Foro Derechos culturales. 2004. Ley de protección y defensa del patrimonio cultural. Análisis y propuestas

 Foro 

Derechos culturales

Una plataforma institucional y jurídica para la transformación cultura

 

 

Ley de protección y defensa del patrimonio cultural. Análisis y propuestas

Douglas Carrasco, Iraida Vargas y Ronny Velásquez

Moderador: Joaquín López Mujica

miércoles 27 de octubre de 2004, 5:00 pm , Sala C, Fundación Celarg

 

 

Resumen

 

La doctora Iraida Vargas, inició su ponencia con una importante reflexión sobre la gravedad que reviste el hecho de que no exista corresponsabilidad entre el proyecto político y el proyecto cultural de un país, ya que el proyecto político debe ser concebido como cultural. Hizo especial énfasis en que la ley actual (aprobada en 1993), si bien no obedece a una política cultural coherente y no es una ley orgánica, es mejor a la ley anterior (1945), en la cual era considerado patrimonio sólo lo material, además de ser realizado por hombres. Por su parte para Ronny Velásquez el patrimonio debe tener un sentido, una memoria. Cree que en nuestro país existe un avance importante en este sentido pues en nuestra Constitución se garantiza el respeto al patrimonio tangible e intangible, pues no sólo lo material debe ser considerado patrimonio, también los cantos chamánicos o la lengua, por ejemplo. Considera que nuestras culturas han sido silenciadas por el proceso colonizador. Resaltó por ello la importancia de las misiones en la estructuración de ciudadanos que tengan una relación amplia y crítica con los procesos culturales del país, de manera que lo que se considere patrimonio parta de un acuerdo en común que a su vez garantice su cuido y preservación. Finalmente el artista Douglas Carrasco, hizo un breve análisis crítico de la ley de patrimonio tanto la de 1945 como la de 1993. Esta última sin embargo, considera llena de incongruencias, que además actualmente bajo el nuevo marco constitucional está profundamente fuera de contexto.

Todos los ponentes insistieron en la necesaria descentralización de los entes encargados de la investigación, vigilancia, preservación y restauración de nuestros bienes patrimoniales, así como también ejercer permanentemente la contraloría social y aprobar una Ley de Cultura que contenga verdaderamente el espíritu transformador que demanda nuestro actual proceso.

  

 Sesión completa

 

Moderador: Damos apertura a una nueva sesión del Foro sobre los Derechos Culturales, una Plataforma Institucional y Jurídica para la Transformación Cultural. En una misma línea de reflexión hemos realizado varias sesiones de este foro. La primera fue sobre las instituciones y el desarrollo endógeno, la segunda sobre los Proyecto de Ley Orgánica de Cultura, donde se analizaron los tres proyectos que están en este momento en discusión. Otra reunión fue sobre la Ley de Cine y la semana pasada que llevamos una fructífera discusión sobre la Ley de derechos de autor en el contexto cultural. Tenemos hoy como invitados a la profesora Iraida Vargas Arenas, Ronny Velásquez y Douglas Carrasco. En este momento le vamos a dar la palabra a la profesora Iraida Vargas Arenas. La Profesora Iraida Vargas es Antropóloga egresada de la Universidad Central de Venezuela en 1964 y de la Universidad Complutense de Madrid, en 1976, con el título de Doctora en Historia, Mención Cum Laude. Actualmente es Profesora Titular Jubilada de la Universidad Central de Venezuela e Investigadora Nivel IV. PPI-FONACIT. Realizó estudios de postgrado en el Instituto de Altos Estudios, Universidad de la Sorbona, París, Instituto de Mineralogía, Leyden, Instituto Smithsoniano, Museo de Historia Natural, Washington y en la Universidad Central de Venezuela, donde cursó maestría en Historia Contemporánea de Venezuela. Recibió el  Premio Municipal de Literatura, Mención Ensayo, “Manuel Díaz Rodríguez”, en 1974 y la Orden al Mérito Académico “Dr. José María Vargas”, de la Universidad Central de Venezuela, en Primera Clase, en 1993. Ha sido docente en pre y postgrado, así como conferencista en universidades y centros de inves egresada de la Universidad Central de Venezuela en 1964 y de la Universidad Complutense de Madrid, en 1976, con el título de Doctora en Historia, Mención Cum Laude. Actualmente es Profesora Titular Jubilada de la Universidad Central de Venezuela e Investigadora Nivel IV. PPI-FONACIT. Realizó estudios de postgrado en: Instituto de Altos Estudios, Universidad de la Sorbona, Instituto de Mineralogía, Leyden, Instituto Smithsoniano, Museo de Historia Natural, Washington y en la Universidad Central de Venezuela cursó maestría en Historia Contemporánea de Venezuela. Recibió el  Premio Municipal de Literatura, Mención Ensayo, “Manuel Díaz Rodríguez”, en 1974 y la Orden al Mérito Académico “Dr. José María Vargas”, de la Universidad Central de Venezuela, en Primera Clase, en 1993. Ha sido docente en pre y postgrado, así como conferencista en universidades y centros de investigación, nacionales e internacionales. Autora de más de 100 artículos científicos publicados en revistas nacionales e internacionales especializadas. Es, asimismo, articulista de prensa. Ha publicado más de 20 libros científicos, entre los cuales destacan: Historia, Identidad y Poder“, Arqueología, Ciencia y Sociedad, Antiguas Formaciones y Modos de Producción en Venezuela - casi un clásico ya de la investigación contemporánea-, Las sociedades tribales y productoras de alimentos en el Caribe, Historia Científica y Cultural de la Humanidad, Tomo II, UNESCO, La historia como futuro, El agua y el poder, Las Edades de Guayana. Arqueología de una Quimera y otro que viene por allí que pronto será una gran noticia. Con ustedes entonces la profesora Iraida Vargas Arenas. 

 

Iraida Vargas: Gracias por esa presentación y la invitación fundamentalmente. ¿Qué se puede decir sobre los derechos culturales de los venezolanos en medio de una revolución bolivariana? Y específicamente sobre analizar la ley que supuestamente defiende el patrimonio histórico-cultural de la nación. Yo voy a ser extremadamente breve porque hay dos planteamientos que prelan y que en realidad hacen casi un ejercicio inútil analizar la ley. El primero y por supuesto el más abarcante es aquél que se refiere a que no podemos estudiar y analizar una ley de patrimonio cultural, y de echo ninguna ley que refiera a algún aspecto de la cultura nacional, fuera de si existe o no una política cultural de Estado distinta a la de la Cuarta República. De hecho, tanto a nivel personal como participando en distintos grupos de trabajo, hemos llegado a la conclusión de que no existe diferencia fundamental entre la política cultural que se aplicó hasta el año 1998 o 1999, fundamentalmente el 1999 a raíz de la aprobación de la Carta Magna y la que se aplica actualmente y esto es extremadamente grave. Y es extremadamente grave porque desde el punto de vista conceptual no puede existir un proyecto político que pretenda tener éxito si ese proyecto político no tiene su correlato en un proyecto cultural.

Y una de las características fundamentales de los países colonizados es que generalmente elaboran un proyecto político y después, como una concepción graciosa, elaboran un proyecto cultural, cuando el proyecto político tiene que ser al mismo tiempo un proyecto cultural y no solamente es cualquier proyecto cultural, si no un proyecto cultural que sea coherente y congruente con el planteamiento político. Nosotros sentimos -y cuando digo nosotros vuelvo a referirme no es solamente mi voz si no la voz de un colectivo- sentimos que no hay ese proyecto cultural en simultaneidad y que en consecuencia esto impide muchos avances que hubieran debido haberse logrado para esta fecha. Fíjense ustedes, cuando España por ejemplo invade al continente Americano y lo conquista e impone sus instituciones, somete a los antiguos pobladores de estas tierras, devasta poblaciones, arrasa con riquezas, expolia, etc. Al mismo tiempo, en simultáneo, tenía un proyecto cultural y ese proyecto cultural era crear un tipo de individuo, en este caso de colectivos, que fuesen pacíficos sumidos se dejaran expoliar obviamente y tenía todo un aparato cultural para ejercer esa política. No era casual que no hubiese divorcio entre los planteamientos que hacía la Iglesia en aquellos momentos con respecto a lo que quería la Corona. Es decir, había una total congruencia. Ninguna acción de la Corona española era una acción puramente política o puramente económica si no una acción integral de dominación que incluía un proyecto político. Si nos venimos al pasado más reciente, pongamos por caso finales del siglo XIX, volvemos a ver que al proyecto político que surge con Guzmán Blanco le corresponde un proyecto cultural, de manera que todos los intelectuales del momento, toda la vida nacional giró en torno a ese proyecto cultural. Todo el mundo estaba imbuido de una manera de actuar y de funcionar. Se creó la idea del ciudadano que necesitaba ese proyecto político y se llevaron a cabo las acciones para crear ese tipo de ciudadano. Si vamos al periodo gomecista, otra vez encontramos una coherencia entre el proyecto político que representaba el gomecismo y el proyecto cultural, pero con una ligera diferencia, es durante el gomecismo cuando comienza el proceso orgánicamente estructurado de desnaciolanización de los venezolanos, para crear un Venezolano neo-colonizado. Es decir, las gestas independentistas que se llevaron toda la mitad del siglo XIX, fueron 60 u 80 años mas tarde borradas porque toda la búsqueda de Bolívar de crear un ciudadano integrado con una visión latinoamericanista y fundamentalmente colombiana, se perdieron gracias a la acción muy coherente del proyecto cultural que acompaño al proyecto político gomecista. Todos sabemos y no tengo que repetírselo a ninguno de ustedes que Gómez vendió a Venezuela a las trasnacionales. Pero después de esto no dijo: “mira ¿Cómo hacemos en el ámbito de la cultura…?”, sino que simultáneamente, en el mismo momento en que Gómez estaba firmando con las trasnacionales para entregarles nuestro petróleo, en ese mismo momento, los intelectuales orgánicos del Gomecismo estaban generando las tesis que explicaban que el pueblo venezolano era un pueblo díscolo y que necesitaba mano dura y el “gendarme necesario”. Es decir legitimaron a Gómez en el poder a través de esa tesis y se garantizaron la obediencia de un pueblo gracias a la introyeccion en las mentes de ese pueblo, de que era un pueblo díscolo e indócil, de manera de que había que someterlo. Todas nociones de cohesión social que nos venían del pasado indígena y todas las ideas de solidaridad o todas las ideas del trabajo comunitario, cualquier idea que nos diera, que fortaleciera un sentimiento colectivo, fueron borradas y fueron borradas precisamente gracias a la acción de los intelectuales de ese momento. No es casual entonces que Vallenilla Lanz, Gil Fortoul, entre otros, hubieran generado aquellas obras que son clásicos ya en cómo desnacionalizar un pueblo. Y en consecuencia, el proyecto político era un proyecto desnacionalizador porque era invitar a las trasnacionales a que tomaran posesión de nuestras riquezas y en consecuencia, se creaba el tipo de ciudadanía que era necesario para que tal proyecto político cuajara.

