho económico, político y cultural. Eso engloba lo que es el derecho social. En Venezuela están garantizados tanto el derecho o la garantía hacia el ciudadano por convenios internacionales, donde se le da una sustentación al individuo, se le garantiza su poder económico, que pueda sustentarse, se le respeta su cultura y aparte de eso también, constitucionalmente, se ve garantizado también el individuo. Si nosotros llegásemos al ALCA, estos derechos estarían mermados, estaríamos en condiciones cero. Esto, más que una pregunta es una reflexión, porque entonces tendríamos que estar nosotros a dispensas de los reglamentos y las leyes que el ALCA nos aplique a nosotros. Y si nosotros aceptáramos esto, tendríamos que derogar la Constitución de 1999. Entonces, este proyecto de Constitución que está vigente, que fue un esfuerzo del soberano, porque por primera nosotros tuvimos participación, todo esto que hemos nosotros logrado, se iría al vacío. Tendríamos que comenzar de nuevo y a dispensas de lo que estos señores nos harían o nos van a inculcar, o a decir hagan esto o lo otro, porque van en contra de los intereses de nosotros. Esa era la reflexión. Gracias. 

 

Del público: Esta pregunta es para la profesora Palencia, ¿a qué se refería cuando al final de su charla dijo que era una guerra cultural que ha de ganarse en Bogotá? 

 

Claudio García: Buenas tardes. Yo vine desde Maracaibo justamente por este foro que hablaba de la diversidad cultural, el ALBA y el ALCA. Vine con mi saco y mi carpeta. Vine con la expectativa de que aquí se iba a trabajar, a hablar sobre el problema de la diversidad cultural. El panelista Aharonian habló de uno de los aspectos de la guerra cultural que ya señalaba el profesor Lander. Pero esa guerra cultural tiene muchas aristas y lo del problema de los medios de comunicación, que forman parte de las industrias culturales, es apenas un aspecto. Es decir ¿cómo enfrentar eso? Porque si nosotros pensamos en la experiencia de Brasil, donde O’ Globo se convierte en una gran empresa asociada a los capitales trasnacionales, que supuestamente pudo haber empeñado esa lucha de recuperación de la cultura brasileña, de apuntalamiento de lo que sería una cultura nacional, en relación de lo que sería esa diversidad cultural que hay en Brasil, pues enorme y muy rica, ¿cómo se plantearía aquí en Venezuela, dentro de este proyecto? Porque si bien es cierto que los medios de comunicación más poderosos están en manos de la empresa privada y son la punta de lanza de la ofensiva cultural, que ellos si tienen claro ¿Cuál es el planteamiento desde acá? Porque ciertamente, como señalaba Aharonian los medios de comunicación alternativos apenas son “el 5% de”. O sea que las posibilidades de ese conocimiento, de esa transmisión y de esa divulgación de los planteamientos de lo que sería la alternativa cultural frente al avasallaje de los medios de comunicación, como expresión de esa guerra cultural ¿Cómo integrar esa diversidad cultural de las 34 etnias indígenas, de lo que se hace en los barrios, en los pueblitos de los Andes, del Zulia, de Oriente, con lo que se hace en las universidades, con el saber académico? Y el profesor Lander tiene trabajos a ese respecto. Es decir ¿Cómo integrar todas esas propuestas de resistencia cultural frente a lo que son las industrias culturales que son la punta de lanza de la globalización? 

 

Cristy Jean Ruiz: Soy estudiante de la Universidad Bolivariana también. Mi pregunta es la siguiente: en el dado caso y supuesto caso negado de que el ALCA se apruebe en países como Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia ¿Venezuela estaría obligada también a firmar ese tratado de libre comercio? 

 

Katiuska Benítez: Buenas tardes. Tengo dos preguntas. Una para el profesor Eduardo Samán y la otra para la profesora Judith Valencia. La primera ¿Por qué se dice que el ALCA amenaza la soberanía jurídica del Estado. Además de estados Unidos ¿quién se beneficia? ¿Qué pasó en México y Canadá cuando firmaron en 1994 el NAFTA? Y para la profesora Judith ¿qué mecanismos de defensa tiene el ALBA frente a una reacción de Estados Unidos y los defensores del ALCA como lo es Álvaro Uribe? 

 

Moderador: Vamos ahora con las respuestas. 

 

Aram Aharonian: Primero que todo yo creo que no hay una política cultural. No hay una política comunicacional, no la hubo durante mucho tiempo, ahora se está tratando de enmendar. Una política comunicacional no es que se junten cinco genios y decidan. Allí tienen que intervenir todos los organismos del Estado y todos los organismos que están dentro del proceso de cambio. Creo que hay un desconocimiento del país real y hay una falta de interés en conocerlo en general. No hay un trabajo en este sentido. Por ejemplo, yo te voy a decir algo que me pareció sorprendente, lo investigue y era cierto. En el año 2000 a 2001, el CONAC mando a hacer 19 cortos que se llamaban Venezuela temática, de un minuto y medio a dos minutos, y se hicieron en todo el país, sobre las realidades o sobre las tradiciones de cada región del país, producida por gente de la zona, actuada por gente de la zona. Se pagaron los 19 cortos a costo no bajo. Se hicieron cinematográficamente, para poder reproducirlos en televisión, o sea, para poder llevarlos a todos lados. ¿Qué hicieron en la dirección del CONAC? Los metieron dentro de una gaveta. Durante 3 meses estuvieron peleando para poder hacerlos. Se pasó uno de ellos una vez en Vale TV, se pasó otro de ellos una vez en el canal 8. Son 19 joyitas muy bien hechas. Una te puede gustar más, una te puede gustar menos, pero están muy bien hechas. Representan una idea sobre lo que había que ir presentando lo que son las tradiciones, las realidades del país, la música, incluso hay una muy divertida, me acuerdo, de un motorizado en Caracas, que es un personaje urbano, y allí están guardados. Todos aquellos que han querido hacer cambios, han quedado en la gaveta, engavetados. La burocracia está metida por todos lados. Eso que hoy descubre Chávez de que la burocracia nos está matando, aquellos que quieren crear algo, lo han sufrido en carne propia. ¿Qué es lo que pasa? Durante todos estos años no se hizo una industria discográfica para levantar los valores nacionales. No hay cortos cinematográficos, no hay cortos de televisión. Algunos últimamente, están trabajando sobre eso. Los ministerios gastan millonadas en hacer pequeñas cosas, pero donde siempre aparece el ministro abrazando a Chávez. No interesa la gente. Yo se que esto me está cortando las alas por todas partes, no importa. Creo que alguien lo tiene que decir.