Más tarde, en el pasado más inmediato, el punto fijismo le da la puntilla a este proyecto cultural, es decir le da la puntilla para fortalecerlo y entonces no es casual que a partir de 1961 empiece el proceso de eliminación de los estudios de historia de Venezuela y de geografía de Venezuela en la enseñanza, en los distintos niveles de la educación. Ya fue un proyecto cultural más refinado y lo que hacía era apuntalar lo que se había logrado a partir de Guzmán Blanco hasta el punto fijismo. Aquí podemos hacer cortes históricos en ese sentido para señalar cuáles fueron los intelectuales orgánicos y qué tipo de tesis y cómo las sostuvieron, pero lo cierto del caso es que desde aproximadamente  1870 comienza a generarse un proyecto cultural que niega toda pertenencia del pasado de la nación. Y esa negación tenía los fines señalados de lograr un tipo de ciudadano totalmente desvinculado del país donde vivía y crear lo que se conoce como la neo-colonización de las mentes y fundamentalmente la desnacionalización. Eso llevó a que los venezolanos y las venezolanas tengamos lo que los psicólogos sociales denominan una “identidad social negativa” y esto no está separado por las clases sociales sino que todos los venezolanos, en términos generales, debido al manejo de los estudios que han hecho los psicólogos sociales, poseemos una “identidad social negativa”, lo cual quiere decir que nos auto valoramos negativamente y esa auto valoración negativa está basada en una percepción negativa de la historia. De esa forma, esa percepción negativa ha llevado de que al mismo tiempo esté fundamentada en una también percepción de los tres componentes étnicos venezolanos fundamentales, el componente indígena, el componente hispano y el componente de origen negro-africano, valorados también de manera negativa. Decía en algún momento en una entrevista que me hicieron recientemente que la valoración según las investigaciones del componente indio era “indio: sinónimo de flojera”, la valoración del componente hispano era “español: sinónimo de parranda y de rochela y jarana”, y “negro: sinónimo de insolencia e indisciplina”. De manera de que los venezolanos nos auto percibimos como flojos, parranderos e indisciplinados y esta auto percepción negativa está anclada precisamente en poco más de un siglo en enseñarnos a través de una política cultural, que ese es el tipo de ciudadano que nosotros somos. De manera que en ese panorama una Ley de Patrimonio Cultural como las que nos toca analizar el día de hoy, no tiene mucho sentido, porque una ley de patrimonio cultural así como una Ley de Cine o una Ley de Derechos de Autor o cualquiera de las que este foro ha analizado, tiene que tener coherencia con una política integral, que es una palabra que últimamente se usa mucho pero parece que no se comprende. La noción de integralidad está dada precisamente por la coherencia de las partes para constituir el todo y de la relación del todo con las partes. No podemos hablar de Venezuela de manera secuencial. Pongamos por caso que vamos a resolver el problema económico, después de que resolvamos el problema económico vamos a resolver el problema político o viceversa, y después que resolvemos el político vamos al social y después vamos al cultural, como si el todo fuera la suma de sus partes. La integrabilidad está dada porque el todo determina las partes y las partes determinan el todo es una cosa muy orgánica. Entonces, la Ley del Patrimonio Cultural, no me extraña que sea una ley inorgánica en términos legales, que no sea una ley orgánica. Yo no soy especialista en derecho, pero puedo decirles por ejemplo que a mi poco entender sobre la materia, una ley que no es orgánica no es conminante ni obligatoria, y en el caso de la ley del patrimonio cultural, colinden sus artículos con los artículos de otras leyes que si son orgánicas. Yo mencionaba en un programa ayer, en la Radio Nacional, anteayer, un caso que hubo una vez aprobada esta ley, ya la ley estaba vigente hace un par de años que sucedió esto. En el siglo XVII hubo un naufragio de una flota de un almirante francés Daff Tres, en la Isla de las aves, en nuestro mar caribe y todo ese material que es patrimonio de la nación, porque todo lo que esta bajo nuestras aguas y nuestros suelos por ley pertenece a la nación, es de todos los venezolanos, bueno hubo entonces, como dicen coloquialmente un “guiso” entre un funcionario el hijo del presidente del momento que era miembro de la junta directiva de una compañía privada. Hubo un “guiso” entre esa compañía y el Estado. El Estado le concedió el derecho para explorar los bienes patrimoniales de todos y en el entendido que un porcentaje de los tesoros extraídos pasarían a la nación, ellos concederían algo. Según la Ley del Patrimonio Cultural eso no se puede hacer. Según esta Ley, eso no se debe hacer y no se puede hacer porque hay un articulado que establece claramente que todo lo que esta debajo de la tierra y de las aguas pertenece a la nación y que ninguna excavación submarina o terrestre puede hacerse sin el permiso del Instituto del Patrimonio Cultural. Déjenme decirles que el Instituto del Patrimonio Cultural, convocó a la comunidad de arqueólogos, historiadores etc., armamos una alharaca por la prensa pero simplemente alguien sacó la Ley Orgánica de Hacienda y dijo: “miren, el Estado tiene todo el derecho de hacer transacciones de tipo comercial con compañías privadas”. Por lo tanto, como la Ley de Hacienda si es orgánica, eso prela sobre la Ley del Patrimonio Cultural. De manera que podemos hacer un ejercicio acá, podemos analizar cada uno de los artículos de esta Ley, pero, repito, tiene dos elementos fundamentales: no obedece a una política cultural coherente, y en segundo lugar no es una Ley Orgánica. Sin embargo no todo es tan triste y tan trágico. Yo diría que esto es mucho mejor que lo que teníamos hasta 1993, momento cuando se aprueba la Ley, porque la ley anterior era de 1945. Recuerdo que uno de sus artículos decía que todos aquellos que violaran el patrimonio, lo destruyeran etc., tenían una multa de 150 bolívares y eso estuvo vigente hasta 1993. Por supuesto todo el mundo le tiraba una trompetilla a la tal ley y me temo que a esta también se la están tirando, la misma trompetilla. Como una especie de ejercicio, quisiera mencionar dos o tres artículos de la Ley que sin ser como digo, experta en leyes, creo que también reflejan esta incoherencia que mencionaba antes. Se decreta en el Artículo 7 la creación del Instituto del Patrimonio Cultural para defender, exhibir, proteger, estudiar, analizar, etc. -se le dan una serie de funciones- el patrimonio histórico de la nación. Pero sucede que el Instituto del Patrimonio Cultural es un ente -admiro mucho a la gente que trabaja allí, hay gente extremadamente valiosa- es un ente que actualmente no tiene presupuesto. Le dan lo suficiente para que mantenga su propia burocracia. Burocracia integrada incluso por investigadores que no pueden investigar, porque en el caso de la arqueología y la arquitectura que son dos áreas fundamentales para entender el patrimonio histórico, ambas son extremadamente costosas. De manera de que por ejemplo, en el titulo 3 del Capítulo 1, se plantea, en lo que se refiere a la arqueología: “se declararán como áreas de interés especial aquellas donde hayan muchos vestigios arqueológicos y que solamente el Instituto del Patrimonio Cultural dará permiso para que se hagan las investigaciones…”, y sucede que aquí jamás, desde 1993 hasta el 2004, es decir en 11 años que tiene la ley vigente, jamás se ha declarado ningún área de interés especial donde hayan materiales arqueológicos. De hecho ya yo me niego a recibir llamadas en mi casa y en mi sitio de trabajo sobre las denuncias de violación y destrucción del patrimonio arqueológico, porque me entra una angustia de algo que no puedo resolver. Y esto además refleja todo lo que he planteado al comienzo. Es una desvaloración del pasado, totalmente, que la gente considera que al fin y al cabo eso es algo que pasó hace siglos o milenios y que eso no tiene nada que ver con lo actual. A la gente le interesa Mercal o el carrito por puesto o si el Metro se paró esta mañana, etc. Entonces el pragmatismo y la inmediatez han sustituido la preservación de cosas como ésta, como el patrimonio. Y sucede que por ejemplo, el pasado, quizás más que ninguna otra cosa, es usado siempre en el presente en función de los intereses de ese presente. Ahora por ejemplo, Venezuela está tratando de propiciar procesos de integración suramericana y sucede que Sur América fue un sub continente totalmente integrado en términos históricos durante milenios. Entonces ahora nos interesa sustentar históricamente el proyecto integracionista, pero sucede que gran parte de nuestro patrimonio que avalaría toda la unidad histórica suramericana, ha sido destruido. Sin embargo el patrimonio histórico es tan extraordinario en nuestros países que a pesar de los despojos, es muy rico y muy variado que todavía podemos legar algo a la generaciones futuras. Por otra parte yo pienso que, suponiendo de que se genere una política cultural coherente, si esta Ley de Patrimonio pasara a formar parte de esa política cultural, yo plantearía la descentralización a través del IPC. Yo no creo que deba haber un ente centralizador en Caracas que mande arqueólogos arquitectos e historiadores a las distintas partes del país: van dos, tres, cuatro, cinco días una semana y hacen un informe que lee un presidente de un instituto en Caracas, que como no tiene dinero, posiblemente lo engaveta y si tiene dinero, pues algo tratará de salvar de la debacle. Pienso que debe haber un proceso real de descentralización y que debería haber el equivalente a este ente coordinador a nivel de los municipios, que se integrase en los Consejos Locales de Planificación. Yo voy a mencionar algo, por ejemplo Caracas es como una especie de torta, que si usted está en el nevado de arriba que es la capita que uno más ve, la más decorada, que es donde estamos ahorita esta generación de venezolanos. Pero si usted baja unos tantos centímetros o metros, va a encontrarse las evidencias de la generación anterior y así sucesivamente. Les voy a mencionar por ejemplo lo que es el centro de la ciudad. Debajo del Teatro Municipal que de por sí es un monumento histórico de la nación pero debajo del teatro, en la parte que colinda hacia el sur, que va hacia el sur, están las evidencias, si lo empezamos a excavar como efectivamente lo hicimos, está la parte que corresponde a la fundación de la aldea San Pablo. Se observan los vestigios del Hospital Real de 1725, está la iglesia de la época, hasta el siglo XVI hay vestigios de una aldea indígena y todo eso esta allí y pudiera ser visitable, pero ¿Qué pasa? La gente encargada de proteger ese patrimonio lo que les interesa es el teatro, porque es lo que se ve, pero todo lo que está abajo que le explica a la gente de la parroquia Santa Teresa, la historia local, la historia parroquial, eso fue tapado de nuevo. Yo les puedo nombrar cualquiera de las edificaciones del centro de la ciudad y echarles en mismo cuento. ¿Ustedes sabían por ejemplo que en lo que es hoy día el Teatro Ayacucho, donde existe un pequeño centro comercial presidido por un Mc Donalds, allí nació el generalísimo Francisco de Miranda? Como dice el presidente, nadie sabe de Miranda ¿y qué queda de la vida de Miranda, dónde nació y vivió hasta que se fue a Europa? Queda una plaquita de bronce que dice: “Aquí nació el generalísimo Francisco de Miranda”. Eso está frente al Congreso de la República. Allí debajo está documentada la vida familiar de Miranda, sus objetos de tipo personal, etc. ¿Ustedes sabían por ejemplo que en la esquina de San Jacinto, donde hay un estacionamiento, debajo están las tumbas de los padres del Libertador? Eso ocurre con la esquina de San Jacinto, también en la Esquina de Veroes, en las zonas de Catia. Ustedes nómbrenme un lugar… Porque cuando no refieren a la presencia de viejas edificaciones coloniales, también hay información sobre la gente ¿Ustedes saben por qué la esquina del Chorro se llama así? Porque sucede de que el acueducto que mandó a hacer la Iglesia y mandaron a hacer los mantuanos, se rebosaba y terminaba allí y se creaba un chorro que era el que usaba el populacho, porque el populacho no tenía derecho al acueducto. Y así sucesivamente. Yo les puedo decir que toda ciudad, todo pueblo, toda aldea tiene su historia y la tiene tanto enterrada como viva y es nuestra obligación, como ciudadanos responsables, tratar de preservar eso para las generaciones futuras. Hay muchos proyectos, pero son espasmódicos porque no hay dinero para rescatar el patrimonio histórico de la nación, porque la gente lo que piensa es que el pasado es inútil. Además, en tiempos de globalización el pasado no tiene sentido. Esa es más o menos la ideología que sub yace al tipo de ciudadano que creó el proyecto político que se inicia, como dije antes, desde Guzmán Blanco y que tiene su auge, su clímax en el punto fijismo. Bueno me acaban de decir que se me acabó el tiempo. Dije que iba a ser muy breve y traté de serlo, pero espero haberlos motivado para una discusión sobre el punto. Muchas gracias.  

 

Moderador: Queremos agradecer la presencia de ustedes acá en este evento, sobre todo de personas que sabemos que están muy inmiscuidas en estos temas y que tienen largos años de investigación acá en todo este panorama. Al mismo tiempo recordamos a los ponentes que hemos ido subiendo los tiempos de intervención. Comenzamos por los 10 minutos y ya vamos por los 20, lo cual revela un amplio debate. Sobre las preguntas y respuestas todas son bienvenidas pero las dejamos para cuando los ponentes terminen de hacer sus respectivos planteamientos. Recordamos al mismo tiempo que el próximo foro va a ser sobre la Defensa de los haberes indígenas. Por los rostros que vemos aquí en la sala, hay muchas personas que han trabajado estos temas, como la profesora Lelia Delgado. Pero a la hora de organizar, a veces nos cuesta localizar a todas las personas especializadas. Pedimos disculpas porque sabemos que esto es un tema muy importante. Y sobre estos materiales tenemos iniciativas también y disculpen lo extenso pero son informaciones operativas importantes. Tenemos las ofertas de publicarlos al principio están en dos páginas Web, la pagina Web del CELARG y la pagina Web nuestra del Colectivo Cultural Pueblo Soberano, debate cultural. Vamos a dar la palabra ahora al profesor Ronny Velásquez, antropólogo, egresado de la Universidad Central de Venezuela, Doctor en Ciencias Sociales. Se ha especializado en Etnomusicología y Folklorología en el Instituto Interamericano de Etnomusicología y Folklore (INIDEF-CONAC-OEA). Actualmente es profesor universitario e investigador categoría Agregado. Presidente de la Fundación de Etnomusicología y Folklore FINIDEF y jefe del Departamento de Promoción Cultural, de la Escuela de Artes de la UCV. Entre sus publicaciones, tenemos las siguientes: Miskitos, Honduras, 1979; Mito, Chamanismo y religión en cuatro naciones étnicas de América Aborigen, 1987; Literatura oral Kuna, 1989; Chamanismo Sudamericano, 1997; y su reciente contribución a la teoría estética: Estética aborigen, 2003. Los dejo con Ronny Velásquez.

 

Ronny Velásquez: Muchas gracias por la invitación a este foro. Yo estoy bastante acuerdo con muchos de los conceptos emitidos por la doctora Iraida Vargas pero tal vez quizás difiera con ella en un mínimo y es que estoy un poco mas optimista, de lo que consideramos el patrimonio histórico de la nación venezolana. Yo escribí mi ponencia y seguiré un poco la pista aunque no leeré exactamente, para que no se nos vaya más tiempo de lo que nos dan para discutir. Y comienzo hablando de la descripción  y de la interpretación de muchos aspectos del patrimonio cultural venezolano como para llevarlo a eso que es la ley. Aquí ya hemos entendido, ya hemos hablado de que patrimonio es el conjunto tanto de los bienes tangibles pero también intangibles que pertenecen a una cultura, a un pueblo, a una nación, pero desde nuestra perspectiva, pensamos pues que lo más importante para esta definición y relimitación es que estos bienes sean identificativos también, identificativos y propios y pertenecientes a una tradición. Estos bienes tienen que tener un sentido, tienen que tener una memoria, tienen que tener algo más que a veces es lo que a veces vemos en el patrimonio lo que se ve, lo que a veces nosotros los antropólogos llamamos la manifestación única y exclusivamente. Yo creo que hay mucho más allá de esto. En ese sentido en Venezuela, aquí es donde yo soy mas optimista, yo pienso que hemos avanzado ya, bastante porque en el Capítulo VI de nuestra Constitución bolivariana, la cual hacemos referencia todos, en el Capítulo 99 dice que: “el Estado garantizará la protección y preservación, enriquecimiento, conservación y restauración del patrimonio cultural, tangible e intangible y la memoria histórica de la nación”, por supuesto. Por otro lado, en el Capítulo VIII de la misma Constitución, se habla sobre los derechos de los pueblos indígenas y esto es bien importante. Yo me centro bastante en el aspecto indígena. En el Artículo 119 dice por ejemplo que: “el estado reconocerá la existencia de los pueblos y comunidades indígenas su organización social, política y económica, sus culturas, usos y costumbres, idiomas y religiones, así como su hábitat y derechos originarios sobre las tierras que ancestralmente ocupan en sus territorios originarios”. Por supuesto donde se realizan y se garantiza su forma de vida. Desde estos puntos de vista estamos garantizando ya el respeto y el reconocimiento, por lo menos constitucional, como la profesora recalcaba, en primer lugar sobre las manifestaciones culturales tangibles e intangibles y luego el uso de la lengua indígena que es totalmente importante, a través de la cual se expresa la estética, se expresa el arte, memoria oral histórica, la literatura, los sistemas tradicionales, la enseñanza de los bienes, todo lo que implique ahora el afecto por el suelo y el subsuelo, las piezas arqueológicas que también son importantes y que están en muchas partes del territorio nacional, como dice la maestra, y también los minerales, como son el oro, la plata y los diamantes que son también parte de la venezolanidad aunque no signifiquen mucho para los grupos étnicos. Todo esto tiene una valoración, son concepciones de esos bienes, que a veces son míticas como son las piezas arqueológicas y otras cosas, esto es también manera de concebir ese patrimonio. Concebir esa manera de entender eso, también es una manera patrimonial de verlo, también es un patrimonio que tienen todos los pueblos tradicionales y originarios de este territorio. En este aspecto, valga que yo mencione un texto, la introducción que hace el presidente Chávez, a la publicación de la Constitución wayuu en la lengua wuayunaiki, en donde el dice lo siguiente: “esta traducción de la Constitución Bolivariana al wuayunaiki  interpreta el reclamo de cinco siglos que tienen los estados y sociedades nacionales con sus primeros habitantes, entendiendo además que por boca del aborigen hablan de veinte a cuarenta mil años de historia, silenciados y reprimidos por la colonización, traducidos a un infeliz colonialismo interno cuando nace la republica traicionada en la médula espinal del proyecto independentista Bolivariano”. Eso dice el presidente Chávez en la presentación de esta Constitución. Para mí que ya ahí, estamos hablando de un patrimonio verdaderamente intangible, la lengua, lo que todos poseemos y que no la vemos realmente, no la habíamos considerado como tal. Desde este punto de vista es necesario ampliar también el concepto que nosotros manejamos como patrimonio cultural, tangible e intangible, porque no es solamente la manifestación que se ve, que se toca, que te pesa, no es la madera, no es la fibra solamente, no es el algodón, no es la pluma, no es la tela, no es la marima, no es la tierra, no es el barro, no es la totuma, sino también la palabra, el canto chamánico, el canto de los niños, la poesía indígena, las diversas formas de manifestar las culturas tradicionales. Así, patrimonio son por ejemplo, el Taren, patrimonio cultural también es el Tarén y el Parichará, Pemón y Acaguayo, el Jojomare, el Jabisanuca y el Jeumataro y el Sekeseke y el Warao de los Waraos. Está concedido también como patrimonio el Meñe-Ruwa, el dueño del canto entre los Piaroas y la realización del warime entre los Piaroas o el canto del Chiapori Yanomami también debe ser concebido como patrimonio cultural y así sucesivamente. Podríamos hablar muchísimo ejemplos de los grupos étnicos que tienen de una u otra manera formas de expresarse y que de esta manera yo considero que patrimonio cultural es lo que ellos hacen. Nos referimos evidentemente a lo intangible, porque para nosotros desde el ámbito de la antropología y de la promoción cultural, patrimonio es también la lengua de nuestros indígenas que saben expresar sus sentimientos y manifestaciones del alma a través de la palabra. Y es patrimonio la estructura abstracta de sus concepciones para realizar diversas manifestaciones de cultura, aspectos que nunca estuvieron desvinculados de la expresión oral de ningún indígena en América, en este territorio mal llamado América porque sabemos perfectamente bien que hemos tenido culturas grandes, sabemos la culturas clásicas, Incas, Mayas, Aztecas, Chicha, Chichimeca, Timotes, etc. etc. que fueron silenciadas a lo largo de muchisímos años, a lo largo del periodo colonial. Y no solamente eso, termina la Colonia en el año 1821 en casi todos los pueblos y aún después, en la época republicana también sigue un proceso de dominio sobre todos estos pueblos y toda esa memoria histórica, de la cual hablaba la profesora, que ha sido anulada verdaderamente, y anulada también por esos intelectuales orgánicos, que en algún momento no fueron orgánicos si no inorgánicos.