La oposición empezó a darle coñazos al gobierno porque no hay una política comunicacional que informe lo que se haga, o no lo había, ahora ha mejorado sustancialmente, no la había. Incluso un ministro que en ese momento era viceministro dijo que la mejor política comunicacional era no tener política comunicacional. Cuando subió este gobierno lo primero que hizo la gente que subió con este gobierno, fue desmantelar el aparato comunicacional del Estado. El señor Ministro de la Secretaría se llamaba Alfredo Peña, hizo muy bien su trabajo. En el ámbito de la cultura no se hicieron los cambios que se prometieron, no se tomó la cultura como un movilizador, como un profundizador de los cambios. Quizá hayan cambiado los protagonistas, antes los que recibían subsidios eran tales y ahora los que reciben subsidios son otros. Cuando se quiere hacer cambios más sustantivos la gente progresa más rápidamente, del cargo, ya era director o presidente del organismo. Creo que falta voluntad política e incluso me preocupa la Ley Orgánica de Cultura, que es otro adefesio, por lo menos lo que estaba hace un año, no tengo la versión nueva, y es un adefesio como lo es la Ley Resorte que ahora se está corrigiendo, por suerte, se está corrigiendo aparentemente de manera sustantiva, pero deja en manos de una gerencia, de un instituto técnico como es CONATEL, todos los contenidos de los medios de comunicación. Eso es un mamarracho y si nosotros no tenemos la valentía de creer que no se pueden decir las cosas porque eso atenta contra la revolución, es ser muy malos revolucionarios. La gente que no quiere los cambios son los que no les dan pie a la participación de la gente, de los creadores y del pueblo. Son aquellos que le tienen miedo a la gente, son aquellos que dicen que los patrulleros sirven para buscar una silla de ruedas a la viejita en el barrio. Entonces todo ese trabajo de organización de las bases que se quiera hacer, también va a ser cortado y coartado por aquellos que pretenden formar la nueva burocracia, y si no, va a seguir lo que ha venido sucediendo. Se han ganado espacios en los medios de comunicación, ya hasta parecen noticias en los diarios. Durante tres años los diarios no traían noticias, traían descalificaciones. Nadie informaba lo que pasaba en el país, ni la prensa comercial ni el gobierno. Entonces acá la gente se iba enterando por los coñazos que pegaba uno, por las defensas que hacía el otro. El gobierno estaba en situación de boxeador noqueado, es decir, siempre había una política reactiva y no preactiva. En materia de cultura no sucede eso. No hay una política reactiva porque no ha cambiado nada, porque los mismos de siempre siguen estando donde están, y muchos de aquellos que se dicen revolucionarios se están lucrando a costillas de esta revolución sin hacer ningún cambio ni haciendo nada a favor de ella. Es fácil verlo. Quienes son los que están siempre, quienes son los que no están y los que no estuvieron. Y lamentablemente esa es la realidad. Pero para hacer los cambios hay que exigirlos desde abajo, hay que organizarse y hay que pelear, como pelea por ejemplo “El círculo de tiza” que es una cooperativa de cineastas que quieren destruir desde el Ministerio de Cultura, como pelea una cantidad de gente que se va agrupando para seguir adelante, como pelea gente de distintos ámbitos de la cultura. Pero si nosotros no entendemos qué es la cultura, si no entendemos que estamos en una guerra cultural e ideológica, en una guerra en una guerra por la subsistencia de nuestras naciones, estamos jodidos. Yo estoy de acuerdo contigo, tenemos una cantidad de cosas para hacer, pero hace cinco años y medio que las tenemos por hacer y hay gente para hacerlas. 

 

Judith Valencia: Bueno, donde termina Aram empiezo yo para comentar el problema de la guerra cultural y la pregunta que me hicieron de por qué hice referencia que la guerra cultural, según James Hill se define en Bogotá. Lo que estaba tomando era una expresión de el que era general del comando sur de Estados Unidos, que a principios de octubre señaló, no solamente que la guerra de Colombia, Venezuela tenía que reconocerla como su guerra, sino que esa guerra por ser una guerra cultural tenía que ganarse en Bogotá. Lo que estaba tratando de destacar es que el adversario si entiende que es una guerra cultural y que nosotros tenemos que dimensionar ese aspecto de nuestro hacer. Como dice Fernando Solano, La América Way Of Live, el cineasta argentino, tiene ya tiempo desde Hollywood, todo lo que es la década de los treinta del siglo XX, diciéndonos donde es que esta la felicidad. Pero eso que nos dicen, de donde está la felicidad, no lo podemos contrarrestar con cosas como borrar la historia. Hoy escuché un programa en Vive TV, una conversa entre Reinaldo Bolívar y Héctor Acosta en relación al problema de la estatua de Colón, era una de los tantos temas que tocaron, y Héctor Acosta hacia una reflexión sobre el problema y Reinaldo Bolívar sacó como ejemplo una propuesta que está ahora en el gobierno español, de borrar a Franco de la historia, cosa que me preocupó terriblemente porque culturalmente si se borra a Franco, ¿qué queda de la guerra española? Si tú borras a Franco, te llevaste la guerra en los cuernos y simplemente el reinado del siglo XIX continuó después de la década de los ochenta, es una locura. No puede ser un “quítate tú para ponerme yo”. Hay que estimular la relectura que te da el contexto de hoy de la interpretación de los símbolos de antes, que fue lo que en definitiva quedó en ese programa de Vive, que quedó muy bien, porque eso es un poco el planteamiento que ahí se hace. Es una guerra cultural, pero una guerra cultural que no se resuelve con ese tipo de cosas y yo pienso, para el compañero que viene del Zulia, que tampoco hay que integrar esa diversidad cultural, no. No es hacerlas iguales, lo que entendí de tu interpretación es hacerlas iguales, no, es dejarlas ser, es permitirlas, es apoyarlas, es que todas acontezcan con iguales derechos y deberes dentro de su cosmovisión, dentro de su diversidad cultural, porque si no, es pretender romper con sus ritmos de tiempo, es pretender que todos agarren un celular y se peguen a Internet, y yo pienso que eso es una ruptura cultural, más que una integración cultural. Entonces la integración cultural es ponerle el espacio, permitirle ser, permitir que desarrollen su existencia a través de su cosmovisión y no es la disciplina de controlarla, no es la integración por la vía del control sino la integración por la vía de la unión. La unión, pero dejándolas hacer. ¿Qué mecanismos de defensa tiene el ALBA frente a una ofensiva de estados Unidos? Mira, esa eso primero, es una respuesta bastante irresponsable porque lo que te voy a decir sería los pueblos y decir los pueblos, es ver la Televisión, ver a Dossier todas las noches y ver cual es el mecanismo de defensa, que es terrible. Entonces, lo que hay que pensar es que esa situación nunca llegue, y cuál es la única manera de que nunca llegue, yo creo que acelerando nuestro proceso de multitud, contagiándolo cada vez más. Creo, como dijo alguien, no recuerdo exactamente quien, que el triunfo de los Sandinistas, el triunfo en Uruguay, el no dejar atrapar a Torrijos y que ya lo están atrapando, allí están las cosas, el CARICOM que no termina de reconocer el gobierno en Haití, si no que profundice esa situación, allí es donde está. El problema es que no se puede hilar fino solamente dejando a Chávez con esa responsabilidad, me parece horrible y entonces ahí se junta lo que decía sobre cómo masificar, que no puede ser también el nicho de la localidad. El nicho de la localidad es importantísimo, pero fíjense ustedes una de las discusiones recientes del movimiento indígena, en Quito, es volver de nuevo a la comunidad, o sea, como Lucio nos traicionó, volvamos de nuevo a la comunidad. Y eso es lo que dicen, no se quien dijo por aquí también, las ONGs internacionales que vienen con el financiamiento. Eso es lo que les dicen: “mira como te traicionó, volvamos a lo chiquito”. Esto no puede ser porque es una necesidad de lo grande, pero lo grande hecho desde la multitud, no de lo grande hecho de la firma de asignación de cosas grandes, no. Porque nuestros gobiernos se han vueltos chiquitos por cómplices, y cuando hablo de nuestros gobiernos hablo de todos los otros menos el nuestro, pero de nuestros gobiernos en el sentido latino americano, ¿de acuerdo? Gracias. 

 

Eduardo Samán: ¿Qué pasa si el ALCA va sin Venezuela, que es la pregunta anterior? 

 

Judith Valencia: No es un acto de obligación, el problema es muchísimo más complicado. Es lo mismo que pasa en la OMC. Son compromisos que en algún momento hay que ir institucionalizando. Son compromisos que hay que ir adecuando en nuestra legislación a los compromisos que se van adquiriendo, ese es el detalle. Yo diría que con la situación actual del ALCA, en el sentido de que ya MERCOSUR planteó que si dos niveles y todo lo que hay ahora de desmembramiento, que ya todos los demás se fueron por la vía de los TLC, entonces los TLC son bilaterales y allí no estaríamos nosotros, pero esos bilaterales nos los meten por la vía del G-3 que ya sumaron a Panamá, que está México que es del norte. O sea, por todas las vías nos están metiendo todo lo por meter. No es simplemente que Chávez le esté metiendo a Uribe el núcleo endógeno. Es por todas partes. El problema, y eso lo dicen mucho por allí cuando hablan del ALCA, son como negociaciones que son vacías y sin gente, son electrónicas. Entonces allí estaría la posibilidad. Por ejemplo cuando el señor encargado de las negociaciones por Estados Unidos dice: “a Venezuela no la podemos convocar a un TLC, porque tardaríamos diez años en la discusión de los TLC”. Bueno, de eso se trata, entonces ya eso es un paso adelante. El hecho de que reconozcan que nosotros haríamos que los TLC duren diez años, entonces diez años son diez años, y en diez años la resistencia avanza y de eso se trata. Por eso es que el problema no es “si” o “no”. El problema es “si y no”. O sea, son las dos cosas. No es el referéndum del 15 de agosto, es todo a la misma vez. Son todos los campos de batallas abiertos en el mismo tiempo, pero con lógicas diferentes. Una lógica es la lógica del ALBA y de los pueblos y otra lógica es la que hay que jugar en la mesa de la negociación. Lo mismo pasa en la OMC. La OMC abre una rendija y por ahí pretenden meterse todos los demás con el ALCA. Entonces nosotros no abrimos rendijas, abrimos grietas y muy bueno el símbolo de que por allí salen todos los pobladores gritando territorio. Gracias. 