Entonces de esta manera se impusieron formas de ser, se impusieron formas de creer, de pensar y de hacer y desde esta perspectiva se les arrebató el sentido de la vida a todos los pueblos indígenas de este continente que vivían en armonía con su naturaleza, expresaban su arte, su estética y miles de formas que verdaderamente la tenían y que eran parte de su patrimonio cultural y que seguirán. Y que considero yo, seguirían siendo parte de su patrimonio cultural. Podríamos decir en líneas generales que en este caso, imágenes religiosas, estatuas, todo esto del lenguaje dominante se impuso, se impuso poesía foránea, se impuso la literatura general, se impuso la lengua. Ese dominio, ese poder tan enorme de la lengua como un arma de la Conquista. Como decía la profesora, es un proyecto de cultural que fue impuesto, la lengua, la religión, todos los sistemas que se nos impusieron y nosotros no tuvimos la posibilidad de salvar lo que teníamos como patrimonio cultural. Así podríamos mencionar a muchísimos, a cientos de indígenas de América Latina que expresaban de forma artística o estética su música, sus instrumentos musicales, su cerámica, sus estructuras pictográficas, sus tallas en piedra y madera sus cantos, su poesía, muchísimo de todo lo que ellos han expresado y todavía lo conservan, y que de una u otra manera también les causo placer sublime también comunicarse con dioses, espíritus, porque a la vez tenían aspectos religiosos que eran parte de su proceso cultural. Manifestaciones que nosotros no las hemos considerado como tal porque no consideramos que era un patrimonio cultural intangible y lo que se veía tal vez, pero ni lo que se veía se respetó. De esta manera se formó todo un compendio de cultura impuesta por esa cultura de la dominación. Muchísimas referencias podríamos tener nosotros los antropólogos de cómo se fue destruyendo la parte de la cultura tanto material como inmaterial, espiritual y aspectos materiales también, por ejemplo arzobispos, curas, gente que tenía poder, destruyeron mandaron, a quemar todo, la cultura de los pueblos indígenas, como ocurrió con el Arzobispo de Lima, que mandó a quemar todas las quenas, flautas, todos los instrumentos de los Incas por considerar que habían ahí influencias del demonio. Y así mismo ocurrió en México con lo que se escribía, que era la historia de los antiguos Mexicanos. Es decir que ese patrimonio tangible fue destruido, pero reafirmamos, yo considero aquí y ahí viene lo que yo digo que soy un poco optimista en ese sentido, se destruyó todo aquello, pero no se destruyeron sus concepciones, sus sistemas chamánicos, sus percepciones abstractas, la dinámica de su propia vida, es decir sus formas ideológicas, su historia oral, las estructuras internas de sus espacios y de sus raíces ancestrales. Eso perdura todavía. Esas formas perduran a tal grado que las podemos ver, no se han esfumado. Ahora con nuestra conciencia se hace necesario revalorar y hacer que no se pierdan porque constituyen un bien para la armonía psíquica de la sociedad de las cuales es parte.

Sabemos todos que estamos hoy día en un momento en el cual se han hecho esfuerzos, muchísimos, para oír la voz de estos habitantes que están asentados en diversas partes del territorio nacional. Estamos resteados, y perdonen la palabra tan fea, para defender además esos espacios reales y simbólicos. Esa actitud hace que se mantenga la voluntad política, por supuesto, y la decisión de participar activamente en las decisiones que se inician, que van a incidir sobre sus propios patrimonios, sin que les afecten, sino más bien que se les respeten sus espacios significativos. Esta posición debe tener y debe conducir hacia la implementación de políticas de rehabilitación. En este caso estoy de acuerdo con la profesora Vargas, no puede estar desvinculado el proyecto cultural del proyecto político desde todo punto de vista, aunque sea a largo plazo. Los proyectos tienen que existir, sobre todo en el seno de las sociedades que han sido desgarradas o desvalorizadas por los entes del poder público o del poder privado a lo largo de tantos años. Para el logro de este objetivo anterior es necesario que se despliegue una acción general y mancomunada entre los poderes locales y los poderes públicos del Estado, asociaciones de vecinos, Consejos Locales de Planificación, organizaciones comunales, cooperativas, etc., y ejercer la contraloría social que hoy está ampliamente defendida por la acción de gobierno. Probablemente, como ya hemos afirmado, para la antropología actual, para la sociología, para la promoción cultural y en general para las diferentes disciplinas de las ciencias sociales y humanas, la Constitución de 1999, es decir la Constitución del nuevo milenio, incluye en nuestras políticas infinidad de artículos que defienden los derechos de los pueblos indígenas, los derechos de la cultura popular, los derechos sobre la tierra, el territorio. Han surgido bastantes leyes, sobre todo las leyes habilitantes, sobre la ley de pesca, la ley de barrios, etc., etc. que verdaderamente favorecen, favorecerían o incidirían de una u otra manera, en la defensa de lo que es el patrimonio cultural. Previamente y para la toma de conciencia de todos los beneficios que están en favor del pueblo, se ejecutan, como sabemos, diversas actividades que capacitan a los habitantes para tener un acceso a reconocer y a valorar lo que tienen, porque ocurre también -la profesora también mencionó algo en su exposición- que a veces lo cotidiano se nos vuelve tan común que no lo valoramos y pasa desapercibido por nosotros. Entonces allí hay un fenómeno de extrañamiento de lo que realmente tenemos y entonces hay que fortalecer esa memoria histórica y cultural. Las Misiones por ejemplo, son bien importantes para la responsabilidad que más adelante van a tener estos ciudadanos, y por último la Universidad Bolivariana que también hay que mencionarla. Dentro de unos cuatro o cinco años, los jóvenes que salgan de allí, los profesionales que salgan de allí egresados, van a tener una responsabilidad distinta y una responsabilidad muy grande con el hecho público y con lo que es verdaderamente su patrimonio cultural e histórico. Yo considero que un antropólogo, un promotor cultural, un investigador social debe ser sincero para entender todo lo que está pasando al interior de lo que está ocurriendo en este proceso que vivimos y colocar bases sólidas y entender muy bien lo que verdaderamente estamos viviendo hoy día. Quería llegar a que existen leyes, existen realmente planteamientos de la ley, pero la profesora Vargas critica eso y yo estoy de acuerdo con ella. Aquí hay una ley, el proyecto de la Ley Orgánica de Cultura que nosotros hemos criticado, la hemos criticado con Ninoska, con el colega aquí presente hemos estado trabajando en esto. Se ha hecho esta ley, se hizo otra, se hizo la ley que trabajaron ustedes, la ley de Ninoska, se hizo la otra ley de Santana etc. Se redactaron varias leyes y de una u otra manera aquí están plasmadas, aquí en mi trabajo que aquí está escrito y que voy a entregar a mi querida Aliana, sobre lo que es el patrimonio. Pero fíjense que se ha mejorado considerablemente todo lo que hemos visto, todo lo que esta allí en esas leyes, porque desde el punto de vista del patrimonio de la nación, por ejemplo, se han incluido aspectos que son bien importantes sobre la cultura venezolana, como por ejemplo la tradición, las costumbres, la música, el folklore, la música étnica o la etnomúsica, los cuentos populares, las expresiones del ámbito de lo sagrado y lo religioso, las fiestas y celebraciones populares, los bailes y los juegos tradicionales, el dominio de lo lúdico, la pintura, la escultura, la artesanía, todo esto se ha discutido y lo hemos hecho con Douglas Carrasco, con Ninoska Lazo, con el maestro Diego Silva que está presente. Hemos trabajado en los barrios con lo que llamamos la Constituyente Cultural donde también Joaquín ha participado en eso y lo hemos mencionado. Eso quiere decir que si hay un interés desde todo esto, porque hay cambios y es allí donde hay que precisar.

Quiero decir que si bien estos tres ejemplos que están aquí y que lo podrán leer más adelante, si desean a lo mejor se puede pasar de alguna manera para que todos lo lean, hemos cotejado las propuestas de cada una de estas leyes. Por supuesto que ésta está eliminada (refiriéndose a la propuesta elaborada durante la gestión de Manuel Espinoza) de todo punto de vista, ley que ya sabemos de donde procede, ya la hemos criticado muchísimo. Los tres ejemplos que hemos cotejado, algunos aspectos coinciden en el enunciado general de los bienes que forman el abordaje con sus distintas facetas y discrepancias y es necesario, ahí es donde se tiene que trabajar, en razón de que se requiere una labor mancomunada y la investigación debe asumir y responder por un máximo de sensibilidad. Pero ni los valores, ni los espacios, ni las raíces son generalizantes y en este caso hay que reconocer como patrimonio cultural lo que los pueblos consideran que tienen mérito suficiente para convertirse en ello y no sólo por lo que opinan los analistas. Con relación a estos aspectos, creo que la UNESCO ha tomado en consideración esta problemática porque la UNESCO ahora habla de que los monumentos, por ejemplo, pueden ser cavernas, inscripciones en las cavernas, elementos o estructuras que tengan valor espacial, ha considerado la UNESCO que los conjuntos pueden ser lo que está integrado al paisaje -es decir que ha considerado lo que es el medio ambiente-, los lugares también han sido considerados por la UNESCO. Estos puntos de vista nos pueden ampliar los horizontes para sensibilizar y hacer comprender que un patrimonio histórico y cultural son los petroglifos, por ejemplo, que tenemos en Venezuela o los geoglifos o las piezas arqueológicas que están en todo el territorio nacional yque en muchas circunstancias se vuelven un negocio para los coleccionistas privados y que ¿a quién le duele esto? O ¿a quién le duele el oro que sacan por la Guayana Esequiba? Que lo sacan, y el diamante que sacan de la Guayana Esequiba que es patrimonio de la nación, no es cultural pero es un patrimonio económico de la nación. Para ir concluyendo quiero decir que en una conferencia que se hizo en Mundiacult, en París, se dijo que patrimonio cultural era por ejemplo, o estaba constituido por todas las obras de sus artistas, arquitectos, músicos, literatos, escritores y sabios, así como las creaciones anónimas surgidas del alma popular y el conjunto de valores que dan sentido a la vida, es decir, las obras materiales y no materiales que expresan la creatividad de ese pueblo, la lengua, los ritos, las creencias, los lugares y monumentos históricos, las literaturas, las obras de arte, etc. Es decir que se ha ampliado verdaderamente el concepto de lo que es el patrimonio cultural del pueblo, es decir que se toma en consideración que ahora lo oral e intangible es patrimonio vivo. Se toma en consideración, vuelvo y repito, la literatura, la danza, los juegos, la mitología, los rituales, las costumbres, la artesanía, la arquitectura entre otras artes. Adicionalmente se puede decir se considera como patrimonio cultural a los sabios, como ellos dicen, es decir que yo considero que un chaman es un patrimonio cultural del pueblo y evidentemente la misma UNESCO ha tomado partido en esto y ahora pues, se considera y se ha creado el concepto de patrimonio viviente que es muy importante. Esto es bien importante porque antropológicamente debemos considerar que están ocurriendo cambios extraordinarios en la manera de ver estos fenómenos de la cultura como parte del patrimonio cultural del pueblo y que la antropología contemporánea ha demostrado que es el proceso social y la vida de las comunidades la que va a garantizar la continuidad de la creatividad en la comunidad y no en el objeto en sí mismo, es decir que la estructura de la sociedad es la que va a permitir que esto se convierta en un patrimonio cultural. Y evidentemente los seres humanos viven con afecto los lugares en donde viven, vamos al campo, conversamos con los seres humanos, vamos a la Guayana, vamos a la Gran sabana, tenemos lugares hermosos, Cabanayen por ejemplo, es un pueblo hermosísimo de la Gran Sabana, abandonado totalmente con unas calles terribles que no se puede llegar, si llueve no se puede pasar, etc. Y así mismo encontramos gente que se esta muriendo, que no tiene posibilidad, gente que son maestros y no solamente chamanes, también vamos a Oriente, ahí están los cantores populares orientales que no tienen ni cama en donde caer muertos, como se dice vulgarmente, porque no tienen algo que los defienda y son grandes artistas y grandes creadores de la cultura y son además representantes. Entonces yo considero que una de las propuestas aquí sería, para ir terminando, crear cooperativas que favorezcan a los creadores y se debe reconocer que gran cantidad de creadores, viven por supuesto de esa miseria familiar y que cuando esos proyectos que mencionaba la profesora, no se deben manejar por un Instituto, -y perdónenme los que sean aquí del Instituto del Patrimonio Cultural- que es un ente centralizado,. Y creo que es uno de los aspectos que hay que tratar, que no se siga centralizando el manejo de la cultura, desde Caracas, sino que vaya al pueblo, que la gente que está en el pueblo muchas veces son grandes creadores y no tienen cedulación, no los cedularon nunca, que no saben leer y escribir y que ahora están tratando de hacerlo, es decir están logrando en ese espacio llegar a un momento determinado a partir de lo que hoy se les está considerando. Desde este punto de vista se demuestra de esta manera que el ejercicio y la intervención para reconocer la cultura de los pueblos es que verdaderamente las políticas, como decía la profesora, estén unidas entre la política y la cultura para que esto tenga efectividad y ahora la gente se sienta grande, se sienta respetada, se sienta valorizada para realizar lo que verdaderamente es eso, parte de su propia cultura y que significa algo grande en su propio pueblo y que a la vez recobrar el sentido de lo que perdieron porque a lo largo de tantos años, perdieron el sentido de la vida, perdieron el norte y ahora con la cultura rescatando todo esto, se van a sentir mucha más identificados con el área en donde viven, con su pueblo y se van a sentir de una manera más ligados a lo que verdaderamente son. Perdóneme que haya sido tan atropellante en mi exposición. 

 

Moderador: Muchísimas gracias al profesor Ronny Velásquez. Ahora le damos la bienvenida a Douglas Carrasco, poeta y artista. Ha participado en diversas exposiciones en galerías y museos del país. Algunas de sus obras están dentro de las colecciones de Instituciones como PEQUIVEN, Museo de Arte Contemporáneo de Caracas y el Consulado General de Venezuela en Houston, USA. Igualmente ha incursionado en las artes escénicas desde la actuación, la producción así como la musicalización de obras de teatro. Ha sido miembro fundador de varias organizaciones como el grupo Encrucijada, la Scholla Cantorum, la Orquesta Sinfónica de Lara y es colaborador permanente de la Sala Metropolitana de Conciertos. Le amos la palabra a nuestro amigo Douglas Carrasco. 

 

Douglas Carrasco: Mis agradecimientos al Colectivo Cultural Pueblo Soberano, al SAPI y al CELARG por la invitación esta tarde aquí al foro. Esta Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural está plagada de incongruencias, puesto que aunque viene a llenar así un vacío que estaba dado allí, resulta un exhorto, y en lo coloquial es un saludo a la bandera porque hay una serie de situaciones en derecho positivo que ya se habían dado por disposición de la UNESCO, representantes de Venezuela habían estado en esos convenios en esos encuentros y es una aparición tardía, en  1993. Pero hay una serie de decretos del Ministerio de Relaciones Interiores, no sabemos por qué pero penamos que tiene que ver con el plano de lo político para transformar el decreto que determinada que la constitución de una comisión o de una junta para que redactara una ley de cultura y adicionara, porque esta ley deroga la ley de 1945 de la que hablaba la profesora y que es la Ley de protección y conservación de antigüedades y obras artísticas de la nación. Fue publicada en Gaceta oficial de los Estados Unidos de Venezuela número 21.787, el 15 de agosto del 1945. Esta ley solamente preservaba lo material en las razones del legislador también. Hay una parte que es risible, porque dice que las obras de los varones, es decir que las mujeres no hicieron nada en este país anteriormente, no hay sabias, no hay mujeres acá, en las zonas alejadas como Río claro, metidas en la montaña o como estoy en el llano lo que estoy escuchando es vallenato, o un tiempo mas atrás puras rancheras porque estaba el poder del cine Mexicano. Vamos al Título II que define el organismo competente. Ahí es donde entra en discusión esta incongruencia que viene del nombre y objeto. “El reglamento de esta Ley determinará la estructura orgánica y las modalidades operativas correspondientes”, entonces dice: “El Instituto del Patrimonio Cultural tiene por objeto la identificación, preservación, rehabilitación, defensa, salvaguarda y consolidación de las obras, conjuntos y lugares al que se refieren los artículos 2 y 6 de esta ley. Entonces ¿qué pasa? Para la creación del IPC y su funcionamiento tiene un consejo consultivo en el numero 12 y ese consejo consultivo está integrado por 19, comenzando por, “1°: El presidente del Instituto quien presidirá sus deliberaciones; 2°: Un representante del Ministerio de Relaciones Interiores vinculado a coordinación del desarrollo estadal y municipal; 3°: Un representante del Ministerio de Relaciones Exteriores; 4°: Un representante del Ministerio de la Defensa, 5. Un representante del Ministerio de Educación; 6°: Un representante del Ministerio del Desarrollo urbano; 7°: Un representante del Ministerio del Ambiente y de los recursos naturales renovables; 8°: Un representante del Ministerio de Hacienda; 9°: Un representante del Consejo Nacional de la Cultura; 10°: Un representante de la Corporación de Turismo de Venezuela; 11°: Un representante de la Academia Nacional de la Historia”. El número 12 es espectacular, porque dice: “cinco especialistas en materia de arquitectura, arqueología, restauración de bienes muebles e inmuebles, paleontología, ecología y restauración de libros”. Ahora, “la designación de los especialistas corresponderá a los gremios respectivos conjuntamente con las universidades nacionales y el Instituto Autónomo de Biblioteca Nacional y los servicios de Biblioteca” y el 13, que son “dos representantes de la Federación de cámaras y asociaciones de comercio y producción”. Vamos a detenernos en este núm13, porque resulta que cuando se estaba redactando esta ley, el profesor Pedro Manuel Guédez, establece un problema que se presentaba allí en lo que son las limitaciones al derecho de la propiedad puesto que aquí hay una definición de lo que es el patrimonio cultural, se halle en las manos de quien se halle, pero es común e indivisible y pertenece a todos, el que ya se encontrare en la nación y el que ingresare también. Este detallito aquí que incluye representantes de la federación de cámaras y asociaciones de comercio y producción les explica también porqué esa Ley que estaba comentando el profesor Ronny Velásquez, y que de la cual hizo un memorable análisis el profesor Joaquín López Mújica, porque esa ley era de mecenazgo, y el tropiezo de esta ley tocaba con la declaratoria del patrimonio cultural, que plantea: “constituye en un principio una restricción o limitación de derechos de propiedad permitida por el articulo 99 de la Constitución Nacional. Ese Artículo 99 da así como una libertad de propiedad que es impresionante. Tenemos incluso en Caracas, que en Funda Patrimonio hay más de 5 mil avisos para ciudadanos que poseen bienes culturales tangibles, porque esta ley, así como protege aquellos bienes ya declarados como patrimonio cultural, también hay un campo en que protege aquellos bienes que no ha sido declarados patrimonio cultural. Entonces, estos propietarios de bienes culturales de los venezolanos, no están en conocimiento que poseen esos bienes culturales, y eso colide también, porque el IPC es para todo el territorio nacional, entonces si cada municipio va a tener un Funda Patrimonio, declaraciones del alcalde Bernal en esta semana dice que se han gastado 150 mil millones de Bolívares en el patrimonio cultural y resulta que cuentan lo que se ve y está afuera, la Quinta Anauco y esas cosas pero ¿y el resto del patrimonio? ¿Dónde está? Hay todas esas incongruencias y que nos imposibilitan cumplir con el Artículo II que hice mención al comienzo, de la corresponsabilidad porque justamente como es un Estado representativo y es una conciencia representativa no está imbuida la situación participativa y protagónica y de principios de la corresponsabilidad; entonces le deja la ejecución, las sanciones y la conservación y el manejo de todo eso ¿entonces qué hace? Lo burocratiza, y le pone esas 19 personas al Consejo Consultivo que, de paso, tengo la plena certeza de que el representante del Ministerio de Educación funge como asesor legal del Ministerio de Educación, pero en Gaceta Oficial el señor aparece como delegado para estar en el Consejo Consultivo del IPC. Tenemos el caso de los monumentos nacionales que en el Capitulo II, le da la potestad al presidente de la República, sea cual fuere, para determinar la categoría del patrimonio del monumento nacional. Esa categoría de monumento nacional nos permitiría preservar algunos lugares que están siendo destruidos. El Guaraira Repano debería ser declarado Monumento Nacional y ser sacado de esa categoría de Parque Nacional, ¿por qué? Vean esto que esta acá, esta fotografía es del Pico Naiquatá arriba, esta es la ciudadela que tiene mas de 6 mil años. Todo eso hasta más allá de Carayaca es un observatorio astronómico. Prueba de ello son todos esos petroglifos y todos esos trabajos que están allí. Todo esto está siendo demasiado vulnerado, saqueado, deteriorado y toda esa área de la sierra grande que es el Guaraira Repano, en conjunto con la parte de Caripe, de la Cueva del Guácharo, son santuarios de los indios Caribes. Entonces ¿cuál es la parte del patrimonio que están acudiendo a preservar basados en esta ley nada más? O estos individuos que están incurriendo en la inadvertencia, en la omisión, puesto que ser ciudadano de la República Bolivariana de Venezuela comporta unos deberes y comporta ese principio de la corresponsabilidad que esta en el Artículo 326 que es la Seguridad de la nación y que es para garantizar el desarrollo integral de la nación. Ahora, para garantizar el desarrollo integral de la nación tenemos que hablar del  autoestima. Entonces, suprimidos nosotros de la conciencia de lo anterior, de lo primigenio, de lo autóctono, de lo originario, mal puede como incluir o que nos aboquemos a ese desarrollo endógeno cultural porque está como refrenado, represado, avergonzado y a diario estigmatizado, porque este poder de los medios de comunicación y esos poseedores -después voy a explicar porque acudo a esto- se dan a la tarea todos los días en la mañana, sobre todo el canal Televen, hay un programa a las 7 de la mañana que tiene una forma geométrica, a denostar, a abominar de Venezuela, que es ese campo que decía la profesora también de la jarana española, de la flojera del indio, de la flojera del africano y entonces hasta qué punto estamos nosotros como ciudadanos en capacidad de ejercer libremente nuestros derechos culturales, porque estamos viendo como unas personas en su libre ejercicio de sus derechos de expresión y todo eso, cuya limitante es donde comienza el derecho ajeno, el derecho, de nosotros el resto de los Venezolanos. Entonces, hasta qué punto estamos protegidos. Esta ley no lo permite, porque esta ley esta en manos de burócratas, está diseñada para estar en un organismo centralizado. Y no solamente lo que hablaba de los petroglifos aquí en el Guaraira Repano, y que la profesora hacia mención de no atender llamadas de denuncias, aquí dice que el Instituto del Patrimonio Cultural es el único que puede autorizar excavaciones o provechos de sitios arqueológicos, paleontológicos y todo eso. Podríamos preguntarnos, hasta que punto se inmiscuye el IPC en las exploraciones de la faja de petróleo en Monagas y en Oriente, cuando sabemos que técnicos alemanes se han llevado fósiles de cabezas de osos y ese es el patrimonio arqueológico de todos los venezolanos. Aquí tenemos el caso de un señor que tiene una hacienda en el Táchira -y hace mención de eso este libro El origen de Venezuela- que incluye unas caminerías prehispánicas y este señor se permite, en esta pagina del periódico El Universal, esto es de agosto de 2003, se permite sacar esta fotografía a toda página, para que vayan a observar esa calzada a precio módico en su hacienda, para hacer turismo. Entonces vamos a hacer turismo para allá y resulta que aquí no se oculta esa información porque es para beneficio de él, de su hacienda y la cuestión de turismo, pero si se oculta para el resto de los venezolanos para decirnos solamente que aquí lo que hay es el aporte de África y de España. Esto es también materia de contraloría social y también para exigirle rendición de cuentas a estas 19 personas que están en el Consejo Consultivo, al presidente actual de IPC, y a todo el que tenga que ver. Por que si ellos son los que están facultados para la defensa ¿Qué posibilidades tenemos nosotros? Ni siquiera tenemos asideros jurídicos, y por la vía violenta no lo vamos a hacer. Lo estamos haciendo de esta manera, con este reclamo y esta observación.

El antropólogo Manuel Amonio de los Reyes desnudos, decía según los testimonios europeos de la primera mitad del siglo XVI, Gilberto Antolinez, Visión sobre el pasado prehispánico, de lo que fue este proyecto del año 45, de la seguridad nacional y aquella coronación del año 48, entonces cuando uno se pone a ver los textos anteriores al 45, y ve a Liscano y ve también a Francisco Carreño y uno se encuentras después como Gilberto Antolinez no puede ser publicado, no es difundida su obra porque es de nuestra propia cosmogonía, de la propia cosmovisión de los pueblos de Orinoco como aborda esa situación. Vemos entonces como la presidenta de la Fundación Ayacucho vuelve con el cuento de que van a editar a Lisandro Alvarado, pero solamente la traducción que hizo de Humboldt pero no nos publica entonces todo el recuento que hace y las alusiones que hace Lisandro Alvarado a lo que era la industria también de los Caribes, del comercio del algodón, de los Quipus, etc. Yo voy a aprovechar los cinco minutos que me quedan para hablar de las sanciones, porque en materia de las sanciones el Ante Proyecto de Ley de la Asamblea Nacional -iba a decir anti proyecto- se hace mención del patrimonio cultural y hay unas sanciones también. Y el memorable trabajo que ha hecho la Comisión dirigida por nuestra inefable Ninoska Lazo que establece sanción, de las sanciones es el capitulo sexto, de las sanciones a los que atenten contra el patrimonio individual y colectivo. Esto pertenece al Proyecto de Ley Orgánica del Desarrollo Cultural y Endógeno que es la Ley del Poder Popular. En esta materia si hay avances en esta materia, lo que pasa es que no me pongo a leer esto, porque queda poco, pero tenemos que ir a un caso que es la aplicación de sanciones, aquí hay unas sanciones al final de la ley que están para el IPC, pero nosotros tenemos un problema que es la lenidad. Vista en el diccionario, la lenidad es la blandura en exigir los cumplimientos de los deberos o castigar las faltas, lenificar que es suavizar, ablandar. Vamos a ese problema, que es la actitud lenificativa de estos funcionarios así como estos 19 del Consejo Consultivo, pero si vamos a hablar de corresponsabilidad tenemos que la historia oficial que se vertió es un despojo a la conciencia del venezolano y es una data falsa. De manera que estamos obligados a elevar nuestro nivel de información para una comprensión de la realidad concreta actual y para poder abordar el significado de la venezolanidad, de la identidad, porque acudimos con sentido de pertinencia y sentido de pertencia y no podemos dejarle el tratamiento de la venezolanidad y de la pertenencia a unos desarraigados y con insuficiencia de información. Ese tratamiento no lo podemos dejar en manos de ellos, de manera de que busquemos esta posibilidad de hacer todo este cúmulo de información y este cuento del rescate, bueno, rescatemos la información que tenemos nosotros, pero de las manos de ellos, de los operadores, de la morgue que esta allá al final de la Av. Panteón que es la Biblioteca Nacional, de la morgue que esta en Los Rosales y de la morgue que estaba allí en Los Chorros -yo no se si sigue allí en Los Chorros- ¿Por qué? Porque, y con esto termino, nosotros tenemos los cantos Pume, de los Cuibas y los Yaruro, sobre todo los Yaruro, en la fundación que esta allá en los Rosales se conforma nada más con haber grabado en unos CDs los cantos Pume, pero resulta que tenemos el atropello a los Pume de la nueva tribu porque los están sodomizando y los aterran, los aterran con la entonación de estos cantos, porque dicen que son cantos del demonio. Entonces nos están privando de nuestro patrimonio y por que no nos acostumbramos a leer los artículos por completo. Tenemos que leer los artículos por completo. En la Constitución del 61 y en esta también. Se dice que hay libertad de culto y todo eso pero el párrafo siguiente dice: “nadie podrá invocar credo religioso para incumplir con los deberes o impedirle a otro el libre disfrute de sus derechos” y digo esto -y ahora si concluyo- porque tenemos que eliminar en esta categorización de nosotros la categorización biblificada, donde solamente es patrimonio de la humanidad lo que sea de los descendientes de Cam, de los descendientes de Sem, y de los descendientes de Jafet, pero de los descendientes de Atahualpa y los descendientes de Tamanaco y de la China y del Asia y todo eso, eso no es patrimonio porque ya nos dimos cuenta lo que ha sucedido en Irak también. Ese es un grave peligro que tenemos nosotros, el de los categorizadores. Y además detectan porque esos brazos, esas ramificaciones esos tentáculos y esas ventosas, porque son unas ventosas lo que están chupando todo el presupuesto que tenemos para esto, quedan en el Consejo Nacional de la Cultura que ahora es Ministerio, y quedan en todos esos sitios de poder y que son los que mantienen esta supresión del conocimiento de nosotros mismos y que permiten que toda esa estructura de poder colonial e imperial, permanezca allí. Muchas Gracias. 

 

Moderador: Agradecemos la intervención de nuestro amigo Douglas Carrasco. Vamos a hacer ahora la ronda de preguntas. Antes quería señalarles que este Colectivo Cultural Pueblo Soberano impulsa o invoca el poder o el espíritu de la constituyente a través de la convocatoria a una constituyente cultural que finalmente discutiría y motivaría a todos los sectores de la población de Venezuela y todas las distintas áreas sobre una discusión sobre el tema cultural. Vamos a abrir entonces la ronda de preguntas. Les agradecemos a las personas que quieran participar que digan sus nombres porque estamos grabando y nos parece muy importante que expresen sus opiniones. Pidieron la palabra Carlos Suárez Silva, Mario Sanoja. Bueno, por ahora estos, esperamos que los demás se motiven, estamos abiertos a más intervenciones. Adelante. 