 

Eduardo Samán: La única pregunta que queda por contestar es ¿Por qué digo que viola la soberanía? Soberanía es identidad o territorio. Todo lo que socave la identidad o que nos quita todo lo que es el concepto de territorio, está atentando contra la soberanía. Específicamente en el capítulo de propiedad intelectual, hay un artículo donde una vez firmado el ALCA, nos obligan a firma el PCT que es el Tratado de Cooperación en Patentes. Ese tratado lleva a la creación de la Patente Mundial. Ustedes saben que la patente, es un derecho que otorga el Estado y ese derecho se otorga en un territorio, o sea que si se patenta algo en Venezuela, eso vale en Venezuela, no vale en Colombia no en Perú y hay que patentar en Venezuela, en Estados Unidos, en Europa, si se quiere proteger la inversión, porque es un derecho territorial. Entonces, nos quita eso, o sea, le quita la potestad al Estado Venezolano de otorgar un derecho en territorio Venezolano, y le da la potestad a la OMPI -Organización Mundial de Propiedad Intelectual-, de otorgar ese derecho y eso atenta sobre la soberanía abiertamente. Otro, por ejemplo, es que al constituirse el ALCA en una súper ley, ya nuestras leyes se minimizan, pasan a ser normas. Por ejemplo, lo que tiene que ver con la extensión de la materia patentable, y el patentamiento de la vida que proponen en esos documentos del ALCA, tendríamos que modificar la Constitución Bolivariana que prohíbe otorgar patentes sobre el genoma de los seres vivos, modificados o no, eso es el artículo 127. Tendríamos que modificar el artículo 127 para poder firmar el ALCA tal como está. Entonces, abiertamente afecta la soberanía y hay ejemplos concretos de porqué afecta la soberanía, como el desregularizar todo, el abrir los aranceles y quitarle la potestad del Estado como regulador. Eso es cesión de soberanía. Cada vez que se firma un tratado de estos de alguna manera se cede la soberanía. El hecho de constituir un tribunal mundial o un tribunal continental donde los países se someten a una jurisprudencia que son supranacionales, eso es cesión parcial de la soberanía. Y todo esto está en el ALCA. Te van a juzgar con un tribunal que a lo mejor está en Washington o en Panamá, o no se donde. Por eso es que se dice que viola la soberanía.