 

Carlos Suárez: Lamento haber llegado tarde, por cuestiones de tránsito, trabajo, y no haber escuchado a la profesora Iraida. Lo he dicho en privado y en público que esta pareja Mario Sanoja e Iraida Vargas son para mí y para unos cuantos lectores, seguidores de algunas de sus publicaciones, una referencia importante. No he leído mucho, la conferencia aquella que me emocionó mucho fue Los hombres de la yuca y el maíz y algunos artículos en Question y algunos otros medios de nuestra cotidianidad. Salvado esto, quisiera expresar que todos los temas de este seminario, foro de reflexiones, creo que todos tienen una validez intrínseca y la reflexión sobre estos temas realmente son valiosos, porque de esta reflexión compartida y de esta conciencia que se va generando y sobre los aportes de un colectivo, dejando ya de ser patrimonio de los especialistas, no invoco la palabra de los meritocráticos, porque ya ese abuso fue… demostraron en la praxis las patitas cortas que tenían. Entonces esto que va asumiéndose como patrimonio colectivo, como reflexión colectiva, es sumamente importante. Los distintos temas y las distintas preocupaciones de esto que llamamos el acervo cultural o la transformación cultural. Pero yo creo que hay un punto que si se pierde de vista, y particularmente lo del patrimonio cultural, es lo que en profundidad le da sentido y que es lo que uno avizora y cree dar como aporte. Esta Constitución, como bien lo ha invocado nuestro compañero, nuestro amigo, fruto y síntesis de una experiencia política de distintos actores, algunos ya ausentes, me refiero a Núñez Tenorio por ejemplo o al historiador Brito Figueroa, que los vimos vivos y actuando en este proyecto político de Constitución, yo creo y sin abusar de la retórica, es un proyecto civilizatorio que es una cosa distinta al reformismo democrático, como alude una nota de Armando Duran en el día de hoy o de ayer del periódico El Nacional. Es decir, que cuando reflexionamos sobre cada uno de estos aspectos y perdemos de vista algunos costados de esto, por ejemplo, observen ustedes que es lo que pasa en la cuestión de la recreación y el deporte. El caballito de batalla en estos días es el deporte de alta competencia, los triunfos de nuestra elite, ¿Quién pudiera cuestionar esto? El apoyo a la elite de los atletas de alta competencia. Pero casi no se habla del deporte de masas, del deporte popular de las pequeños, modestos, humildes, espacios de recreación, en la placita, en la cancha deportiva en las comunidades. Y sin entrar en mayores honduras, no se lo que pasa en los programas de enseñanza de la praxis deportiva, de la praxis del juego, en los programas de la educación formal. Entonces, insisto, sobre cada uno de estos aspectos debemos tener una reflexión, pero el gran desafío contemporáneo, insisto, sin ser retórico, lo que no esta pidiendo la humanidad, miremos ese polo de referencia Estados Unidos, una hegemonía mundial, cultural que se expresa a través de las más variadas maneras, ese debate político, electoral que tiene, es bastardo, no tiene otro calificativo y todas las trampas que explícitamente están en los medios. Entonces yo revindico casi como antesala, como principio y fin de cada una de estas reflexiones, el gran desafío que tenemos los venezolanos y también los argentinos-venezolanos -menciono esto por mi caso particular- es la construcción, cotidianamente, con nuestra praxis y a través de nuestros aportes, de un proyecto civilizatorio. No abundo, no sólo por el tiempo, si no por dejar planteada la inquietud, Gracias a ustedes.  

Diego Silva: Iraida, el proyecto cultural niega toda pertenencia de la nación, genera la desnacionalización y neo-colonización de las mentes, una identidad social negativa en los venezolanos. Nos auto valoramos negativamente, esas fueron tus palabras. Quisiera hacerte una pregunta, yo la tengo clara, pero quisiera que me la dijeran sobre el concepto estricto de patrimonio. Te voy a decir porqué. Hace un mes me llama un funcionario de esto que llamamos CONAC, para invitarme a participar de unas grabaciones del patrimonio musical venezolano, con una obra mía. Esta persona es muy conocida. Entonces le dije: “que gran honor, como no, me imagino que ustedes están haciendo esto por bloques generacionales, porque yo solo tengo una obra en proceso, yo no puedo hablar de una obra si estoy trabajando y tengo años”. Entonces me dice, si y también me puedes ayudar”. Y le dije: “como no, vale, cuando tú quieras nos sentamos con la Sociedad de Música Contemporánea, entendiendo la contemporaneidad (…) y me dicen “pero es que con la música popular ya hicimos uno, este es solamente con ustedes que hacen la parte académica”. Le dije “ah, bueno, está bien ¿y desde cuando lo vamos a hacer, desde que existe ese concepto que le heredamos como un apéndice de centro Europa? De la Colonia hasta hoy con obras de creadores Venezolanos”, entonces me dijo esto: “No, también van los grandes directores y concertistas porque ellos son patrimonio”. Quisiera que me aclararan esto. Son patrimonio ¿pero, qué van a dirigir Beethoven, Tchaikovsky, van a tocar el concierto de Chopin?”. Me dice: “Sí, claro, con las obras que ellos tocan, porque ellos nos representan”.  Y le pregunté: “¿Dónde?” Y me respondió: “ellos nos representan. El puede dirigir una pieza de Bethoven, pero el es Venezolano y lo hace muy bien y el es un patrimonio”. Yo no creo que el sea patrimonio en ese sentido. Yo me pregunto si hay diferencia entre un talento, un valor y un patrimonio porque una agrupación que se dedica a hacer Brahms para hacer giras a Europa presentando Brahms, …Yo me pregunto y quisiera que me lo dijeran si ¿eso es igual patrimonio que una agrupación no de música estrictamente académica, como  Cataco? un grupo que anda por allí maravilloso y trabajan a partir de las formas fenoménicas tradicionales. Ellos son de formación académica o algunos jazzistas o algunos otros compositores con un lenguaje autónomo. Porque  estoy entendiendo en lo que tú dices, cuando hablas de desnacionalización, que ese funcionario forma parte de ese concepto. Es decir, él me cita a los universales y resulta que los universales para esos funcionarios es del tamaño de cuatro países de centro Europa y de trescientos años de historia, porque allí no hay China, Japón, India, Asia. No hay nada de eso, ni siquiera hay Medio Oriente, Islam, la pregunta es concreta ¿la palabra artista que tan explotada, talento, valor? ¿Dónde esta el patrimonio? Yo te pregunto ¿ese director que viaja y nos representa según este funcionario y que se va a incluir en una colección dirigiendo Beethoven, si lo podemos considerar un patrimonio nacional o un producto de esa desnacionalización que a mi manera de ver, rindiéndole tributo cultural a centro Europa, logra trascender en el mundo? Esa es la pregunta. 

 

Iraida Vargas: Bueno, Diego, tú hiciste la pregunta y la respondiste de hecho. Como trataba yo de explicar, a pesar de la brevedad del tiempo, fue difícil. Hay un determinado momento en la historia del país, por supuesto desde la Colonia existe un proyecto cultural que implica que tenemos que identificarnos con algo que está fuera de nuestras tradiciones, de nuestro pasado, que es el mundo Europeo y fundamentalmente el mundo Ibérico, porque eran los dueños de la cosa, eso sin lugar a dudas. Pero hay un determinado momento en la historia del país, cuando se empieza a generar.. ¿Qué es un bien patrimonial? Es un bien cultural que uno considera como propio. Es la única manera para que uno lo estime, lo conserve, lo difunda, a través de la socialización y lo incorpore a las tradiciones, que uno lo sienta, que tenga significado para las personas entonces. Si a partir de un determinado momento que yo ubico alrededor de los últimos treinta años del siglo XIX, sistemáticamente el proyecto cultural se dedica a formar ciudadanos a los que se les dice que la cultura es equivalente a la cultural occidental, que todo lo demás no es cultura, por eso es que acuñan la expresión folklore. En el siglo XVIII Inglaterra decide, cultura es “las bellas artes”, de origen además, como bien señalas tú, europeo y no de todas partes de Europa y todo lo demás es folklore. Entonces separamos. Esto que se llama folklore es lo que podría ser asimilado a cultura popular, pero cultura con “C” mayúscula es “las bellas artes”, pero no cualquier “bellas artes”, sino las que vienen, como tú bien señalas, de determinados países. En consecuencia los ciudadanos que se forman dentro de ese sistema educativo, que les meten en la cabeza esa idea, desde que abren los ojos al mundo que te están enseñando. Trata de ir a lo que llaman un “acto cultural escolar”, que es lo que van a hacer: bailar, cantar, tocar música, que se yo, folklórica, o si no, van a hacer “cultura”, es decir, poner algún disco de una música o una pintura para tratar de imitar a algún pintor famoso. Eso está bien claro, bien estudiado por la historia, los historiadores, la antropología de que se crea esa separación falsa entre las creaciones de los colectivos, catalogadas como folklore, y las creaciones de las elites que en su momento fueron cultura popular, además porque como bien señalas Mario, Los Valses Vieneses y la música que luego deviene en la llamada música culta, en su momento no era si no la expresión de esos pueblos europeos que lo tocaban cotidianamente. Pero la desnacionalización comienza por convencerte de que las cosas que tú tienes que considerar como tuyas, es decir, lo que te da, como señalaba Douglas, el sentido de pertenencia, está fuera del ámbito donde tú te desenvuelves. Es algo que está ligado siempre a un ente que ya sabemos es el que te domina. En un primer momento era la Corona y en un segundo momento son las trasnacionales, el gobierno trasnacional que son doscientas corporaciones que manejan el planeta completo. Hoy, por ejemplo antes de venir para acá, estaba viendo un artículo en Internet que hablaba de la globalización y decía que si bien la globalización es negativa, todos disfrutamos de la globalización, o sea que no debemos salir a manifestar contra la globalización, ¿porque quién se va a poner bravo por disfrutar de Internet y todo lo demás? Y de la misma manera por qué uno va a hablar mal de la cultura occidental si uno disfruta mucho. Yo por ejemplo soy una apasionada de Beethoven, a mi no me disgusta para nada, todo lo contrario, me encanta esa música. ¿Por qué me voy a poner a hablar “mal” de la cultura occidental? Pero el problema no es hablar mal ni hablar bien, ni que aquello es más cultura ni que esto es menos cultura ni que esto es más porque es nuestra, autóctona. Porque la cultura es una cosa dinámica, la cultura no está dada de una vez y para siempre. Sería un absurdo pretender que nosotros ahora vayamos a recrear los comportamientos de hace 15 mil años. Ahora todo el mundo va a andar con guayuco y va a tocar maracas y bailar agarrados de las manos como bailan la mayoría de nuestros grupos étnicos. Eso no es así. La cultura es algo dinámico y gústenos o no, nosotros somos producto de esa dinámica histórica. Son 16 mil años señores y en el medio, en la última fase, nos viene un proceso colonizador y un proceso neo-colonizador, de manera de que nuestra cultura, como cultura nacional que surge además ayer, porque es el siglo XIX para acá, la cultura nacional antes del siglo XIX no existía, porque no había el decreto de que debía haber una cultura hegemónica que suavizara las diferencias culturales naturales que existían desde 16 mil años antes. Entonces, tenemos que aceptar primero el dinamismo de la cultura, segundo, de que todos hemos contribuido, digo todos los momentos históricos por los que ha pasado la nación han contribuido a forjar lo que hoy día es la cultura nacional, uno, incluyendo de 1498 para atrás. Todos hemos contribuido a forjar eso. Y después hay una parte conceptual que tú me solicitaste y es ¿Qué es patrimonio? Patrimonio es la concreción de la herencia histórica en cada época histórica, al menos así la concibo yo. O sea que hoy por hoy forma parte de nuestro patrimonio general tanto el Internet como el director de la orquesta, pero de nuestro patrimonio cultural que no singulariza lo que forma parte, es lo que trata directamente con nuestro proceso histórico. Entonces yo no tendría problema en reconocerle el talento de algún director, pero para mí no tiene la significación y puesto que el patrimonio está dado por la significación que los colectivos le forman a los bienes, yo no consideraría que ningún director, por bien que dirija una obra de Chopin, Beethoven o lo que sea, sea considerado patrimonio de la nación. Para eso tendría que el colectivo nacional aceptar, que tenga para él una significación y que tenga además un referente concreto. Porque en realidad,  creo que irán a oír esos conciertos, doscientas o trescientas personas, pero eso no es un colectivo. No podríamos hablar de que el pueblo de Venezuela conoce y maneja suficiente información sobre ese referente cultural como para poder identificarlo o rechazarlo. Ese es uno de los argumentos que nosotros hemos manejado en el libro Historia, identidad y poder, que la llamada cultura occidental, los universales de la cultura han sido asimilados, han sido mantenidos dentro del disfrute de una elite y las grandes mayorías no ha disfrutado de eso. No quiero seguir porque eso es como para hacer una ponencia y Douglas quiere decir algo. 

Douglas Carrasco: Con eso de esas categorizaciones, esas determinaciones como las de la persona que te dijo eso solamente, apunta a que por mucho tiempo se han escogido a esos individuos con ese perfil psicológico que están como están los Afganos que están allá en Guantánamo, que no saben que hora es, en que parte del mundo están y no tienen  referencia ambiental y por eso se permite decir esa clase de cosas. Aquí tenemos un caso que es el señor Miguel Ángel Martínez, el esposo de Mirla Castellanos, que por mucho tiempo el fue presidente de la Cámara de Radio Difusión, entonces cuando teníamos aquella discusión del “uno por uno”, él decía, “es que el reglamento de la radio difusión establece que será considerada música venezolana aquella música interpretada por venezolanos, no importa de que parte sea esa música, siempre y cuando ellos sean venezolanos. En base a eso él consideraba que  música venezolana es de cualquier parte del mundo siempre que sea ejecutada por músicos venezolanos, pero en esa categoría de músicos, no entran los ejecutantes de carrizo, de allá de Guaribe, ni estos cantos Pume tampoco, ni las Turas, ninguna de estas manifestaciones. Bueno sería recordarle a ese señor que toda partitura se constituye de sonidos y silencios, entonces el tratamiento que le hacen estos de acá a los silencios y los sonidos no tiene nada que ver. Ni objetamos a los provenientes de todo ese periodo clásico, preclásico, neoclásico, no hay ninguna objeción ni rechazo tampoco. Pero tenemos que cuidar un poco eso porque ya tenemos una buena cantidad de personas, las últimas generaciones, las últimas décadas que te hablan de un “Feng Shui” y tú les preguntas a los chinos y los chinos no saben lo que es eso, pero entonces te hablan de “Feng Shui” y del “Ying-Yang” y todo eso, pero les dices algo de Venezuela y no saben. 

 

Moderador: Tiene la palabra el profesor Mario Sanoja. 

 

Mario Sanoja: Yo voy a hacer una observación sobre lo que han planteado los panelistas y si alguno de ellos quiere hacer a su vez un comentario, será aceptado, ese es el objetivo de mi intervención. Yo quisiera comenzar recordando una expresión que dijo el presidente Chávez en esta semana en el Aló Presidente, sobre el problema de la responsabilidad que tienen los funcionarios electos con sus electores, y él hablaba de un caso de un alcalde que había convocado a una reunión, no se si era con él o con otro funcionario, cuando lo mandaron a llamar, el tipo, dice el presidente Chávez, estaba echándose palos con un terrateniente y prefirió quedarse con él que venir a la reunión a la cual le estaban llamando. Nosotros en un trabajo que vamos a publicar ahora en Question determinamos este problema de la falta de conciencia que se le ha creado, no solamente a la gente en general, sino a los funcionarios y particularmente a los funcionarios que conforman la burocracia cultural. Digo esto porque estamos hablando, he oído lo que han expuesto los panelistas y estoy totalmente de acuerdo, pero creo que uno tiene que irse también a las causas y resulta que todo eso ocurre porque en Venezuela la cultura, que nosotros sabemos que es un instrumento estratégico de cualquier proyecto político, en realidad ha sido fundamentalmente el campo de acción de una serie de grupos de poder, grupos familiares de poder, bancarios, financieros, etc., que saben que eso es así y por supuesto tratan de mantener las políticas culturales en un nivel que, primero los beneficie a ellos, y segundo, que les permita a ellos desnacionalizar por completo todo sentimiento, digamos patriótico o nacional de la población. Fíjense ustedes que no es realmente muy casual que al comienzo del gobierno del presidente Chávez ciertos grupos de poder, no los voy a nombrar porque ustedes saben quienes son, simplemente le pidieron al presidente Chávez que les entregara lo que ellos llamaban el Ministerio de Información y Cultura, nada más y nada menos. Y lo lamentable de todo esto, así como yo hablaba de este Alcalde que prefirió echarse palos con el terrateniente en lugar de luchar contra el latifundio, también nos vamos a encontrar de que toda esa propuesta cultural de la Cuarta República, creó lo que se llama ese “sector cultura”, que son intelectuales, muchos de ellos, se han autoproclamado gente de izquierda, gente revolucionaria, unos se quedaron del otro lado, unos están de éste, pero todos comparten algo que es el respeto y la aceptación del dominio por parte de esas elites familiares, financieras, etc. que controlan la cultura. Por eso es que si ustedes se ponen a ver, lo que ha ocurrido con esto desde el momento que nombraron a Luis Brito García, que tuvo que renunciar y se fue, ¿qué es lo que ha pasado? Bueno, primero fue Armas, y después fue Manuel Espinoza, etc., etc. y todo siempre ha sido un esfuerzo por tratar de hacer volver la cultura al seno de donde salió, es decir, a lo que “debe ser” y que todo cambie al estilo gatopardiano. Hoy nos encontramos que curiosamente cuando estamos hablando de la “revolución en la revolución”, en los sectores económicos, salud, educación etc., nos encontramos con que la cultura está volviendo justamente a ser lo que siempre ha sido, la propiedad de una serie de grupos elitescos, familiares, financieros, etc., y que todo lo que se había planteado, incluso con la Misión Cultura, que era la de crear nuevas funciones de un nuevo Estado, donde la cultura iba a ser un elemento vinculante de las distintas dimensiones culturales que tiene la vida política y social de un país, o sea la matriz de un nuevo proyecto político, otra vez se ha convertido en lo que todos hemos visto, una agencia de festejos, que es lo que era antes y que es lo que, por supuesto, todos estos grupos quieren que siga siendo. Evidentemente enfrentamos unas contradicciones insoslayables. Entonces yo me pregunto y le pregunto a los panelistas, hay una alternativa que se ha planteado incesantemente, la Constituyente Cultural, yo creo que si esa constituyente no está vinculada con el poder, eso no va a pasar de ser un saludo a la bandera. Es decir, nos vamos a encontrar todos, nos vamos a decir lo mismo que nos estamos diciendo aquí, y bueno, chao, nos vemos, nos vemos en la otra constituyente. Creo que lo que tiene que tratar de concretarse es la Misión Cultura, es decir, crear una verdadera alternativa cultural a lo que se viene haciendo hasta ahora. Fíjense que tampoco es nada extraño que esa Misión Cultura se empantanó, se asimiló al CONAC, yo no se si es como otro departamento del CONAC, pero de hecho se ha desmantelado. La única cosa que de verdad tenía posibilidad de transformar la cultura venezolana, simplemente, poquito a poco, le han ido quitando poder y hoy en día ni siquiera se habla del asunto. Evidentemente tenemos que reconocer que la cultura y las políticas culturales son un arma política estratégica y lamentablemente lo saben los que la han usufructuado hasta ahora, todas estas elites, y la defienden a capa y espada, y la defienden porque a parte de todo eso, es un tronco de negocio. Por ejemplo, la promoción de la cultura como las “bellas artes”, tampoco fue inocente. Eso no fue porque les gustaba mucho las bellas artes, sino que eso permitió la creación de un mercado de obras de arte que antes no existía. Le dio valor a los cuadros que tenían, a las esculturas, abrió un mercado. Yo creo que es muy bueno que los pintores vivan de sus pinturas, que los músicos vivan de su música, que los poetas vivan de su poesía, lo cual es muy loable, pero no se puede crear una política de Estado simplemente para que la gente compre obras de arte. Porque eso es de cierta manera, ha sido la función que se le ha otorgado a la cultura en Venezuela. Entonces yo creo y les pregunto. No sean como yo tan largos en la exposición. ¿Cómo ven ustedes la solución en lo inmediato a este problema? ¿Cómo podríamos recuperar esa Misión Cultura para darle un contenido que de verdad nos permitiese darle un vuelco revolucionario a esto que estamos viendo y que hoy día se esta volviendo cada vez más y más expresión de una visión reaccionaria de la sociedad?.

Douglas Carrasco: En principio esta es la razón de esos foros, porque como tú dijiste sabemos, pero siempre nos encontramos con eso ¿cuál es la necesidad que tenemos planteada? De asumirnos como sujetos de derechos culturales y no como objetos de consumo de productos culturales. Y no vayan a creer que esta frase es mía, no, esto lo dijo un niño de trece años en una entrevista que vi en VIVE TV, hablando justamente de la Ley de Responsabilidad social. Esa solución que le están dando los dueños de los medios, que yo apague el televisor cuando no estoy de acuerdo con los contenidos, pero el resto de la sociedad ¿qué hace?. Entonces ese niño decía eso: “lo que tengo hacer es asumirme como sujeto de derecho y no permitir que me conviertan en un objetó de consumo”.

 

Ronny Velásquez: La pregunta que hace el profesor es muy compleja. Porque en verdad la cultura hasta hoy, después de tantas discusiones prácticamente no está solucionada, no tenemos una solución al respecto. Hay muchos intentos de ley de cultura, nos consta a todos nosotros. Creo y considero en este instante que más se ha esforzado en aplicar el proyecto político que el cultural. Entonces allí hay como un desencuentro, un poco lo que planteaba la profesora Iraida. Y la cultura como que se ha dejado hacer como venía haciéndose hasta cierto grado por las fuentes de poder. Pero estoy seguro que la intención que hay, tanto de la Constitución de 1999 para acá, como las acciones que el presidente Chávez tiene, es de que cambie verdaderamente y por eso es que yo cité tantos aspectos que tienen que ver un poco con las culturas primigenias en este caso. Que bien. No es que yo esté rescatando desde mi punto de vista, por ser indigenista y por seguir los lineamientos de Mozonyi, etc. etc., quien es un dilecto amigo y gran maestro, que vamos a volver a hacer como los indígenas fueron anteriormente. Pero por lo menos que tengamos el respeto por esa cultura, creo que nos hacen un poco distintos, un poco diferentes. Entonces la cultura debe de estar ligada a la política y debe de haber conciencia para que se fortifique y para que no seamos solamente un objeto de consumo y allí está planteado algo bien interesante que es lo que ahora, con el día de la resistencia, se plantea, la interculturalidad. La interculturalidad es algo que va a convertirse a la larga en lo que verdaderamente se llamará en Venezuela una revolución cultural que no es el mismo sentido que tendría la revolución cultural de China, no, de ninguna manera. Es una revolución cultural más auténtica, más vista, más querida, más amada, y que ya lo hemos visto, la prensa internacional, la televisión internacional está con los ojos puestos en Venezuela sobre lo que aquí a ocurrido con el problema ese de quitar el día de la raza y nombrarlo día de la resistencia indígena. Ya ese es un hecho bien importante, donde se va creando una conciencia distinta y desfavorablemente en Venezuela los medios de comunicación que son los que nos imponen, y como lo dice Morin, lo dice Lyotard y Ramonet, que lo que realmente entendemos nosotros como realidad es lo que dice la televisión. Lamentablemente es así, entonces la televisión nos pone los modelos que nosotros imitamos y allí hay un conflicto bastante grande. Para concretar, yo pienso que el problema de resolver lo que es esa Constituyente Cultural es un trabajo arduo y fuerte y nosotros lo iniciamos. Muchos de los que estamos aquí presentes iniciamos este trabajo, después nos desmoralizamos y nos fuimos algunos han continuado otros no. La gente opina sobre lo que es cultura porque antropológicamente sabemos que es lo que hace el hombre, la cultura y esa cultura lo hace. Perdón, me corrijo, ahora hay que hablar de hombres y mujeres porque ya la constitución habla de los géneros, lo que hacen hombres y mujeres, entonces lo que verdaderamente lo que va a cimentar esa cultura es que tengamos una conciencia, una conciencia de participación, una conciencia del valor de lo que hemos sido, una conciencia de las cosas, de todo lo que nos han arrancado y una conciencia del proceso histórico que la profesora Vargas también anunció, un proceso que lo tenemos que vivir. Y eso es lo único que hará cambiar y verdaderamente es algo que yo he dicho también en alguna circunstancia, la cultura no se hace porque se legisle, no tiene porque, y lo hemos hablado con Ninoska también en varios otros eventos. La cultura se hace, la cultura no tiene porque hacerse porque se legisla. Los seres humanos hacen cultura, el problema está en que se legisla la cultura para que los seres humanos tengan una calidad de vida distinta, para que de una u otra manera participen de los afectos sociales, para que tengan algún acceso a tener tal vez una pensioncita, un premio que les resarza toda la labor que hicieron en su vida. Yo creo que allí es donde está el fenómeno que nosotros no hemos entendido muy bien, lo que es la cultura de la globalización y lo que es la cultura de la identidad propia y personal. Creo que eso lo planteaba muy bien el maestro Diego Silva ¿Quién es el patrimonio cultural viviente? ¿Serán todos los que hacen cultura, los que hacen cerámica, los que tocan el chimbangle etc.? Allí hay mucha tela que cortar y los premios nacionales son un ejemplo bastante fuerte y doloroso también. Los premios nacionales que da el CONAC, que le llaman estímulo a la creación, etc., donde muchas personas participan para por lo menos, tener acceso a una pensioncita para vivir más o menos decentemente, y no hay posibilidades porque hay un premio nacional para cada área de las artes (…). Dentro de poco tiempo vamos a tener claro el panorama, en este instante la situación está muy confusa todavía, porque los seres humanos siguen haciendo cultura y son derecho del pueblo venezolano de hacer cultura, del chiapori Yanomami que está metido allá en el alto Orinoco, hasta el que vive aquí en Caracas haciendo obras que tiene que ver con la madera, para citar estos ejemplos bastante extremos. Entonces yo creo que el problema está en que la legislación de la cultura no va a resolver el problema tampoco. No lo va a resolver aunque se hagan muchos otros cuadernos amarillos como éste, o no se hagan. Yo considero eso mismo que usted dice, que se refuerce eso que se llama Misión Cultura y que se tenga conciencia de ello y que se descentralice el poder de Caracas, entonces allí es donde verdaderamente se va a hacer cultura, donde verdaderamente van a participar todos los seres humanos de todo el territorio nacional así sólo sepan leer y escribir, así tengan cédula o no, lo que sea, ahí es donde se va a democratizar el echo cultural, pero mientras no se va a lograr. 

Iraida Vargas: Voy a decir dos cosas. ¿Qué hacer a futuro? Yo lo veo de esta manera. Si de alguna manera el proceso ha funcionado con base a primero lo político y luego lo cultural, guiémonos por las palabras del presidente Chávez quien tiene desde el 15 de agosto para acá en un alarido por ayuda, que él lo ha denominado la “revolución de la revolución”. Entonces aumentemos nuestras posibilidades como colectivo de hacer contraloría social, de manera de que quiten a todo. Primero que haga buena su palabra. En un Aló presidente hace dos o tres semanas, parecía que el presidente nos había leído la mente a Mario y a mí o había leído nuestro libro, porque nosotros decíamos, “la cultura es la sabia que mueve la participación y la creatividad de los pueblos”, y el decía, “porque la cultura es como la sangre que permite que el cerebro piense”. Era la misma idea. Y si eso es así, si él esta conciente de eso, haga buena su palabra, entonces aumentemos la presión, aprovechemos la coyuntura, porque no es cualquiera el que está diciendo, hay que hacer la “revolución de la revolución”, es el presidente de la República. Estos foros tienen un impacto, es cierto, pero todos y cada uno de nosotros tenemos que crear nuevos espacios para ejercer esa contraloría. Ver de qué manera con los resultados de esto podemos establecer mecanismos de presión, utilizar todas las formas posibles, todos los canales para que esto llegue a las alturas del nivel político y se entienda, o por lo menos sea congruente lo que si dice con lo que se hace. Que no sea retórica la cultura como la sangre del organismo, es decir, no visualizo otra cosa, porque lo demás sería ir y pararnos todos los que participamos, los que creemos en esta posición alternativa, nos paremos allí delante del CONAC y de la Asamblea Nacional y pidamos por favor que se respete la Constitución, porque no es nuestra decisión nada más. Eso está consagrado por la Constitución y no la están cumpliendo. 

 

Moderador: En vista de la hora, vamos a cerrar el derecho de palabra con la joven, la señora y el joven de allá. Luego yo quisiera hacer una pequeña intervención, muchas gracias. 

 

María Teresa Novoa: Soy arquitecto, profesora de la Facultad de Arquitectura, la verdad es que el tema es muy amplio, muy álgido, tiene mucho elementos de que considerar. Creo que a grosso modo, estamos de acuerdo con todos los errores cometidos y con todos los vacíos e insuficiencias que tiene el área patrimonial en Venezuela y la implementación de lo que pudiesen ser políticas para la defensa del patrimonio. La convocatoria de hoy quisiera centrarla en el tema de la Ley del patrimonio, se que aunque hablamos de la Ley de la cultura, creo que hay una especificidad con respecto a lo que ha sido la evolución del concepto del patrimonio como proceso civilizatorio y como noción patrimonial y lo que ha implicado para la cultura el poder ampliar los rasgos de lo que son los valores patrimoniales. Creo que eso ha sido una tarea muy ardua, compartida culturalmente entre muchos países y me parece que la intervención de Ronny apunta a como en nuestro país, de una manera concreta, a través de la reivindicación del valor intangible de lo patrimonial, estamos haciendo un salto de alguna manera al incorporar este reconocimiento que en nuestros estamentos patrimoniales no se había puesto en práctica. Y creo que para la generación de hoy, para el momento en que estamos viviendo, el interés de apuntar a cómo se están apuntalando en Venezuela las distintas nociones patrimoniales, me parece que es una brújula para orientar lo que puede ser este debate. Siento un poco de desazón y de confusión cuando escucho a la profesora Iraida, a quien admiro mucho y al profesor Mario Sanoja, en su trabajo, pero en esta intervención en concreto, siento un poco de desazón, porque el peso de plantear que es cierto, nuestra Ley de Patrimonio y en el caso concreto que refería la Ley de la Cultura o las políticas culturales en sus palabras, no ha sido orgánica y no obedece a una política cultural coherente, en la perspectiva de hoy es una aseveración lapidaria. Cuando el profesor preguntó: ¿Cómo vamos a enfrentar esto? ¿De qué manera vamos a llevarlo?, pienso que si ahondamos un poco más de que es lo que es lo que está pasando en el caso concreto con el patrimonio, con las nociones patrimoniales, valor tangible, intangible, valor mueble, inmueble y de qué manera se ha avanzado o no, institucionalmente o no institucionalmente en la defensa de los distintos elementos que comportan estos valores, me parece que pudiéramos ser más asertivos, y lo quiero decir concretamente con respecto al tema que tiene que ver con mi formación de arquitecto y que tiene que ver con valores muebles e inmuebles, y lo que puede ser el avance en el caso patrimonial de la ampliación de nociones, ya no valorativas de monumentos como objetos únicos y específicos, sino como conjuntos o en el caso concreto de la arquitectura, aquello que era reconocido como monumento, una casa, una iglesia ha dado un salto cualitativo cuando ya se entiende que es un conjunto urbano lo que hay que proteger. Entonces en ese sentido siento que si bien tenemos muchas cosas que criticarle al Instituto del Patrimonio Cultural, su excesiva centralización y todo eso, también tenemos que ver que es un organismo cuyo origen parte prácticamente de inventariar los valores inmuebles del país con pocos recursos. Casi se ha especializado en realidad, si lo sinceramos en un solo aspecto. Su fuerte ha sido inventariar y aun inventariando los monumentos, está en déficit con el colectivo y la memoria y lo podemos ver en lo que ocurre con el desmantelamiento del monumento de Colón, que a la hora de buscar toda la historia de ese monumento luego de que fue tumbada la estatua de Colón, no hay una nota de prensa completa que señale el distinto recorrido que ha tenido ese monumento por la ciudad de Caracas. Esto lo digo para referirme a un ejemplo en concreto y no para salvarle las culpas a la institucionalidad, ni tampoco por creer que es no se han cometido muchos errores. Estoy de acuerdo con lo que se ha dicho y lo comparto. Sin embargo también quisiera reivindicar el que dentro de esa cantidad de deficiencias hay unos elementos que son rescatables y que me parece que debiesen ser más especializados, porque yo no entiendo, y me gustó mucho todo el señalamiento o la observación de estamos en Caracas sobre un yacimiento valiosísimo que desconocemos aquellos que no tenemos que ver con el área antropológica. Entonces, quizá más que generalizar, particularizar en esos valores patrimoniales, nos permitiría establecer senderos precisos para que en el tema de la ley patrimonial pudiéramos reivindicar los reivindicable de lo que existe en la institución, desechar lo descartable de lo que esa institución tiene y apuntalar la posible estructura o el posible árbol o ramificaciones de lo que pudiese ser esa descentralización deseada en las distintas áreas de competencia que implica la protección del patrimonio en todo su lenguaje. Y quiero referirme específicamente a la Ley de Patrimonio, porque entiendo que la Ley de Patrimonio como nociones, tiene además un desfase en el tiempo. Teresa Carreño en su momento no era patrimonio viviente ni fue reconocida como patrimonio viviente aun siendo ella elite. Sin embargo, entender hoy, apreciar en esta figura, Teresa Carreño, un patrimonio vivo tiene que ver también con el tiempo, la distancia para apreciar cuando algo es patrimonial y cuando no lo es aunque sea manifestación cultural. Entonces por eso quisiera como separar. La invitación la recibí por tu vía y me gusta mucho este debate y creo que pudiésemos afinar más los elementos si trabajamos en sentido de los valores de la ley patrimonial y lo que pudiese ser el ámbito mayor de la cultura, porque creo que el factor de la distancia, tiempo y generación, le da o no, cargas particulares, que a la luz del tiempo parecieran homogéneas y muy claras, pero que en los momentos en que los vivieron los propios creadores, quizás lo vivieron a contra corriente. 