La pregunta que yo quería hacer: ¿el ejecutivo, el gobierno bolivariano, junto con los alcaldes “bolivarianos”, gobernadores, están en sintonía con esto del ALBA? ¿Están entiendo al presidente cuando él habla del ALBA, están actuando en función del ALBA? Vamos a ver. Hay alcaldes en municipios que son verdaderos caudillos. Ahí no hay ni inicio de ALBA, es más, ahí no hay ni democracia participativa para nada, ni democracia representativa. Ahí hay una suerte de feudalismo donde tú ves que en algunos municipios y estados llaneros todavía hay la forma de explotación más vulgar que es la explotación de los niños, donde niños de 8 y 10 años no van a la escuela si no que cuidan becerros, que son los becerreros. Eso todavía se ve en territorio bolivariano, con alcaldes bolivarianos y yo creo que hay que ser críticos. Esto lo digo porque no estamos en un momento electoral y me arriesgo al decirlo, pero hay que hacerlo. Creo que mientras más críticos somos, más reafirmamos nuestro compromiso. Yo reafirmo mi chavismo con ser crítico, porque si no sería taparnos la cara. Nosotros tenemos aquí un súper intendente de aduana con una ley anti-piratería haciéndole el juego a Microsoft y a Estados Unidos y a todos eso, con una campaña de intervención que usa esto de la piratería como excusa y que de paso, es una piratería creada por ellos, así como crearon el narcotráfico en Colombia y ahora lo usan como excusa para la intervención. Esto es un plan de intervención donde usan la piratería como excusa. En estos días estaba viendo un programa de televisión donde estaba el director del INDECU, diciendo que van a iniciar una campaña para cambiar los hábitos del consumo del venezolano, pero entonces esa campaña se basaba en las normas de etiquetado, en que a las comidas hay que ponerles las calorías, así como Frito-Lay, y que nadie sabe qué carrizo son esas calorías, pero que le ponen el contenido nutricional. Entonces el hábito de los venezolanos es que vamos a comprar lo que tenga esa norma de etiquetado, es decir, vamos a comprar Frito-Lay, pero que el queso telita de Upata que está bien lejos de que ese empaque lleve una norma de etiquetado así, ése no lo vamos a consumir porque ése es pirata. Entonces, creo que aquí los alcaldes, gobernadores, directores y gente del ejecutivo, se está comiendo la fecha pero de la propia autopista. Aquí tiene que haber una reflexión y tiene que haber una recapacitación en relación a esto. Gracias. 

 

Del público: Yo quisiera insistir un poco sobre las cosas que se han planteado en el siguiente sentido. Efectivamente las dinámicas de este proceso que está viviendo hoy Venezuela son dinámicas llenas de tensiones que apuntan en direcciones extraordinariamente diversas, muchas de las cuales marchan exactamente en dirección opuesta a lo que se supone que es la dirección a la cual se supone está globalmente apostando. Estoy totalmente de acuerdo con Aram, en que en la ley de responsabilidad social se está perdiendo una extraordinaria posibilidad. Creo que se está corriendo con todo el gasto político de una ley que está siendo denunciada nacional e internacionalmente como violatoria de los derechos, como castro-comunista, como estatista, como lo que sea, sin que los objetivos de romper con el oligopolio, democratizar la esfera pública, lograr el desarrollo de una industria cultural, diversa, plural, con muchos productores y la creación de un ámbito de producción diferente a CONATEL que no está capacitado para esa función, son cosas que en la ley no están incorporadas a pesar de que en los procesos de consultas estas cosas han sido planteadas una y otra y otra vez. Y el control que la burocracia de CONATEL ha tenido sobre esta ley ha sido realmente de control total que ha impedido, a pesar de las apariencias de consulta, la posibilidad real de un debate democrático destinado a una efectiva democratización de los medios. Quería también decir que hay -en relación a todo el tema este de la cultura y la pluridad cultural y la preservación, fomento de las riquezas culturales de nuestros pueblos-, dimensiones que aparentemente no son del terreno cultural y que van a contra-marcha de posibilidad de la diversidad y fortalecimiento de las dimensiones de la pluralidad cultural. Y me refiero al hecho de que este es un gobierno que en algunas de sus políticas, es un gobierno profundamente sellado por los dogmas del progreso, por los dogmas del desarrollismo. Creo que las políticas de concesiones del carbón, en el caso del Zulia que el reciente decreto de Imataca, que la forma como se está desarrollando la explotación de las concesiones de gas en el caso del Delta, apuntan a una dirección desarrollista que va a contra-marcha de la posibilidad del fortalecimiento de las autonomías culturales de los pueblos. Inclusive en el decreto de Imataca, la forma como se transforman las formas culturales de los pueblos indígenas, en modelos que tienen que ver con modelos de explotación de recursos que no eran recursos explotados por las comunidades indígenas en sus formas anteriores, son formas de incorporación de los pueblos indígenas a procesos desarrollistas de destrucción de sus propias bases culturales. Entonces, aquí hay problemas muy serios que tienen que ser debatidos públicamente porque son problemas que van al fondo de lo que se supone son los valores básicos que orientan la dirección de lo que deseamos que sea este proceso de cambio hoy en Venezuela. 