Iraida Vargas: Me gustaría responder a esta inquietud. Un par de veces he señalado que yo no soy abogado, pero parecer ser y aquí alguien nos puede ayudar, que existen leyes orgánicas y leyes inorgánicas. Cuando yo digo que no es orgánica, no me estoy refiriendo a la organicidad en términos filosóficos, no me estoy refiriendo a que esa ley no es coherente con el proyecto político, lo cual de paso no lo es, sino que es inorgánica en el sentido legal. Las leyes orgánicas son las obligantes y que pueden sancionar, si esta fuera orgánica al señor hijo de Caldera que tenía la compañía para sacar los tesoros del naufragio, lo hubieran podido meter preso, de verdad. Mientras que al ser inorgánica, el cumplimiento de lo que dice la ley entra en un plano ético, es decir, se debería haber planteado que la compañía Mesta, aquella que saqueó el naufragio, no deberían saquear el naufragio, porque eso pertenece a los Venezolanos, entonces no den el 10% de lo que rescataron en el naufragio, den el 50%. Eso es más o menos la cuestión con respecto a la organicidad o no de la ley. Por otra parte, pienso, y estoy de acuerdo con Douglas, que esta ley fue hecha para otro proyecto político, para una democracia representativa y no participativa. Yo tengo aquí el proyecto original, que fue introducido ante la señora María Teresa Castillo, que era la presidenta de la Comisión Permanente de Cultura de la Cámara de Diputados del año 91, fue sometido y es idéntico a esto, a la Ley y la única diferencia entre una y otra es que esta nueva Ley incluye la creación del Instituto del Patrimonio Cultural. Ahora, como esto es un arroz con mango, porque esto habla de participación, pero está basada en el articulado de una ley de representación, el Instituto del Patrimonio Cultural está desguarnecido, no importa quien este ahí, no importa el trabajo que estén haciendo, muy valioso, ¿Cómo no va a ser valioso? Es más, lo dije cuando hice mi presentación, que había mucha gente valiosa y que había proyectos, pero más tarde o más temprano, se iban a encontrar con un tope, que no van a poder avanzar, eso por una parte, porque no les entregan dinero. Porque en esta democracia participativa esas instituciones están obsoletas, incluyendo al CELARG, incluyendo al Museo de Ciencias, incluyendo la Casa de Bello, incluyendo una larga lista, etc. ¿Por qué? Y sin que lo diga el Ministro, eso lo dice Iraida Vargas, porque eso obedece a otro proyecto político. Entonces, ¿qué es lo que esta haciendo el Estado? Aparentemente es dejarlas morir de inanición. No les da presupuesto, se mantiene una burocracia que además no es precisamente muy efectiva en algunos casos, rescato individualidades, algunos proyectos. Llega un director: “escoba nueva barre bien”, trata de hacer el proyecto de inventario, medio avanzan, se paran, porque no tienen dinero, porque no pueden ir los arqueólogos, o porque los arquitectos no pueden ir a todas partes donde tienen que hacer el inventario, y eso tiene un tope. Entonces es incoherente la Ley con la Constitución, por decirte algo. Si tomas un par de artículos de la Constitución, puedes ver que están reflejados en la ley como que el patrimonio histórico es propiedad de todos los venezolanos e incluye lugares. Además eso que señalaba Ronny, eso tiene mas de veinte años incorporado en los textos de la gente que trabajamos sobre patrimonio, de que el patrimonio no es solamente tangible, eso de que los lugares, las tradiciones, eso que aparece en nuestra Constitución no es sino el reflejo de lo que aparece ya. Hay una declaración de la UNESCO de finales de los setenta que ya incorpora eso. Lo que quiero decir con esto es que hay una incongruencia y es como el tipo que nace sin piernas, o lo pones piernas falsas o lo montas en una silla de ruedas, pero no le van a salir piernas de repente. Esta ley no está hecha para la Constitución Bolivariana. Esta ley está hecha en el año 1991, por el Congreso de la Republica y fue promovida por la bancada Copeyana. Lo digo porque yo soy miembro de la junta directiva del Museo de Ciencias y el Museo de Ciencias confronta los mismos problemas y eso no quiere decir que todos los que estamos en el Museo de Ciencias, no servimos para nada, ni que debamos cruzarnos de brazos, sino que esas instituciones, deben ser redefinidas a la luz de la nueva Constitución y si no es así, no tienen vida. Y no importa si vuelve a vivir Villanueva y dirige el Instituto del Patrimonio. No importa quien esté. Lo que importa es que haya la voluntad política realmente de crear un proyecto cultural que sea coherente con esa Constitución, porque el que tenemos no sirve. Yo no tengo la capacidad para agarrar a Farruco y decirle: “mira, no hagas más festivales porque te estás gastando una millonada de millardos que los necesitamos para estimular a los creadores, ni tengo la capacidad personal de ir a la Asamblea Nacional a la Comisión de Cultura y decirles: “miren señores acaben de crear una nueva Ley de cultura de verdad que funcione”, ni tengo la capacidad de ir a decir lo mismo al CONAC… es más, lamento que no se haya quemado el CONAC, en lugar de los otros pisos, porque no sirve para nada. Entonces como no tengo esa capacidad, lo único que puedo decir es que donde quiera que yo vaya yo voy a hablar de manera inflamada para ver si motivo a los colectivos para que vayamos a tratar de hacer la contraloría social. 

Moderador: Tiene la palabra la señora Natividad Barroso García. 

 

Julia Tarazona: Justamente yo me sentía también por el suelo, porque realmente yo odio el pesimismo y entonces al final que se está hablando de que hay que hacer presión, de que los colectivos y todo eso, efectivamente no se va a lograr más nada. Y por eso un poco irónicamente se me ocurrió que empezáramos a hacer una cooperativa o unos grupos, para que toda la gente como yo, que dediqué diecisiete años de mi vida, gratuitos, a un Estado para la cuestión cultural, entre ellos fueron 6 años de investigación de campo de descendientes de indígenas que no son indígenas ya, porque perdieron la lengua. La última gente que los entrevistó a dos de los últimos hablantes, fue el famoso Alfredo Jahn, y yo seguí las huellas de él. Fui y entrevisté gente descendiente de esos dos últimos que hablaban y todo eso, seis años, y yo les llevaba las diapositivas a la gente de Barquisimeto al museo, me puse a dar conferencias, a mostrarle las realidades que allí mismo estaban, bien cerca, porque es la serranía de Paraunapano en el Municipio Urdaneta, y la gente se quedaba con la boca abierta, porque no podían creer que eso que yo les estaba mostrando, estaba vivo, todo un ritual debajo de unas cavernas y todo, de toda esa gente. Y eran todos los domingos, y no eran los Turas famosos, no, yo conseguí tres vertientes, una de las cuales es todo los domingos, como la misa, de hombres. Entonces la gente se quedaba con la boca abierta. Los propios habitantes del estado Lara, no conocen eso. Hay un desconocimiento total de lo que tenemos al lado, que está vivo, porque efectivamente estamos con la pura televisión. Yo estuve diecisiete años, después lo otro en otra cuestión que era promoción de lectura, yo fui una titánica y por supuesto ahora estoy agotadísima. Jamás en la vida me van a volver a poder poner a mí en las montañas, yo me metí sola  con todas mis bromas, eso si, yo soy folkloróloga una de las pocas de este país  y el fue profesor mío. A partir de la investigación obligatoria que tuve que hacer, que fueron seis meses, pero yo seguí seis años, porque una vez que uno se mete allí no hay salida. Pero el asunto es, vamos a hacer algo. Yo por ejemplo ya no puedo hacer labor titánica, otros montones que hemos estado en eso, entonces, ¿Porqué no tratamos de formar una cooperativa? de todos los que como nosotros estamos interesados y que hemos hecho una labor vital generosa, porque realmente nos interesamos, nos duele el asunto de la cultura básica que somos, por ellos dos que fueron grandes inspiradores míos y yo los cito en mi trabajo, y los sigo citando en todo lo que escribo, ellos dos me inspiraron a mí también y yo los cito ¿Por qué? Porque el indígena está vivo en toda la sociedad actual en la Caracas misma esta vivísimo. Las costumbres que impresionan a los habitantes que vinieron de Europa por ejemplo y se quedaron a vivir aquí y de repente por el terremoto o por cualquier otra cosa se regresaron a Europa y decían que no pueden seguir viviendo allá, porque aquello ya no les dice nada. Todo lo que se les impregnó, por ejemplo la solidaridad infinita, la cuestión de trabajar en colectivo, de resolver los problemas entre todos, la cayapa, eso es indígena. Lo indígena no es solamente los petroglifos, es lo que está dentro del venezolano, que es lo más importante, lo que diferencia más a los venezolanos actuales. En Venezuela hay una presencia indígena incorporada a todo el venezolano que es una de las cosas más ricas que caracteriza a esta cultura porque es diferente. Los venezolanos somos diferentísimos a los colombianos, a los peruanos, porque es otra cosa. Esa otra cosa es lo que uno encuentra en esas investigaciones de campo, y por supuesto cuando está tan directo como lo que yo vi, lo indígena y lo campesino, tan directo, que ellos eran campesinos y descendientes de indígenas y que ellos saben quienes son todos ellos. Eso es lo más rico que caracteriza al venezolano y eso lo vemos como lejísimos, no, eso está adentro. Vamos a hacer algo, vamos a hacer una cooperativa a ver si hacemos presión de verdad, pero tenemos que buscar más gente, porque fíjate hoy somos poquitos aunque el otro día había un gentío. Yo considero que el foro de hoy era uno de los más importantes de todos los que están allí, y sin embargo somos menos. Se necesita esa presión que dice ella. Ella tampoco sola puede hacer todo. Yo sola ya hice demasiado. La institución cada vez que hacía una conferencia me llamaba y decían aquí esta la institución Natividad Barroso, porque yo era una institución, por todo lo que había hecho, como había movido a la gente y a los barrios para el otro programa de la promoción de lectura. Pero llega un momento en que uno se cansa y se decepciona. Entonces vamos a organizarnos, vamos a unirnos, a hacer una cooperativa para ver si reunimos bastante gente y nos vamos para allá y peleamos por la Constituyente que parece que es la única alternativa que tenemos ahorita, la Constituyente Cultural, para ver si hacemos algo de verdad, pero vamos a animarnos, porque yo ya estaba por el suelo.  

Participante del público: Antes de ir hasta el alto Orinoco o a los andes venezolanos, que son maravillosos, si ellos desconocen que existe esa maravillosa cultura en nuestras tierras aborígenes, nuestros aborígenes propios y de paso soy un enamorado de las lenguas aborígenes, en su desconocimiento ¿Cómo criticarlos o juzgarlos por ellos preferir algo que es lo único que se les muestra? Cuando ellos escuchan veintidós horas acerca de Mc Donalds, pero no escuchan de las empanaditas que hace la gente del alto Apure, ¿Cómo pueden preferir las empanaditas antes que el Mc Donalds? Entonces si me atrevo a opinar tal vez sobre la intervención que hizo la señora es porque en su actividad de toda una vida. Se encuentra ante ese desdén de los propios venezolanos, de no participar, de no difundir la cultura primigenia y autóctona de nuestra tierra que forma parte de los venezolanos. Creo que eso es lo importante, ofrecerle a nuestra población la oportunidad de identificarse con esos otros venezolanos. 

 

Diego Silva: Vamos con una aclaratoria. Las cooperativas no obligan a nada. Yo tengo una cooperativa de medios de comunicación. La superintendencia nacional de cooperativas me dijo, un funcionario de alto rango que todos los dueños de empresas se mimetizaron. Hay miles y miles de cooperativas, porque en palabras coloquiales, es una manguangua. Las cooperativas no pagan impuestos, no se les ponen intereses, entonces el dueño de una publicidad multimillonaria tiene la publicidad, porque se cubre las espaldas, pero tiene igualito lo mismo con la figura de cooperativa. Es decir, lo que es o pudo haber sido un bien social para todos está siendo aprovechado por los grandes consorcios nacionales, que se mimetizaron, inclusive a nivel de farmacias, de médicos, ya son empresas con el disfraz de cooperativas, eso es una información. Así que lo que me parece a mi, perdón, Ninoska tiene una  iniciativa que es una iniciativa en la que estamos participando que es una Asociación para ejercer la contraloría social y entendemos la contraloría social no como un inventario de bienes y de cuestiones tangibles si no sencillamente como una especie de evaluación de estos intangibles. Porque no es lo mismo decir: “no, aquí esta todo bien, aquí está el dinero que se gastó en quinientos sándwiches de pernil de pavo”. Pero entonces uno le dice: “pero vagabundo ¿qué haces trayendo quinientos sándwiches de pernil de pavo para acá?” y la respuesta es: “Aquí están las cuentas”. No, pero no es la cuenta, es el porqué de eso. Eso es una información, las cooperativas no son una salida, esa es una información. Lo otro es lo siguiente, cuando yo dije lo de Beethoven, mira, nosotros convivimos con una herencia. Yo también dirijo. Fui fundador de un grupo de música antigua, fui el primer laudista que hubo en este país, soy un conocedor de la música de la Edad Media, del Renacimiento y hice especialidad en eso. Cuando yo hablé de Beethoven y lo nombro, es porque tenemos una herencia y convivimos con ella, pero lo que hemos hecho hasta ahora es darla tanta prioridad a la herencia que no hemos podido crecer. Ese es el problema, la herencia nos esta agobiando. Lo que se enseña en las escuelas, en las escuelas de arte, de música, es el tributo cultural a cuatro países de centro Europa, Francia, Italia, Alemania y España, porque de allí provenimos como cultura. Una de las tres raíces que se dice aquí aunque yo digo que también hay una árabe. Entonces, con todo el respeto, no quisiera que mal interpretaran cuando dije lo que Beethoven, porque yo en mi casa tengo a Beethoven dirigido por Stokowski, las nueve sinfonías. No se trata de descalificar o asumir una posición a ultranza y no confundir lo nacional, con el nacionalismo, el nacionalismo es una ideología y lo nacional es una cotidianidad que es a lo que yo me quería referir. 

Participante del público: Solamente quería hablar acerca de lo que estaba diciendo de la Constitución nacional. La Constitución es la carta magna o fundamental, si hay un reglamento o una ley que contradiga o no se adecue a la Constitución Nacional es nulo de toda nulidad. Si la Ley de Cultura no se adecua a la constitución, entonces es fácil. Y con respecto a la cultura, yo la equiparo con la historia, es como un río que fluye, corre y permanece el río, pero con otra agua, no es el mismo río pero es el río. Entonces siempre la cultura y la historia están y siempre están. Creo que exista la ley o no exista, la cultura va. 

 

Iraida Vargas: Un pequeño comentario en respuesta tanto a ella como al joven. La Ley fue ligeramente modificada, para incluir el artículo que dice que propiciará la cuestión participativa, pero el resto de la estructura es la del 91 que fue aprobada en el 93, que es representativa, por eso es que tiene los 19 integrantes, incluyendo a los dos representantes de FEDECAMARAS. Entonces no puede ser declara nula de toda nulidad, porque comienza con dos artículos que son vaciados de la Constitución y después de ahí, ya termina. Con respecto al joven, cuando yo hice mi exposición, yo no se si tú estabas en la sala. Traté de demostrar que un proyecto cultural debe ser coherente con el proyecto político que se está haciendo. Como la educación es el brazo armado de la cultura, no es que la educación va por un lado y la cultura por otro. Todo lo contrario. La cultura se transmite a través de distintos medios educativos, familiares e institucionales. Tú no eres la única generación que no le han enseñado geografía e historia de Venezuela, tú no eres la única generación que no conoce nada sobre nuestras raíces históricas y sobre nuestro proceso, porque una cosa es el momento de arranque y todo el proceso que permite que lleguemos a ser lo que somos hoy. Tú no eres la única generación. Sucede que desde 1875 a esta fecha, todas las generaciones han sido formadas dentro de la tesis de no crear individuos comprometidos con lo que es Venezuela. ¿Cómo se logra eso? Fundamentalmente en los últimos 50 años, a través de la tesis de que la verdadera cultura es una cultura que es universal, que no es venezolana, ni chilena, ni peruana, ni china, ni japonesa, sino cultura universal. Y que esa cultura universal, propugna dos cosas fundamentales, el “europocentrismo” es decir lo que nos viene de Europa es bueno y el “American Way Of Life”, es decir que debemos comer hamburguesas que tenemos que viajar a Miami, etc., eso por el lado americano y por el otro lado, que la música la inventaron los europeos, que lo demás es un tamborcito, que la ropa bonita es la que viene de Italia o de Francia, etc. Es decir que todos los elementos culturales con los cuales nos vamos a identificar, a sentir como si son de nosotros, vengan de fuera, eso es lo que pasa. Y además al no enseñar geografía, difícilmente nos vamos a reconocer. Yo te pregunto a ti ¿Dónde queda Guasdualito? Y tú me vas a decir: “¿qué voy a saber yo? Pero yo te pregunto: “¿Dónde queda Nueva York?” Y me dices, eso queda a una hora de vuelo de Filadelfia y a dos horas y media de Miami y vas a conocer perfectamente donde quedan las distintas ciudades y pueblos Norteamericanos. Pero te pregunto sobre cualquier otra ciudad o pueblo venezolano y posiblemente no lo sabes y no es tu culpa, eres producto del sistema educativo que implementó el proyecto cultural. Eso es lo que garantiza que haya gente que vaya en una manifestación con una bandera de Estados Unidos gritando: “que nos invadan, prefiero que nos invadan a seguir viviendo con este tirano”. Eso es lo que se llama neo-colonizar, nos volvieron a colonizar, pero en la cabeza. Aquí no tenemos Marines invadiendo el territorio, pero los tenemos metidos aquí en el cerebro. 

Moderador: Bueno con esta intervención de Douglas Carrasco damos fin a esta discusión, pero no a las distintas iniciativas que se planteen en torno al problema cultural. Nosotros como colectivo de pueblo soberano insistimos en la importancia de invocar el proceso constituyente a través de la Constituyente Cultural que consideramos es la única posibilidad y entre tanto, la contraloría social como un mecanismo a través del cual nosotros nos planteamos un reclamo a la responsabilidad pública con relación a todo el tema de la cultura. 

 

Douglas Carrasco: Vamos ser breves. Hay algo que es paradójico en este momento tengo una confusión con la cita, no se si fue un articulo de ustedes en Question o pertenece a otro articulista allí también. Hablaba mucho de la cultura apócrifa, porque resulta que lo que tenemos de quienes ostentan el poder y son quienes implantan aquí las trasnacionales y que son los que facilitan el poder económico y el poder de legislar y el poder político que todavía esta allí, pero paradójicamente esa es una cultura falsa porque es una copia, pero mal habida de lo que es Occidente. ¿Por qué? Porque no tiene referencias ambientales, no tiene referentes climatológicos ni nada que se le parezca. Son modos de conducta. Es más, tengo el testimonio de una amiga nuestra, politólogo, que estaba asombrada, porque en diciembre con aquel clima en Cabimas, sus sobrinos andaban vestidos de negro y con unos gabanes más debajo de la rodilla. Ella estaba desesperada esperando que se muriera alguno. Eso es paradójico. Y con respecto a eso de patrimonio, uno de los conceptos también de patrimonio, y esto va para la amiga arquitecto, el patrimonio acumulado, y es acumulado de nosotros. Quería exponer el caso y traerlo a colación de Carlos Raúl Villanueva. En su obra, cuando uno ve los Bloques de El Silencio, nota que pensó en el ser humano, porque los edificios no pasan de 4 pisos, toda el área de habitabilidad está enfocada hacia adentro, hacia un patio interior, que invita al sosiego, a momentos relajantes y los pasillos que son esa serie de arcadas. Te paras en la esquina de la Torre Norte y ves hasta la plaza Oleary, toda esa galería, te das cuenta que esto está pensado en el trópico, para que una persona transite por ese espacio. Cuando ve los pasillos cubiertos de la Universidad Central de Venezuela, eso es una atmósfera gratificante. Lo comparas con el problema que tenemos que por el progreso sacrificamos ese sentido de pertenencia y esa invocación a los referentes ambientales, la topofilia, que es nuestro afecto hacia esos lugares que son nuestros afectos. Además, los referentes urbanos de nosotros nos permitían por ejemplo la serenata. Las casas de la Pastora que hoy en día las han tumbado, ya no me permiten las serenatas y si encima tengo a José Gabriel Lugo Lugo, que cuando era prefecto de Caracas en el primer gobierno de Rafael Caldera prohibió las serenatas como un ruido molesto de la ciudadanía, entonces nosotros hemos sido vulnerados en la defensa de ese patrimonio, ¿Por qué? Porque ese patrimonio arquitectónico que está presente en el edificio Hotel Humboldt, que es de Tomás Sanabria y tenemos todo el ataque producido por esta cuestión de Mezerani, vemos también el edifico de Galipan, como se deterioro, para poder justificar la demolición, cosa que están haciendo también con el Centro Simón Bolívar. Y lo más grave todavía, se ha permitido señores, para que se enteren todos, la constructora Cohen, compró toda la manzana donde esta la Casa Amarilla y todo lo que esta allí, detrás del Capitolio. Eso es grave, porque no actuó el Consejo Consultivo del IPC, nadie actuó con ese asunto para evitarlo y no podían transferirse esos bienes a ellos, porque tenemos hasta decretos que lo prohíben. No se puede demoler ninguna construcción alrededor de ese perímetro, pero se permitió la destrucción de la casa de Conny Méndez, todas esas construcciones aledañas, allí se ha permitido su destrucción. Entonces ¿cuál es el modus operandi? Le tumban el techo, entonces cuando se caen las paredes, ya está listo. Lo más terrible es que esa esquina tiene valor para nosotros, porque en esa esquina decapitaron a José María España, está el balcón donde supuestamente se asomó Emparan y dijo que se iba para otro lado, y así por el estilo. Todo cuanto ha concurrido allí es de importancia. Ahora tenemos otro problema, que hemos visto desaparecer esos edificios para construir algo que ya no se pueden llamar edificios sino adefesios, porque han alterado el clima de la ciudad, eso acompañado con la deforestación de las áreas verdes alrededor de la ciudad. En la medida en que nosotros bajamos la guardia en la defensa y en la protección de nuestro patrimonio cultural, arriesgamos nuestra calidad de vida.  La defensa que tenemos que hacer es ésa, porque en esa transformación del ambiente, si se satura a Caracas y además se violan normas increíbles, porque nosotros si conocemos, porque somos venezolanos y somos caraqueños, que Caracas es una composición de esquisto, y aquí no se puede construir más de 3 pisos, no se podía construir. Y allí tienen ustedes lo que sucedió en Santa Mónica, que como está construida sobre esquisto, esa conformación de arena arcillosa y sobre una placa de una piedra, cuando esa placa se fractura por la presión del edificio y hay una filtración, se desplaza la arenisca arcillosa y después esa placa baja. Eso fue lo que sucedió en Santa Mónica, que las casas bajaron hasta la calle inferior, y bajaron con el jardín, el perro y la parrilla que estaban haciendo, es decir, completa. Porque se desplaza así. Esos son los factores culturales, y sucedió en Vargas. En 55 cauces de quebradas hicieron construcciones. Entonces ¿qué pasó? Falló la memoria originaria. Trescientos años antes que el almirante Colón se equivocara y las corrientes y huracanes que siempre suelen estar en el caribe en septiembre y octubre, lo tiraron para acá. Trescientos años antes que él llegara, los Mariches habían dejado testimonios de deslaves similares y aquí hubo deslaves en mil ochocientos y tantos y hubo deslaves en mil novecientos y pico, y esto pasa por no conocer la historia. 

 

Iraida Vargas: Yo te voy a dar una información con relación a eso. En la Torre Lincoln que queda  frente al metro de Sabana Grande, cuando estaban construyendo la torre, en el fondo a unos 200 metros o más, había evidencias de una aldea indígena que había sido tapiada por un deslave. Es decir que los deslaves tienen una historia muy antigua pero como no se conoce la historia de Venezuela, porque interesadamente se eliminó de la enseñanza, puede salir el señor ése que se dice “Pastor de la Iglesia” que es un castigo de Dios. Por eso es que mantienen en ignorancia a las nuevas generaciones sobre todo. Queda de individualidades como nosotros el estudiar la historia, el conocer nuestro pasado y aprender de él, porque ya lo dijo un pensador italiano  muy famoso que “el presente es superación del pasado pero de lo malo del pasado”.  El resto del presente es causado por el pasado. Si no tenemos eso claro, muchos seguirán escogiendo la hamburguesa para llenarse las arterias  de colesterol a las empanaditas, que de paso también aumentan el colesterol.  

 

Moderador: Antes de darle la palabra a Ronny Velásquez ya para terminar, los invitamos para el próximo miércoles a un nuevo foro con el tema de la Defensa de los haberes indígenas donde ahondaremos más aun en estos temas, y tiene la palabra Ronny Velásquez. Gracias. 

 

Ronny Velásquez: Bueno, ya que voy a concluir yo celebro aquí la emotividad y el efecto de mi exalumna Natividad Barroso. Celebro también la claridad del joven de 17 años que está bastante claro en su propuesta. Ahora quiero terminar afirmando que a nosotros los venezolanos nos ha descaracterizado y nos han deshumanizado, nos han quitado nuestras raíces y nuestros espacios y nuestras culturas, nos han vuelto huraños, agresivos, groseros, nos han puesto a vivir en un hueco en el aire, en un sistema que no era propio del venezolano. Pero hay algo bien importante, hay que rescatar el orgullo de ser venezolano y el ser venezolano desde nuestra perspectiva no es solamente el calzar alpargatas, tocar el cuatro, jugar bolas criollas, bailar joropo, escuchar a Beethoven; el ser venezolano es tener claro una estructura nacional de pensamiento y mientras tengamos esta estructura de pensamiento seremos verdaderamente más grandes y la cultura Venezolana va a repuntar de una manera distinta, con afecto, con cariño, con amor, como fuimos en algún momento. Y este es el reto que todos tenemos, hacer de Venezuela un país realmente agradable y de la cultura mucho más todavía porque somos muy creativos. El pueblo venezolano es creativo, es musical, es poeta, es de todo y hay garra para pelear y hasta para defender el territorio que hemos perdido que es la Guayana Esequiba. Muchas Gracias.

 

 

Invitados


DOUGLAS CARRASCO

Poeta  y artista. Ha participado en diversas exposiciones en Galerías y museos del país. Algunas de sus obras están dentro de las colecciones de Instituciones como PEQUIVEN, Museo de Arte Contemporáneo de Caracas y el Consulado General de Venezuela en Houston_USA. Igualmente ha incursionado en las artes escénicas desde la actuación, la producción así como la musicalización de obras de teatro. Ha sido miembro fundador de varias organizaciones como el grupo Encrucijada, la Scholla Cantorum, Orquesta Sinfónica de Lara y colaborador permanente de la Sala Metropolitana de Conciertos.

 

IRAIDA VARGAS ARENAS

Antropóloga egresada de la Universidad Central de Venezuela en 1964 y de la Universidad Complutense de Madrid, en 1976, con el título de Doctora en Historia, Mención Cum Laude. Actualmente es Profesora Titular Jubilada de la Universidad Central de Venezuela e Investigadora Nivel IV. PPI-FONACIT. Realizó estudios de postgrado en: Instituto de Altos Estudios, Universidad de la Sorbona, Instituto de Mineralogía, Leyden, Instituto Smithsoniano, Museo de Historia Natural, Washington y en la Universidad Central de Venezuela cursó maestría en Historia Contemporánea de Venezuela. Recibió el  Premio Municipal de Literatura, Mención Ensayo, “Manuel Díaz Rodríguez”, en 1974 y la Orden al Mérito Académico “Dr. José María Vargas”, de la Universidad Central de Venezuela, en Primera Clase, en 1993. Ha sido docente en pre y postgrado, así como conferencista en universidades y centros de investigación nacionales e internacionales. Autora de más de 100 artículos científicos publicados en revistas nacionales e internacionales especializadas. Es, asimismo,  articulista de prensa. Ha publicado más de 20 libros científicos, entre los cuales destacan: “Historia, Identidad y Poder “, “Arqueología, Ciencia y Sociedad”, “Antiguas Formaciones y Modos de Producción en Venezuela”, “Las sociedades tribales y productoras de alimentos en el Caribe”, Historia Científica y Cultural de la Humanidad, Tomo II, UNESCO, “La Historia como Futuro”, “El Agua y el Poder”, “Las Edades de Guayana. Arqueología de una Quimera”.

 

RONNY VELÁSQUEZ

Antropólogo egresado de la Universidad Central de Venezuela. Doctor en Ciencias Sociales. Se ha especializado en Etnomusicología y Folklorología en el Instituto Interamericano de etnomusicología y Folklore (INIDEF-CONAC-OEA). Actualmente es profesor universitario e investigador categoría Agregado. Presidente de la Fundación de Etnomusicología y Folklore FINIDEF y jefe del Departamente de Promoción Cultural, de la escuela de artes de la UCV. Entre sus publicaciones, tenemos las siguientes: Miskitos, Honduras, 1979; Mito, Chamanismo y religión en cuatro naciones étnicas de América Aborigen, 1887; Literatura oral Kuna, 1989; Samanismo Sudamericano, 1997; Estética aborigen, 2003.

 


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