 

Eduardo Lucero: Quería saludar al panel que ya nos conocemos con algunos del trabajo del equipo popular contra el ALCA y quería rescatar que en estas últimas intervenciones como que explotaron cosas que no salieron en las presentaciones inicialmente, y es la parte más rica. Evidentemente hay una lucha por las ideas pero que se expresó al final y quiero reivindicarlo, porque las intervenciones que hicieron ustedes ahora en los personal me resultaron mucho más interesantes que la exposición inicial, que es el cuestionamiento, que es la visión, buscando la objetividad de lo que realmente estamos viviendo en el proceso revolucionario aquí en Venezuela. Cuando se habla del Chavismo en general, ya se empieza a descubrir que es un montón de fuerzas pero que hay muchas contradicciones y que hay muchas cosas que hay por discutir, que son las que se están planteado aquí. Hay acciones que se están tomando a nivel del Estado, a nivel de gobierno, que responden a la Constitución de 1999, responden a una estructura de poder que está plasmada allí en la Constitución. Todo eso es posible de ser cambiado, pero tiene que ser cuestionado. Lo importante es que intelectuales, la gente del pueblo que está participando porque está interesada a nivel popular, estos cuestionamientos, lo que tu decías, el caudillismo, que en Venezuela, que en la Venezuela bolivariana existan todavía formas feudales de explotación, entonces esas son cosas que tenemos que transmitir como dice Aharonian, transmitir esa información. Porque toda la población del país conoce que esos niños están cuidando a los becerros y que no llegan a ningún tipo de colegio. Es toda una cosa muy compleja pero que debemos hacerla nosotros. Debemos transmitir la información del país real que tenemos para que se pueden producir esos cambios. Hay un planteo que quería hacerles a Eduardo y a Judith que están en la materia. Me preocupa por ejemplo que el plan Puebla-Panamá que es un plan que ha sido cuestionado hace muchos años, como un objetivo digamos simular al plan del ALCA, impulsado por México para tomar toda América Central hasta Panamá, como lo dice, que justamente toma los territorios de Chiapas que son los que tienen una gran biodiversidad, donde están los indígenas enfrentados con el gobierno mexicano. Significa tomar la parte sur de México hacia América Central. Entonces, cuando hablaba la compatriota y decía que Chávez es como el mago, o sea le vienen con un planteo y él hace otro planteo y destruye al enemigo. Creo que no es tan así. Yo veo a Chávez como un revolucionario, es un hombre como una gran visión estratégica, es un gran revolucionario, pero como todos nosotros,  está también aprendiendo. No se si hay conocimiento realmente, porque Uribe es él que le plantea en la visita anterior que hace a Venezuela. Uribe es muy vivo también desde su perspectiva imperialista, de lacayo del imperialismo, oligarca, uno de los grandes oligarcas y terratenientes colombianos, es muy hábil, porque cuando el llega a Venezuela le plantea al gobierno venezolano y a Chávez, le dice: “llevamos la tubería, atravesamos la Guajira, salimos al Pacífico con el gas y el petróleo venezolano, pero hacemos un codito, ponemos un codo en la tubería y nos vamos por Centro América, hacia México”. Entonces creo que ahí engancha perfectamente el plan del imperialismo, el plan de Fox que es llevar gas y petróleo a México fundamentalmente, porque las informaciones no se tienen todas. Es muy reciente, hace dos o tres días salió una información que México tiene capacidad de petróleo productivo hasta el 2017. Y es interesante, porque tenemos que conectar la lucha del pueblo boliviano, cuando se tumba el gobierno de Sánchez de Losada, ¿a dónde iba a ir el gas boliviano? Ahí si Chile daba permiso para que pasara la tubería vía Pacífico, vía México y vía Estados Unidos. Y yo me preguntaba en ese momento ¿por que a México si es un país petrolero? Y recién lo entiendo en estos días, porque sale la información de que hasta el 2017 ellos tienen capacidad. Entonces la otra pregunta es: ¿Por qué México necesita gas? Pero es que realmente no lo necesita el México, quien lo necesita es Estados Unidos, porque los Mexicanos con el gas que les llegue van a manufacturar productos para alimentar el consumo de los norteamericanos. Entonces, lo que decía Judith es lo que habían planteado los demás panelistas, realmente todo está saliendo del Hegemon, de Estados Unidos, del imperialismo, cómo va estructurando todos los movimientos para asegurarse su supervivencia. Entonces ese es un elemento que yo he observado y quería preguntarles a ustedes que están más ligados con ese tema y ¿cómo ven el asunto de Puebla? 

 

Moderador: Queremos agradecer a los presentes, pero antes quisiera señalar dos cositas. Primero que hay una carpeta que se llama “Amigos del ALBA” que ya ha sido concurrida en rúbricas en firmas y la otra, como lo expresaron los panelistas, algunos de ellos, la necesidad de poner en práctica la contraloría social. La Constituyente Cultural finalmente podría lograr resolver un conjunto de contradicciones como aquí están claramente planteadas. Muchos de los miembros de este colectivo hemos tenido una posición pública, hemos recibido presiones de parte de las instancias de poder cultural, pero esas presiones consideramos que son parte de las contradicciones que lleva todo proceso revolucionario y que en ningún momento nos coloca en la acera de enfrente, sino al contrario, en el diálogo profundo y fecundo. Muchísimas gracias, buenas noches y hasta la próxima sesión.

 

 

 Invitados

ARAM AHARONIAN

Periodista uruguayo. Ejerció su profesión en Uruguay, Argentina, Colombia y Venezuela, fue presidente de la Asociación de la Prensa Extranjera en Venezuela y actualmente dirige los mensuarios Question y Question Latinoamérica, el semanario económico Quantum, la Agencia Latinoamericana de Información y Análisis 2 y es presidente de la Asociación Latinoamericana para la Comunicación Social.

 

EDGARDO LANDER

Profesor titular de la Universidad Central de Venezuela. Docente-investigador en el Departamento de Estudios Latinoamericanos de la Escuela de Sociología. Profesor en el Doctorado en Ciencias Sociales de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. Miembro del Consejo Editorial de la Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales, Universidad Central de Venezuela. Profesor del programa de Doctorado en Estudios Culturales Andinos.  Universidad Andina Simón Bolívar. Quito. Entre sus publicaciones tenemos: Modernidad y Universalismo. Pensamiento crítico: un diálogo interregional 1, (Editor) 1991; Neoliberalismo, sociedad civil y democracia. Ensayos sobre América Latina y Venezuela, 1995; La democracia en las ciencias sociales latinoamericanas contemporánea, 1997; La colonialidad del saber: Eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas (compilador), 2000.

 

EDUARDO SAMÁN

Director General del Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual (SAPI). Farmacéutico. Especialista en Análisis de Medicamentos y Química Medicinal. Profesor de la Facultad de Farmacia de la Universidad Central de Venezuela a tiempo convencional. Ex asesor de la Organización Panamericana de la Salud en Venezuela. También se desempeñó como Jefe de control de estudios de la Facultad de Farmacia de la UCV. Asesor del Ministerio de Salud y Desarrollo Social en el Área de Medicamentos.

 

JUDITH VALENCIA

Profesora titular de la Universidad Central de Venezuela. Docente activa en la Escuela de Economía. Adscrita al Departamento de Economía Teórica en la Cátedra de Economía Política. Acompaña el proceso revolucionario junto a un equipo en el Ministerio de Producción y Comercio en los Tratados multilaterales ALCA, CAN, G-3, MERCOSUR, ALADI, OMC. Su última publicación UCV / Faces es : El personaje capital (se) disuelve (en) su territorio, 2001.

 

 

 

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